Historia de la MV Agusta Brutale, ya han pasado 20 años

Historia de la MV Agusta Brutale, ya han pasado 20 años

La historia de la MV Agusta Brutale y un diseño que marcó tendencia en las motos nakeds, toda una leyenda que cumple 20 años desde que llegó a las tiendas.

El renacimiento de la mítica marca del Conde Agusta, Meccanica Verghera Agusta, comenzó en 1992, cuando Cagiva anunció que compraba la marca y todos sus materiales.

Claudio Castiglioni, el boss y fundador de Cagiva, se convirtió de pronto en un héroe nacional al rescatar la firma de las garras del olvido y la especulación. Retener el legado de MV era una cuestión de orgullo patrio.

En 1997 mostraron el primer prototipo de la superdeportiva F4, obra del mítico Massimo Tamburini, que se puso de largo para la prensa en 1999, con el lanzamiento de la MV Agusta F4 Serie Oro, una serie limitada y exclusiva.

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Un año más tarde, el 13 de septiembre de 2000, en el salón Intermot de Munich asistí a la presentación de la segunda creación de la antigua marca de Varese, la MV Agusta Brutale, que se puso a la venta en 2001 sin dilación.

En aquel momento no fui consciente de la importancia de este modelo pero, claro, no somos adivinos ni tenemos una bola de cristal... Nadie imaginaba que 20 años más tarde seguiría siendo un referente.

La historia de la MV Agusta Brutale está plagada de modelos y versiones

Massimo Tamburini también fue el artífice de su diseño, que partió de una F4, lógicamente, aunque le dio el toque mágico que la dotaría de una personalidad propia y diferencial.

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La elegante y atrevida naked streetfighter tenía una estética marcada por su faro ovalado “fláccido”- que crearía tendencia, vista en modelos como la Yamaha FZ6-. Fue el punto más controvertido de su diseño que más tarde se mostraría como un acierto.

Dotada de un chasis multitubular de acero con pletinas de aluminio, basculante monobrazo de fundición de aluminio, llantas de aleación, gruesa horquilla invertida Showa de 50 mm con pletina triple, monoamortiguador Sachs con bieletas y doble disco de freno delantero de 310 mm con pinzas Nissin de seis pistones, marcó un nuevo camino a futuras generaciones de nakeds.

El diseño fue tan cuidado que las pinzas de freno de seis pistones y hasta las bombas de freno y de embrague fueron fabricadas por Nissin con el diseño requerido por MV.

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Su motor era de cuatro cilindros en línea transversal de 750 c.c. era el de la MV Agusta F4 -4T, LC, 16V en disposición radial, DOHC- de 127 CV, por lo que además de tremendamente bella, era muy potente, y ligera, ya que pesaba 179 kilos en vacío.

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La primera versión fue la Brutale Serie Oro, con componentes de la parte ciclo en magnesio y piezas de fibra de carbono, de la que solamente se fabricaron 300 unidades.

Dos años más tarde lanzaron la versión asequible de esta Brutale, la 750 S, sin magnesio ni carbono, a un precio más reducido, aunque igualmente seguía siendo elevado, como corresponde a una marca premium.

El mago tras el diseño de la Brutale es, como no, el desaparecido Massimo Tamburini

A lo largo de los años la gran tetracilíndrica naked fue evolucionando, pasando por diferentes configuraciones, versiones especiales y cilindradas.

Así, en 2001 nació como 749 c.c., en 2005 creció de cilindrada para dar vida a la 910, que se convirtió en la 1078 en 2008. En 2010 aparecieron las versiones 989, 990 y 1090, y en 2012 sorprendió con una versión más accesible, la 920.

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Se sucedieron las versiones S, R y RR, y las versiones especiales Gladio, America, Italia, Hydrogen o Corsa, a cuál más excitante y diferente, pero siempre con un precio incrementado, naturalmente.

En 2012 llegó la “Brutalina”, la versión de 3 cilindros que nació con 675 c.c. y que más tarde pasó a cubicar 800 c.c., versión con la que se crearon las excitantes Dragster.

La última Brutale lanzada, totalmente nueva y con toda la electrónica del mundo, se puso a la venta en 2019 con la versión, cómo no, Serie Oro, y hoy en día la gran Brutale tetracilíndrica tiene las versiones 1000 RR, RS, Rush y Nurburgring, y aún tiene cuerda para rato…

Una curiosidad: la primera Brutale en 2001 tenía un precio de 6.200.000 pesetas, unos 37.000 euros al cambio, una auténtica fortuna en 2001 y en este 2021. Larga vida a la Brutale.

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