Harley-Davidson Sportster XL1200 Custom: Algo personal

Dentro del catálogo de la marca de Milwaukee, las versiones Sportster ocupan un espacio muy importante, casi exclusivo. Y es que cuando hablamos de Sportster lo hacemos también de un estilo propio, que con el paso de los años se ha ido fraguando para consolidarse como la opción más deportiva de Harley-Davidson (a excepción de la XR 1200, claro). La marca tiene muy clara la valía de este modelo y por eso lo mima con la incorporación de nuevas versiones año tras año cuidando hasta el más mínimo detalle, un cuidado que le ha servido para elevar el apellido Sportster a la categoría de leyenda. Y en ese devenir desde su aparición en 1957, la familia Sportster ha ido creciendo y ha recibido infinidad de nuevos miembros; se nos haría imposible decir cuántos. De todos ellos, el último en llegar se presentó hace apenas unos meses en Loja, Sevilla, evento del que ya os dimos todos sus detalles en su momento. Hablamos de la Sportster XL 1200 Custom, una moto pensada para adaptarse a todos los estilos y para gustar a mucha gente. Opción de personalización Pues eso, que está pensada para cautivar a multitud de personas y no sólo para un estilo de clientes, y para ello la marca dispone de ocho diferentes posibilidades de customización, ocho packs predeterminados con los que los futuros propietarios pueden configurar su Sportster acercándola a sus preferencias estéticas. De hecho, la XL 1200 Custom a la que nos hemos subido para la sesión de fotos que podéis ver acompañando esta prueba monta uno de estos kits, el Blacked Out (tapón, indicador de combustible, puños, estriberas y puntera de palanca de cambios Diamond Black y retrovisores de la colección Tribal en negro brillante); también hay packs específicos para los viajeros (Cruiser), para las chicas (Women’s Cruiser), para los más radicales (Too Hot),… y así hasta ocho, que os detallamos en un recuadro adjunto. Además de esta peculiaridad, la XL 1200 Custom dispone de ciertos elementos exclusivos. Por ejemplo, es la primera Sportster que monta un motor completamente cromado y la única con llantas de radios también cromadas. Asimismo, tanto la visera que hay sobre el faro delantero como el piloto trapezoidal equipado con diodos led que hallamos en la zaga son también de nueva factura. Aunque el asiento pueda parecer algo parco a la hora de ofrecer acomodo, lo cierto es que el conductor se encontrará muy a gusto sobre él, y el pasajero, aunque no tan cómodo, también resultará favorecido respecto al resto de las Sportster 1200 del mercado, pues en este caso por lo menos se ha pensado en él ofreciéndole una porción de asiento bastante generosa dados los antecedentes. Motor con mucho par El motor que da vida a esta nueva XL 1200 Custom es el Evolution; bicilíndrico en V de 45º, refrigerado por aire y con empuje por varillas. Se trata de un propulsor que destaca, más que por la potencia que desarrolla (72,6 CV), por el increíble par que brinda y a las pocas vueltas que lo entrega. El calado de los cilindros a 45º hace que sea un motor que vibre, pero es que de lo contrario no estaríamos hablando de una Harley. Las tremendas pistonadas se notan mucho, y eso que los silentblocks filtran la mayor parte. Los pistones no son muy anchos, pero sí que tienen una gran carrera, y eso hace que sea una mecánica con un carácter plano y muy poco deportivo. De hecho, es un motor que busca precisamente lo que ofrece: empuje sólido desde muy abajo y que cada pistonada se traduzca en tracción sobre el asfalto, algo en lo que colabora de forma muy directa la característica transmisión por correa dentada. Es una auténtica experiencia notar el tremendo par motor que brinda una Harley de 1.200 cc como esta Sportster desde tan abajo; a 2.500 rpm ya está dando 10 kgm, ¡se puede quemar rueda en las salidas desde parado! Es cierto que este propulsor es capaz de dar más de lo que la mayoría de los usuarios van a necesitar, aunque no nos referimos a las aceleraciones sino a la velocidad punta, ya que dada la casi nula protección aerodinámica que ofrece, a no ser que escojamos el pack Cruiser, las velocidades a las que nos puede llevar son difíciles de soportar durante muchos kilómetros (hemos llegado a ver 180 km/h de marcador). Cumplidora y no poco más Si tenemos en cuenta que estamos sobre una Harley-Davidson, que pesa más de 250 kg y que los neumáticos que monta son de perfil alto (tipo balón), no le pondremos ninguna pega a la parte ciclo. La horquilla, con barras de 39 mm, se muestra bastante correcta en carreteras rápidas, en las que las curvas son de radio ancho y el asfalto no compromete la estabilidad con baches o rugosidades. Asimismo, el doble amortiguador de anclaje directo en el eje posterior actúa con soltura, brindando comodidad y al mismo tiempo transmitiendo muy bien el contacto del neumático sobre el asfalto, trabaja mucho mejor que la horquilla y además se puede ajustar en precarga de muelle. Sobre el asiento nos encontraremos igual que sobre una butaca en primera fila, disfrutando del paisaje, y a una velocidad media de 100-120 km/h esta moto se encuentra como pez en el agua (aunque las estriberas vibran demasiado incluso para ser una Harley). En nacionales rápidas o en carreteras de montaña notaremos que el límite de la inclinada lo ponen las estriberas muy pronto, pero eso sirve para que no perdamos de vista que hemos venido a disfrutar de las vistas y la carretera, y no para meterle caña al mando del gas. Eso sí, si le apretamos, que en realidad se puede bastante más de lo que los avisadores de las estriberas nos advierten, lograremos sacarle los colores a la horquilla, porque con un ritmo fuerte se nota demasiado lanzamiento y las barras sufren de ciertas flexiones. Aun así, el límite está más determinado por los neumáticos, con su poca superficie de contacto y su compuesto más bien tirando a duro, que no por la parte ciclo en sí. En cuanto a los frenos, un poco más de lo mismo, se limitan a cumplir y poco más. En este caso, el tremendo pedal del freno posterior nos ayuda a apoyarnos sobre él relegando al freno delantero, más incómodo cuando vamos de paseo, a labores de ayuda y, puntualmente, para frenadas más consistentes. Eso sí, a cierta velocidad, por encima de los 140 km/h, ni el uno ni el otro nos han parecido con suficiente mordiente para detener los más de 250 kg de esta Harley. La tercera 1200 Sportster Aunque con la gran cantidad de elementos opcionales que la marca americana pone a disposición de sus clientes para personalizar sus monturas podríamos estar hablando de infinidad de versiones, en realidad esta XL Custom es el tercer modelo 1200 Sportster disponible en el catálogo de Milwaukee: los otros dos son la Nightster y la Forty Eight. En cuanto al precio, la 1200 Custom se sitúa al mismo nivel que sus compañeras, arrancando desde los 11.650 euros y aumentando esta cifra según los acabados y equipamientos que escojamos. Así pues, Harley pone en liza con esta XL 1200 Custom un modelo muy personalizable, con el que cualquier usuario puede configurarse su moto ideal y, sobre todo, con la que poder disfrutar por carretera de una conducción 100 % Harley Davidson. Artículo publicado en el número 1822 de la revista Solo Moto Si quieres el número, puedes pedirlo a nuestro departamento de suscripciones

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