Historia de la Vespa: De la marca a la leyenda

Historia de la Vespa: De la marca a la leyenda

Si bien la primera Vespa se fabricó en 1946, para encontrar los orígenes de la compañía nos hemos de remontar a 1884, cuando Rinaldo Piaggio fundó en Génova una empresa de fabricación de barcos que posteriormente se amplió con la industria de ferrocarril, fabricación de furgones, autobuses y todo tipo de motores.

Con la llegada de la Primera Guerra Mundial, la compañía Piaggio comienza a fabricar aviones e hidroaviones, crece industrialmente y adquiere nuevas instalaciones como la planta de Pisa en 1917 y cuatro años más tarde la de Pontedera, que se convirtió en el centro de la producción aeronáutica.

La Segunda Guerra Mundial supuso un duró revés para Piaggio, ya que, al ser uno de los principales fabricantes de aviones italianos, civiles y militares, sus fábricas fueron bombardeadas y quedaron en una situación muy ruinosa después de la guerra. Es en este contexto cuando los hijos de Rinaldo, Enrico y Armando, inician la reconversión industrial. Fue Enrico concretamente quien tuvo la privilegiada visión de crear un vehículo de bajo coste, ideal para un país emergente de la guerra. Dio forma a su intuición gracias a la colaboración del ingeniero aeronáutico e inventor Corradino D’ Ascanio, con el que creó un prototipo conocido como el MP5, un scooter sobre la base de las pequeñas motos del cuerpo de paracaidistas, apodada Paperino, el nombre italiano del Pato Donald, debido a su peculiar forma.

Gracias a la experiencia aeronáutica de Corradino D’Ascanio y a la colaboración de Mario D’Este, su diseñador de confianza, se encontró solución a todos los problemas que iban apareciendo en el nuevo scooter y se crearon innovadoras soluciones que se convertirían en marca de la casa, como la eliminación de la suspensión trasera, del chasis tubular y de la cadena, la colocación del cambio de marchas en el manillar, la suspensión delantera inspirada en la usada en la aviación o el mítico diseño de una carrocería que protegía al conductor del viento y de la suciedad. Fue el propio Enrico Piaggio quien bautizó el scooter; al estar delante del prototipo MP6, con su amplia parte central y su estrecha cintura, exclamó: “¡Parece una avispa!”. Y así nació la leyenda.

Del escepticismo al milagro

El 23 de abril de 1946, Piaggio & C. SpA. presentaron las patentes de la primera Vespa 98 c.c. En un corto espacio de tiempo fue mostrada al público, pero provocó reacciones no muy alentadoras. Sin embargo, Enrico Piaggio no dudó en lanzar la producción en fábrica de dos mil unidades de la Vespa 98 c.c. Se pusieron dos versiones a la venta con dos precios: 55.000 liras para la versión normal y 61.000 liras para la versión de lujo, que incluía algunos elementos opcionales, como el velocímetro, el caballete lateral o los neumáticos con banda blanca.

Los fabricantes y los expertos en el mercado estaban divididos: por un lado, las personas que veían la Vespa como la realización de una idea brillante y, por otro, los escépticos, que pronto cambiarían de opinión.

Al año siguiente apareció la Vespa 125, un modelo más grande que pronto se estableció firmemente como el sucesor de la primera Vespa 98. El milagro Vespa se había convertido en realidad y la producción crecía constantemente; en 1946, Piaggio puso 2.484 scooters en el mercado. Estos se convirtieron en 10.535 al año siguiente y, en 1948, la producción había llegado a 19.822. Cuando en 1950 el primer licenciatario alemán también comenzó la producción, esta superó los 60.000 vehículos, y solo tres años más tarde, 171.200 vehículos salieron de las fábricas.

Los mercados extranjeros también observaron el nacimiento de la moto con interés, y tanto el público como la prensa expresaron curiosidad y admiración. El “Times” lo llamó “un producto completamente italiano, como no hemos visto desde el carro romano”. Enrico Piaggio continuó trabajando tenazmente para fomentar la difusión de la Vespa en el extranjero y creó una extensa red de servicio en toda Europa y el resto del mundo. Mantuvo una atención constante y un creciente interés por su producto, con una serie de iniciativas que incluían la fundación y difusión de los clubs Vespa.

La Vespa se convirtió en el producto Piaggio por excelencia. Sus perspectivas comerciales traspasaban las fronteras nacionales y, en 1953, gracias a su incansable determinación, había más de diez mil puntos de servicio Piaggio en todo el mundo, incluyendo América y Asia. Ese mismo año llegó a España a través de Moto Vespa, S.A.

El nuevo scooter había traspaso su enorme éxito comercial, se llegó a producir en 13 países y comercializar en 114, al convertirse además en un símbolo de un estilo de vida que dejó su marca en su época al estar presente en el cine, en la literatura y en la publicidad.

En la actualidad

Vespa ha sido copiada e imitada de miles de maneras: pero la singularidad del vehículo aseguró a Piaggio un período muy largo de éxito, tanto que, en 1960, Vespa superó la marca de dos millones de unidades producidas; en 1970 alcanzó los cuatro millones y más de diez millones en 1988, que convirtieron la Vespa, que ha vendido más de 18 millones de unidades hasta la fecha, en un fenómeno único en el sector de las dos ruedas motorizadas.

