Harley Davidson FXDCW Softail Rocjker C: Para tipos muy duros

Seguramente, ni la propia gente de Harley Davidson esperaba que las nuevas Rocker desaparecieran de sus manos, pero esto es exactamente lo que ha sucedido, a pesar de que la mayoría de los compradores tan sólo habían visto estas custom en fotografías y sabían de ella por la prensa especializada. Luego, está claro que la Rocker C ya es de serie lo que a muchos aficionados a la marca de Milwaukee les cuesta trabajo llegar a conseguir mediante caras y laboriosas transformaciones. Desde luego que se puede personalizar esta Harley, como todas las de la marca, pero la espectacular base custom-chopper ya viene de fábrica...

La Rocker aporta curiosas soluciones, como el Rockertail (cola o colín de la Rocker), cuya suspensión, tipo Cantilever, queda oculta. El sistema solidariza el conjunto guardabarros-basculante de manera unitaria, con el asiento en voladizo y con otro interesante invento, el Trick-Seat (asiento con truco), que oculta la plaza del pasajero plegada bajo la del conductor. Con todo esto, el propietario de la Rocker C irá algo más elevado que el de la estándar (+19 mm), pero aun así su trasero estará situado muy bajo... como buena custom que esta moto es. Las llantas son de aleación, muy deportivas, y la trasera monta un inmenso neumático 240/40 x 18” que potencia el aspecto chopper de la Rocker

C y que, junto al gran lanzamiento de la horquilla, es el protagonista de esta Harley.

El motor que equipa es el Twin Cam 96B, de 1.594 cc, que cuenta con un doble eje de equilibrado, por lo que las vibraciones se han visto drásticamente reducidas. El funcionamiento es dulce y está potenciado por la entrega de casi 12 kgm de par motor a tan sólo 3.200 rpm, un auténtico tractor. El peso -no podía ser menos- excede largamente los 300 kg. Para tipos rudos o chicas muy cachas.

ADMIRADA Y TEMIDA

La Rocker despierta admiración. Si la aparcas en un sitio público, siempre habrá más de uno echándole una ojeada; si estás detenido en un semáforo, otros moteros te preguntarán por ella o harán algún comentario sobre lo espectacular que es. Es indicativo que cuando los oteadores llegan a la parte trasera y ven el enorme neumático trasero, que inmediatamente trae a la cabeza la idea de un dragster, les despierta un cierto temor o, por lo menos, respeto. ¿Y qué se siente a lomos de tal aparato? Averígualo en el número 1.683 de Solo Moto.

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