Gama HM 2010

Desde hace unos años, la firma italiana HM es la encargada de que las Honda de enduro tengan presencia en el mercado europeo. En sus instalaciones se equipan las preciadas CRF-X de la marca nipona con todos los elementos requeridos para su homologación en el Viejo Continente. También se transforman las CRF-R de motocross en las que posiblemente son las motos de enduro más cercanas a la competición. Tanto las X como las R gozan de toda la calidad de fabricación de la marca número uno del mundo, sólo que con pequeños retoques, en forma de componentes de procedencia europea.

Nace una estrella

La estrella de la presentación de las HM 2010 es la CRE F250R derivada de la Honda CRF250R de motocross, que se caracteriza por alimentarse con un nuevo sistema de inyección electrónica Keihin y por equipar una parte ciclo totalmente renovada. La base del motor es la misma que en los modelos anteriores, sólo que ha sido totalmente revisado. De entrada, las cotas de diámetro por carrera son diferentes, se ha alargado la carrera hasta los 53,8 mm (52,2 mm en el modelo 2009), por lo que se ha tenido que disminuir el diámetro hasta los 76,8 mm para que la cilindrada se mantenga en los 249 c.c. Los componentes más importantes del propulsor, como la culata, el cambio, los cárteres, el cigüeñal, etc., han sido revisados por completo, por lo que nos encontramos ante un motor prácticamente nuevo.

De todos modos, la mencionada adopción del sistema de inyección electrónica es la más importante de las modificaciones. Funciona sin batería y se autorregula conjuntamente con los mapas de encendido de manera automática para conseguir el máximo rendimiento en las diferentes condiciones ambientales. Los parámetros de la inyección se pueden programar conectando el sistema a un ordenador para conseguir que la respuesta del motor se adapte a nuestras exigencias. Un indicador situado junto al botón de paro se ilumina cuando surge un problema en la inyección.

Por lo que respecta al bastidor, el chasis es el doble viga de quinta generación, muy parecido al que equipaban las CRF450 2009. Los tubos laterales son de menor sección, ya que se busca una mayor flexibilidad. El motor va colocado en una posición más baja, con lo que se ha logrado que el centro de gravedad también lo sea. La carrocería sigue las mismas líneas que las de su hermana de 450, con un depósito de 5,7 litros más pequeño, pero con una plástica totalmente renovada. El basculante es 29 mm más largo, lo que contribuye a alargar ligeramente la distancia entre ejes, aportando tracción y estabilidad. El peso del conjunto es menor, tiene que ver en ello la utilización de un único silenciador, en este caso, un Leo Vince de titanio.

Las suspensiones se siguen confiando a Showa, que ha diseñado una horquilla totalmente nueva con barras de 48 mm de diámetro (47 mm en el modelo 2009). El amortiguador de la misma marca incorpora un pistón interior de mayor diámetro (50 mm) y se caracteriza por el vaso de expansión de reducidas dimensiones que va pegado al cuerpo del amortiguador. Como siempre en las CRE , los frenos están firmados por Nissin.

Aparte de este modelo, la gama HM nos ofrece una enorme variedad de cilindradas, las 250 R y X, la 300 X, las 450 R y X y la 500 X.

Inyección, pero con patada

Lógicamente, nuestra curiosidad ha hecho que nos decantemos por la nueva CRE F250R para iniciar la toma de contacto con las nuevas HM. A priori, cuando te dispones a pilotar una moto alimentada con un sistema de inyección electrónica, piensas que su principal característica va a ser la suavidad de respuesta. Y claro, un 250 4T suave en exceso se puede traducir en poco potente, pero nada más lejos de la realidad.

El nuevo motor de Honda rompe con todos los tópicos de la inyección, pues se caracteriza por una respuesta rápida y enérgica, incluso diríamos contundente. A bajo y medio régimen, el nivel de potencia es mejor que en el motor carburado, con un golpe de gas impresionante, que nos ha sorprendido agradablemente. En altos, la potencia también nos parece mejor que en el modelo anterior, y así nos los certifican los responsables de la marca, al confirmarnos que la potencia máxima aumenta en 1 CV. El tipo de respuesta es el que se espera en una moto de competición y además viene aderezada con una caja de cambio con unas relaciones cerradas, con muy poco salto entre una marcha y la siguiente. Por este motivo, a la hora de encarar una rampa fuerte, podemos ir cambiando de marcha sin que el motor decaiga lo más mínimo.