Desde 2004, en que se produjeron 58.000 vehículos, el crecimiento de la marca Vespa ha sido espectacular. De hecho, el número pasó de 100.000 en 2006 a 122.000 en 2009 y casi 170.000 en 2015. Triplicó su producción en diez años, durante los cuales casi 1,5 millones de nuevos modelos de Vespa han salido a recorrer las calles de todo el mundo.

Actualmente, Vespa es más que nunca una marca global,que se fabrica en tres centros de producción: Pontedera, donde se han producido sin interrupción Vespa desde 1946, con destino a Europa y los mercados occidentales, incluyendo las Américas; Vinh Phuc, en Vietnam, que sirve al mercado local y el Lejano Oriente; y en la India, en la nueva planta de Baramati, abierta en 2012, donde se producen Vespa para el mercado indio.

Las Vespa

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La primera Vespa: Su motor de 98 c.c. entregaba 3,2 CV a 4.500 rpm con una velocidad máxima de 60 km/h. Su producción duró dos años y se fabricaron más de 5.000 unidades; es el origen de la leyenda.

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La primera de 125 c.c.: Además del aumento de cilindrada, se diferencia de la 98 por la incorporación de suspensión trasera; la suspensión delantera también se modificó y, entre otras cosas, cambió de lado el anclaje del vástago y la bieleta de amortiguación

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Con el faro en el manillar: El motor recibe cambios importantes, la potencia aumenta hasta los 5 CV a 5.000 rpm y la velocidad máxima a 75 km/h. El faro se coloca en lo alto del manillar y se modifica el diseño de la zaga. Nace como un modelo económico, de ahí la U de su nombre.

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La primera Vespa deportiva: Para muchos el modelo más recordado de la marca, recibe numerosos cambios, el motor pasa a 150 c.c., caja de cambios de 4 velocidades, sillín largo estándar y ruedas con neumáticos de 10 “. Con admisión directa y 8 CV a 7.500 rpm, la 150 GS podía alcanzar los 100 km/h.

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Para los más jóvenes: La primera Vespa de 50 c.c. El motor presentó un nuevo diseño, con el cilindro inclinado 45 grados en lugar de horizontal. Fue el último diseño del gran Corradino D’ Ascanio. Desde 1964 y hasta la fecha se han fabricado más de 3,5 millones de Vespa de 50 c.c.

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Una de las más populares: Junto con la versión PX, el modelo más longevo de Vespa, la Primavera es de las más recordadas por la mayoría de los usuarios. Nuevo motor más potente, faro delantero de nuevo diseño y bastidor derivado de la Vespa 150 Sprint.

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Llega la era moderna: La PX significó una evolución importante en el diseño, que incluyó guantera en el contraescudo e intermitentes. Ese mismo año apareció también la P 200 E, la primera Vespa 200 de la historia, y tres años más tarde llegaría la versión 150 de la PX.

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La versión automática: Aunque no se llegó a comercializar en nuestro mercado, la versión automática de la PK supuso una de la innovaciones más importantes desde 1946. El hecho de que fuese automática permitió eliminar el pedal de freno y situarlo en el manillar. Al año siguiente llegaría la PK 50 Automática.

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La Vespa se moderniza: La nueva generación Vespa, con motor de 2T (ET2) y de 4T (ET4), se puso en escena durante el 50º aniversario de la marca y supuso un cambio radical en todos los sentidos. En 1999 apareció una versión de 150 c.c.

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Incombustible versión PX: Incorpora freno delantero de disco, nuevos colores y una cuidada estética clásica, que convierte el modelo PX en un éxito atemporal incluso en el nuevo siglo XXI. Además luce de nuevo el logo histórico de la marca.

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Versión XXL: La Granturismo hizo su aparición como el modelo más potente jamás producido por Vespa. Motor 4T 4V LC, ruedas de 12 pulgadas y frenos de disco en ambas ruedas. Se fabricó en 125 y 200 c.c., y a partir de 2011 creció hasta los 300 c.c.

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Volver a los setenta: Esta versión retoma la estética más clásica de faro rectangular de la Primavera de los años setenta, aunque sin descuidar las comodidades que ofrecen los scooters actuales. Sobre esta misma base se incorporarán las nuevas mecánicas de tres válvulas.

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Presumiendo de diseño y elegancia: Inspirado en el prototipo MP6, la 946 se distingue por ser la más exclusiva de las Vespa jamás fabricada –incorpora control de tracción (ASR) y ABS–. En la foto, una versión conmemorativa del 40 aniversario de la fundación Giorgio Armani y los 130 años de vida del Grupo Piaggio.

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Versión homenaje: La Sei Giorni es la última versión aparecida en el mercado y rinde homenaje a la Vespa Sport Sei Giorni, que en 1951 logró alzarse con nueve medallas de oro durante los seis días internacionales de Varese. Increíble el parecido con las primeras Vespa.

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