Y ambas cosas parecen sobrarle al británico Nick O’Kane, que se atrevió a ‘meterle mano’ a un icono como la CBX 1000 de seis cilindros y prepararla para los circuitos. La transformación ha sido impresionante y la CBX 1000 ha pasado a ser una CB-XXX.
Para ello, O’Kane ha optado por hacer una curiosa mezcla de componentes extraídos de otros modelos más deportivos que la CBX 1000 para dándole ese aspecto de superbike deseado.
En algunos temas lo ha tenido relativamente fácil, ya que O’Kane trabaja en la tienda K&N Filters que le da acceso directos a ciertos recursos. Empezó por hacer un nuevo depósito de combustible de fibra de carbono fabricado a medida, con tapón de apertura rápida. Además, optó por la fibra de carbono para la carrocería, colocó un alerón en el colín y adaptó el nuevo asiento para la conducción deportiva.
Desmontó la CBX 1000 pieza a pieza y reforzó el chasis en puntos clave para que la estructura aguantase sin problemas la conducción deportiva en circuito. De una Yamaha YZF-R1 adoptó la horquilla delantera y las pinzas de frenos de seis pistones, mientras que para el tren trasero se decantó por el sistema de la Suzuki GSX-R1000 de 200, con amortiguador Öhlins. Todo ello debidamente actualizado con las últimas tecnologías para garantizar la máxima seguridad en el circuito. También ha colocado un nuevo guardabarros delantero de fibra de carbono.
Para los neumáticos, se decantó por unos Pirelli, mientras que las llantas son unas Pro Excel de 17 pulgadas.
Sustituyó el faro delantero, inútil en los circuitos, por una enorme placa portanúmeros, retrasó un poco las estriberas `para mejorar la posición aerodinámica de conducción, cambió las manetas y los puños y situó una botonera de competición junto al puño izquierdo.
Otro cambio importante lo hizo en los escapes. Dirigió los seis colectores hacia el mismo lado, en lugar de tres a cada lado como tienen la original CBX 1000, y les dio recubrimiento cerámico con un silencioso de RSD. Destacan también los nuevo filtros de aire, evidentemente de K&N Filters.
El resultado de todo ello es una belleza que, por desgracia, sólo podremos contemplar en algún circuito.