Uno de los aspectos a tener en cuenta a la hora de apostar por una moto como la CRE F250R, equipada con un 4T sin motor de arranque, es precisamente la maniobra de puesta en marcha. La hemos arrancado en frío, en caliente o bien tras una caída, y no hemos apreciado el menor inconveniente. Basta una patada larga y seguida para que el pequeño motor Honda cobre vida con una facilidad increíble.

La parte ciclo no se queda atrás respecto al motor. Ya de entrada, la posición de conducción es excelente: la forma del manillar Renthal y las reducidas dimensiones de la carrocería permiten una total libertad de movimiento. Además, como es característico en la motos fabricadas por Honda, todos los mandos se encuentran ubicados en la posición idónea.

El chasis sigue las líneas de comportamiento que marcó la CRE F450R de 2009. Es muy ligero y combina a la perfección la estabilidad necesaria en las zonas rápidas con una entrada excelente en los virajes más cerrados, es de los bastidores que siguen la trazada que le marcamos de manera natural, pero que además nos permite rectificarla de manera rápida y precisa.

En cuanto a las suspensiones, parece como si Showa se hubiese motivado por el hecho de que la 450 monta Kayaba. El tacto de la horquilla delantera es muy sensible, se traga los pequeños obstáculos sin que se lleguen a percibir en el manillar. En ningún momento tienes la sensación de pilotar un horquilla de motocross, el tacto inicial es suave y se endurece a medida que se incrementa el recorrido, de manera que no resulta para nada exigente.

El amortiguador, a su vez, es muy progresivo y hace que la rueda se mantenga pegada al suelo, de manera que la capacidad de tracción es excelente, y las reacciones en los rebotes, totalmente controlables.

La capacidad de frenado de los Nissin está más que contrastada, y si viene aderezada con un tacto dosificable, como es el caso, no se puede pedir más. Los frenos de Honda son de lo mejor, como demuestra el hecho de que en las motos oficiales de HM se conserven la mayor parte de los componentes del equipo original.

También en 300

Si un modelo destaca entre las X es la CRE F300X, desarrollada partiendo de la base de la 250 X, a la que se le ha aumentado el diámetro del pistón hasta los 85 mm, con lo que se obtiene una cilindrada de 296 c.c. Este modelo ya existía en el catálogo 2009 de la marca italiana, pero ahora se alimenta por medio de un carburador Keihin, que sustituye al sistema de inyección electrónica, que también se empleaba en la 490 X. Puede parecer un paso atrás, pero supone justamente lo contrario. El carburador Keihin permite que los casi 300 c.c. brillen con todo su esplendor. Goza de unos bajos excelentes, aderezados con una respuesta progresiva que hace de la 300 X una moto realmente fácil de pilotar. Además, en altos ofrece un poco más de potencia que el 250 X, suficiente para satisfacer a aquellos que sentían un poco justo el motor de la pequeña X.

Como es habitual en las X de Honda, la parte ciclo se caracteriza por un bastidor estable y preciso y unas suspensiones cómodas, sobre las que parece que los kilómetros no nos pasen factura. Lógicamente, el arranque eléctrico hace que la moto se note pesada, especialmente si la comparamos con la nueva 250 R.

Hemos probado el resto de la gama y destacaríamos el enorme potencial del motor de la 450 R; aun con su enorme rendimiento en altos, su entrega de potencia nos permite sacarle partido sin forzar para nada el pilotaje. La 450 X es una auténtica endurera, con una excelente autonomía y una entrega suave de potencia que permite superar las trialeras más difíciles con éxito. La 500 X es más exigente, con un golpe de gas más brusco, pero sin llegar al nivel de la anterior 490.

HM nos ofrece a todos los aficionados al enduro la posibilidad de disfrutar de la excelente calidad de fabricación de Honda. Puede parecer que nos encontramos ante simples transformaciones, pero os podemos asegurar que, en el caso de la marca italiana, los componentes utilizados sirven para que las motos japonesas se adapten de manera impecable al tipo de enduro que habitualmente se practica en nuestro continente.

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