A finales de los años 20 y principios de los 30 las motos eran algo muy básico y de diseño muy simple, con motores monocilíndricos o, en el mejor de los casos bicilíndrico. Orley Ray Courtney, el diseñador de Henderson, fue mucho más allá con la KJ Streamline.
Courtney creyó que, hasta entonces, la industria de la motocicleta no proporcionaba la suficiente protección contra el aire y las inclemencias del tiempo y así ideó esta elegante carrocería totalmente cerrada para la KJ Streamline. Su diseño rompía con todo lo visto hasta el momento en el mundo de la moto y se inspiraba en los automóviles norteamericanos de la época.
Los paneles de acero fueron hechos a mano, y a la práctica, eran difíciles de montar y pesados. Con su motor de tetracilíndrico longitudinal (como una BMW K100, vamos) de 1.200 cc y 40 CV, la Henderson KJ Streamline de 1930 podría superar los 100 mph (165 km/h), una barbaridad hace casi 80 años.
El 29 de abril de 1930, una Henderson «Special» KL, con Joe Petrali a sus mandos, logró 116.12 mph (191,6 km/h) y 109.09 mph en dos pasadas registradas, con un promedio de 112.61 mph (185,8 km/h). Los pistones de dos aros y compresión más alta y un carburador más grande (32 mm) aumentaron la potencia hasta los 45 CV a 4.500 rpm. El modelo ‘Especial’ (KL) estuvo disponible entre 1930 y 1931.
Aparecida en 1929, justo estallar el crack mundial de la bolsa, la Streamline resistió hasta 1931, cuando la fábrica de Henderson se vio obligada a cerrar sus puertas y con ellas, la increíble KJ Streamline.
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