Ha pasado un año ya desde que la nueva Honda Africa Twin llegó al mercado motociclista mundial. Honda tuvo el acierto de no hacer un 'refrito' de alguna otra moto, y en cambio nos trajo una moto totalmente nueva, pero que recogía perfectamente el espíritu de aquella trail que ganó el Dakar en cinco ocasiones y que para muchos de nosotros significó conocer lo que era la aventura de primera mano. Con las Africa Twin 650 y 750 descubrimos que con la misma moto se podía viajar por carretera, o bien cruzar Marruecos o Los Monegros con toda la facilidad del mundo. La nueva CRF1000L hace todo aquello... pero mucho mejor. Según el ingeniero jefe del proyecto, Yosuke Hasegawa, “desde que empezamos a elaborar el diseño y el desarrollo de nuestra nueva Africa Twin, quisimos crear una auténtica motocicleta adventure a gran escala, que fuese igual de eficaz y divertida cruzando vastos continentes como en autopista o en uso diario”. O sea, lo que era la primera Africa, pero mejor.
Un año y muchas pruebas después, podemos hablar de la Africa Twin con propiedad.
Mucho mejor
A diferencia de las anterior modelo, que disponía de un bicilíndrico en V a 72º, el motor es ahora de dos cilindros paralelos de 998 cc y está basado en de las Honda CRF250R/450R, al usar el mismo diseño Unicam de culata de 4V por cilindro (3V en las 750 anteriores). Su potencia es de 95 CV a 7.750 rpm y tiene un par motor de 9,9 kgm a 6.000 rpm, superando a la 750 en nada menos que 35 CV y en casi 3 kgm. Se ofercen dos versiones: una con el clásico cambio al pie y otra con el sistema de doble embrague DCT y cambio automático.
Desde luego, cumple con la normativa Euro 4, y gracias a un consumo medio de 5,5 l/100 km -que nos ofreció en nuestras pruebas entre carretera, ciudad y autopista- la autonomía es de 341 km, con su depósito de 18,8 litros. Viajando, este consumo puede incluso ser menor.
Un tema que provocaba un cierto escepticismo -para esta moto- era la versión con cambio automático DCT y su doble embrague, que incorpora el modo manua y dos modos automáticos (Sport, con tres subniveles, S1, S2 y S3, y el económico Drive). Este cambio permite al conductor realizar los cambios de marcha mediante los gatillos en la parte izquierda del manillar.
Sabiendo de las bondades del sistema DCT en ciudad y carretera, nos sorprendió gratamente en pistas con el setting G (Gravel, gravilla, arena), una opción dentro de alguno de los tres modos S, que otorga un excelente tacto al embrague, ideal para conducción sobre tierra. El sistema DCT resulta ser idóneo fuera de carretera, en contra de lo que habíamos creído muchos, porque cuando conducimos de pie podemos escoger entre cambiar con el mismo pie o con los pulsadores. Si añadimos el control de tracción y que es posible desconectar el ABS, veremos que esta moto es perfecta para sentirnos como Joan Barreda en el Dakar.
Y desde luego, viajera
Para el que quiera una moto para ir a Cabo Norte o recorrerse los Alpes, Honda dispone de las viajeras Crossrunner 800 y especialmente la Crosstourer 1200, motos comodísimas y potentes, pero el que quiera viajar con una Africa Twin podrá hacerlo sin problemas. Para los que, hace años, lo hicimos sobre sendas 750, la CRF1000L se nos antoja como una maravilla: más cómoda, potente, mejor equipada (asiento regulable en dos alturas (850-870 mm), pantalla ajustable en altura (aunque con herramientas), modos de conducción, ABS, consumo reducido... A todo ello le sumamos la posibilidad de añadirle maletas y top case, defensas y todo aquello que podamos necesitar para un largo viaje sobre cualquier tipo de terreno o condición.
En conducción deportiva por carretera se siente ágil y el ancho manillar ayuda a moverla con soltura. Cierto es con que la rueda delantera de 21" no tiene la misma inmediatez de maniobra que una de 19" o desde luego, que una de 17", pero sí que permite una conducción alegre. El motor empuja de manera lineal pero contundente desde muy pocas rpm y ayuda a salir rápido de las curvas.
¡Viva la aventura!
Éramos muchos los que clamábamos al cielo para que regresase la Africa Twin, especialmente los que tuvimos alguno de los anteriores modelos. Cierto es que había algo de miedo de que la nueva Reina de Africa fuese algo totalmente distinto a su antecesora, que se tratase de una trail burguesa, pero no: la CRF1000L es una auténtica Africa Twin, una moto que nos devuelve aquella sensación de sentirnos especiales, de sentirnos aventureros.