GP Cataluña: 125, hasta la última gota

La temporada de 125 ha tardado muy poco en tomar la fisionomía que se le presuponía antes de que arrancase el campeonato. Recuperado Bradley Smith tras su podio de la carrera de Silverstone, los que debían estar en cabeza analizando la última temporada y los entrenamientos invernales están cumpliendo con lo que de ellos se esperaba. Los dos que han tenido un comienzo más sólido de año han sido, sin duda, Pol Espargaró y Nico Terol. Dos pilotos de perfil distinto que están siendo capaces de ser todo lo regulares que se necesita en una cilindrada en la que en poco tiempo ha quedado claro que la pelea final va a quedar en manos de tres más uno. Los dos citados, el que todo el mundo estaba esperando desde que debutase en el Mundial en 2008, Marc Márquez, y el británico Smith, que tendrá que apretar todavía un poco más, además de mantenerse lo más regular posible a la espera de que los tres de delante cometan uno o más errores. Una lucha ante la meticulosidad y constancia de Terol, frente al instinto de Espargaró y el desparpajo de Márquez. Un todos contra todos en el que no hay amigos, ni colores, y que promete dar episodios de alta intensidad, como los que ya se han vivido en Qatar o, sobre todo, en Inglaterra, donde Espargaró y Márquez llevaron la búsqueda de la victoria muy cerca del límite. Y, además, con un factor muy a tener en cuenta: con tan pocos candidatos sólidos al título, los fallos cuentan más que nunca. Un cero va a ser muy difícil de levantar, ya que necesitaría de un fallo masivo por parte del resto.

Montmeló vivió hace cuatro temporadas, en 2006, el segundo triplete del 125 español. Aquel día, Héctor Faubel y Sergio Gadea acompañaron a Álvaro Bautista, lanzado a por su Mundial, en un podio completo de Aspar –pocas semanas antes, con Faubel en lo más alto, los mismos tres protagonistas abrieron la racha de tripletes-, que bien podría repetirse esta temporada. Ahora bien, desde ese año los españoles no han conseguido ganar delante de su afición. En 2008, el triunfo fue para Mike di Meglio; en la temporada anterior fue Tomoyoshi Koyama el que se llevó el gato al agua. Esa espinita, la de no ver ganar a uno de los suyos, se clavó aún más hondo en los aficionados cuando el año pasado Julito Simón levantó los brazos antes de tiempo, una vuelta en concreto, para celebrar un triunfo que era el suyo. El despiste del de Villacañas, con posterior cara de ¿dónde me meto yo ahora?, puso en bandeja la victoria a Andrea Iannone. De ese chasco deberían de ser resarcidos los que acudan este domingo a Montmeló.

Aunque no sólo los cuatro pilotos citados contarán con opciones claras de pelear por ganar. Ese territorio también es en el que se está moviendo Efrén Vázquez, sin duda la revelación de la temporada. Con la marcha de algunos de los punteros de 2009 era fácil que subiese en el escalafón. Lo difícil era que eso lo acompañase con un crecimiento como piloto que le ha llevado a codearse con los a priori favoritos fin de semana tras fin de semana. De hecho, sin los fallos que adornan su currículo esta temporada, sus aspiraciones en el campeonato serían mucho más altas. Y no sólo será para él especial este GP. También para el resto de los españoles. Tito Rabat, que ya ha subido al podio este año, está en ese paso de abandonar la mera pelea por el top diez para aproximarse a los de cabeza, mientras que Alberto Moncayo, Luis Salom y Adrián Martín tratan de no abandonar GP tras GP los puestos de puntos, con los dos primeros apretando siempre para terminar entre los diez primeros. A ellos se les sumarán los ilusionados wild-cards, Isaac Viñales, Johnny Rossell, Joan Perelló y Eduard López.

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