Sito Pons, subcampeón en el 86, comenzaba la temporada 87 como el gran candidato al título. Sin embargo, una serie de lesiones en sus manos y diversas roturas de motor acabaron con todas sus aspiraciones en una temporada en la que se le catalogó de piloto conservador. Una victoria en la última carrera lo volvía a meter entre los favoritos al título para la siguiente campaña, un año 88 en el que se cambiaba el sistema de puntuación para premiar la regularidad sobre los triunfos. Con este nuevo sistema, Sito hubiese sido campeón en el 86, con lo que la fama de piloto que corría con la calculadora iba a verse incrementada.
Anton Mang, campeón en el 87, a pesar de anunciar su retirada como piloto activo, decidía a sus 39 años correr una última temporada más, y parecía no equivocarse, ya que en la primera cita, el GP de Japón, ganaba frente a un Sito Pons que parecía conformarse con la segunda posición, hecho que quedaría patente en la segunda convocatoria del año, el GP de EE.UU., donde Jim Filice se hacía con la victoria en la única carrera que iba a disputar en todo el año. Sito sabía que el americano no iba a ser rival para el título y conseguía un nuevo segundo puesto que le permitía ser líder del campeonato con su llegada a Europa, al GP de España.
Una vez más, Sito era criticado por cómo planteaba el campeonato, y en el circuito del Jarama callaba todas las bocas con un triunfo aplastante desde principio a fin, en una carrera marcada por el terrible accidente sufrido por Carlos Cardús en el que perdía el casco y quedaba inconsciente sobre el trazado madrileño.
Sin salirnos de España, iba a celebrarse la cuarta prueba de la temporada, el GP de Portugal en el circuito de Jerez, donde Pons no concluía ni tan sólo una vuelta. En la entrada en meta, se tocaba con Alberto Puig y acababa por los suelos, en una carrera que ganaría Joan Garriga, que supuso su primera victoria en un Gran Premio, y que, sumada al segundo puesto logrado en el Jarama, lo catapultaba hasta la segunda posición provisional del campeonato a un solo punto de Sito. Con los dos españoles en cabeza, se llegaba al GP de Italia que acabaría ganando Dominique Sarron, mientras que Pons y Garriga eran segundo y tercero, plazas que repetirían en el siguiente GP en Alemania, en esta ocasión, tras Luca Cadalora.
Con el GP de Austria comenzaban los circuitos Honda, es decir, las pistas rápidas donde la marca del ala dorada podía exhibir su mayor velocidad punta frente a las menos potentes, pero más ágiles Yamaha. En un trazado que a priori tenía que ser favorable para Sito, éste se encontraba con una mecánica poco adecuada y quedaba relegado a la quinta posición, mientras que Garriga daba muestras de un arrojo y valentía sin igual, y con adelantamientos inverosímiles por el exterior conseguía una meritoria tercera plaza en un GP que se llevaría el suizo Jacques Cornu.
(Sigue leyendo en Solo Moto número 1.648)