Una compra de ocasión segura

Una compra de ocasión segura

Como sucede en la mayor parte de los secto­res, en el de las motos coexisten de forma pacífica y relativamente armónica el mercado de las motos nuevas con el mercado de ocasión, que durante los años de más profunda crisis nos ha demostrado que el interés y la pasión por las motos se mantenía a pesar del desplome de las ventas de motos nuevas. Os damos unos consejos para que tengáis una compra de ocasión segura en vuestra próxima moto.

A día de hoy, los concesionarios de motos están volviendo a registrar un incremento de la actividad y el crecimiento de las matriculaciones de motos este 2015 alcanza el 22 % en lo que va de año. El mercado de ocasión, siempre más estable, ni sufrió tanto durante la crisis ni está registrando ahora una acele­ración tan importante, pero mantiene un crecimiento constante, que este año es del 7,4 %. En cifras abso­lutas, entre enero y agosto se registraron en España 173.493 transacciones de vehículos de dos ruedas.

Muchas de estas operaciones, concretamente el 89,7 %, se realizan entre particulares y muchas veces sobre motos que uno localiza a través de los más populares portales de Internet que ofrecen espacios para anuncios clasificados. Allí, cuando buscamos motos realmente populares, solemos en­contrar algunas que están cerca de nuestro lugar de residencia, con lo que contactamos con el vende­dor, pedimos más detalles, quedamos, miramos la moto y, si nos convence, nos vamos a una gestoría o a Tráfico directamente para completar el proceso de compra.

El problema llega cuando la moto que nos gusta, la auténtica ganga que hemos encontrado, está aparcada en un fantástico parking a cientos de kilómetros. Muchos de nosotros hemos realizado largos desplazamientos para ver motos de segun­da mano. Algunas veces viajes productivos en los que hemos vuelto con la moto, pero en otras ocasiones nos hemos encontrado al llegar que el vehículo no se encontraba en las condiciones des­critas. Y no sé a vosotros, pero a nosotros perder el tiempo y el dinero es algo que nos duele.

Por ello, desde LVT, la mayor empresa de trans­porte de motos de España, la que lleva las motos desde los almacenes de la mayoría de los fabri­cantes y distribuidores hasta sus concesionarios, ha puesto en marcha Gestión Moto. Se trata de aprovechar esta enorme red de distribución y pun­tos de venta para que un taller oficial emita un cer­tificado sobre el estado de la moto, el comprador pueda tener garantías de que recibirá la moto en condiciones una vez realizado el pago y el vende­dor tenga también la garantía de que cobrará una vez entregada la moto.

El primer paso, una vez localizada la moto y contratados los servicios de Gestión Moto, es la comprobación de la moto y la documentación, proceso que se realiza en las instalaciones del agente de Gestión Moto más cercano al domi­cilio del propietario del vehículo, o al que este elija. Además de comprobar la originalidad de la documentación, verificar la propiedad de la moto y que esta no tiene cargas, se comprueba el nivel de aceite, estado de depósito, carena­dos, guardabarros, quilla, maletas/cofre, asiento, pantalla, retrovisores, llaves, cuadros de mandos, piñas de interruptores, manetas de freno/embra­gue, luces, puños, chasis, subchasis, horquillas, manillar, cadena/correa/cardán, tubo de escape, neumáticos, discos/pastillas/mordazas de freno, llantas, limpieza, y se controlan posibles pérdidas de líquidos en el transcurso de la comprobación.

A partir de aquí, si el clima lo permite y la moto está asegurada y con la ITV al día, se realiza una prueba dinámica con su respectivo informe valo­rativo, que en ningún caso generará ningún tipo de garantía. Se revisa todo lo que permite la moto sin des­montar ningún componente de la misma.

El pago es siempre uno de los momentos más delicados, y más si comprador y vendedor no se están viendo las caras. Es un momento incómodo para ambos, y desde Gestión Moto ofrecen dos soluciones. La primera es que comprador y vende­dor se entiendan sin su intervención, y la segunda es que el comprador realiza el pago a Gestión Moto, que genera un recibo que justifica el pago y automáticamente se realiza pago al vendedor.

De este modo no hay riesgos de falsedad do­cumental, retrocesos en las transferencias, cuen­tas falsas o cualquier otro intento de fraude. Una vez el comprador ha hecho el pago a Gestión Moto, se inician los trámites de transferencia y transporte.

Al depositar la moto en el agente, el propietario se lleva un documento en el que se compromete a dejar la moto, documentos y documentación fir­mada hasta que el interesado decida si compra la moto o no. Igualmente y en el mismo documento, el compromiso de Gestión Moto es que nada de lo aportado por el vendedor saldrá del agente hasta que este disponga del importe de la venta

En caso de que no se realice la transacción, se devolverá la moto y documentación y se destrui­rán los documentos firmados. En caso de que el interesado confirme la compra y una vez el vendedor haya cobrado, se iniciarán los procesos de cambio de nombre y transporte, nunca antes. Sea como sea que se realice el pago de la moto, se hace de modo seguro, pues la moto y documentos están en un agente que no permitirá nada que no se le indique directamente desde Gestión Moto.

Una vez realizado el pago de la moto, Gestión Moto procede a tramitar el cambio de nombre, en un proceso de gestoría que garantiza la transac­ción tanto a comprador como a vendedor. Una vez presentada la documentación en la delegación de Tráfico, su departamento gestor mandará a com­prador y vendedor la autorización provisional de circulación para que el vendedor pueda justificar la venta a su compañía aseguradora y poder ges­tionar su seguro y el comprador pueda circular hasta recibir la documentación definitiva, que re­cibirá en su domicilio una vez la expida Trafico.

Y por fin, queda el paso final, que es que la moto viaje desde su ya antiguo domicilio hasta donde reside su nuevo propietario. Ahí es donde inter­viene la red de transporte de LVT, el transportista exclusivo de motocicletas proveedor de las gran­des marcas de motos. Una vez realizado el pago de la moto, LVT realiza una previsión de fechas de recogida y entrega de la moto, que llegará a su destino en las mismas con­diciones en que salió, pero ya transferida para que el comprador disponga de ella desde su llegada.

La moto viaja desde el agente donde se ha reali­zado la comprobación hasta el agente de destino que se haya indicado en la contratación. El plazo medio de una gestión completa es de unos 12/15 días y depende de los plazos de de­pósito de la moto y pagos, algo que varía en cada operación. En cualquier caso, lo mas importante es realizar una gestión exitosa, sin sorpresas y con la garantía de realización de profesionales cualifi­cados del sector de la moto.

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