Si a muchos ya les parecería una locura cruzarse el continente de norte a sur en moto, hacerlo en vespa ya escapa a nuestra razón. A pesar de esto, aún hay aventureros dispuestos a hacer “animaladas” de este calibre: uno de ellos es Nacho Medina, que pretende cruzar África en moto para llegar al próximo Mundial de fútbol.
Su equipaje es ligero, tres calzoncillos, dos camisetas, unos vaqueros y unas bermudas. Con estos enseres y una Vespa de segunda mano, Nacho se está recorriendo los 15.000 km y los ocho países que separan Alejandría de Potchesfstroom, la ciudad donde se concentrará la selección española durante gran parte del Mundial. “Envié la moto por barco hasta Alejandría y allí empecé la ruta hace un par de meses”. Nacho está siguiendo una antigua ruta colonial inglesa del siglo XIX pasando por: Egipto, Sudán, Etiopia Kenia, Tanzania, Zambia, Botswana y Sudáfrica. Asegura que le han prometido entradas para los partidos cuando llegue.
Para este viaje, Nacho ha estado ahorrando un año y ha pedido una excedencia en su trabajo. Aunque nos pensemos que viajar de este modo sale relativamente bien de precio, la historia no va por allí. Y es que aunque la moto sea pequeña consume lo suyo: “Gastaré unos 3.000 euros en gasolina ¡Y eso que en Sudán solo costaba 15 céntimos el litro! También he calculado otros 1.000 en aceite”.
Su aventura, como cualquier otra, no esta libre de curiosidades y vivencias. En Etiopía se comió una crepe agria que le produjo diarrea durante una semana. También le picó una avispa teniendo que inyectarse un medicamento en el culo delante de 30 sudaneses. En Nairobi le robaron la cartera, de modo que tuvo que esperar a que le mandaran otra tarjeta de crédito desde España para seguir disponiendo de crédito. Al plantear su aventura también quería subir al techo de África, al Kilimanjaro y hacer surf en Mozambique. Viaja con un bidón de 5 litros de gasolina encima para “lo que pueda pasar”. Asegura que en todo momento se ha sentido acogido por la gente “no tienen nada pero te lo dan todo”.