El plan trazado por KTM era sencillo: alinear a todos sus pesos pesados en la categoría E2, la única que quedaba por decidir, con el objetivo de meter al máximo número de pilotos entre Guerrero y Mena. La táctica funcionó, pero sólo a medias. Guerrero logró el campeonato a pesar de que no estaba totalmente recuperado de la fractura de peroné que se produjo en los pasados ISDE y de que tuvo que pelear, además de con Oriol Mena, con los ya campeones de E1 y E2, Iván Cervantes y Xavi Galindo.
Cristóbal Guerrero se cayó en la primera especial, la extrema de Reus, pero poco a poco fue recuperando el tiempo que había perdido. Aunque con un séptimo puesto, el malagueño se apuntó su segundo título de Campeón de España de Enduro, esta vez en la categoría de E2. El gallego Aarón Bernárdez le echó un cable a última hora al de Yamaha Ausió en su reaparición en el nacional.
En una prueba con especiales de altos vuelos como la de Constantí, rapidísima y abierta, el de Husqvarna demostró que, a pesar de tener los escafoides tocados, no hay nadie como él para enroscar el puño del gas. Su técnica y trazadas, heredadas de su etapa en el motocross, marcaron las diferencias. Cervantes ganó en su casa, pero el gallego no se lo puso nada fácil. Mena, el protagonista contra su voluntad, ocupó el tercer cajón del podio de E2.
El de Canyamars, en una muestra de deportividad, personalmente felicitó a Guerrero por un título que bien se había ganado. Sin Cervantes en E1 ni Galindo en E3, los hermanos Jou se repartieron las victorias en estas categorías. Mientras, en E3 la victoria fue para Joan Jou, que estuvo acompañado en el podio por Marc Sol