Dorna quiere que entre en vigor lo antes posible la idea de reducir el coste de una moto a 250.000 euros. Los fabricantes proponían 350.000 euros por moto pero Dorna anuncia que serán 300.000 en el 2014 y 250.000 en el 2015. Para llegar a estos precios se quiere llegar a un acuerdo para poner un límite a nivel de suspensiones, algo que tiene que pasar por llegar a un acuerdo con Öhlins. Al margen de que las suspensiones deberán ser más sencillas, el ahorro también llegará por no tener que contratar un servicio de asistencia exclusivo, sino que se compartirán los técnicos entre varios pilotos o equipos.
Por último tal y como apuntamos en Solo Moto que encontraréis en el kiosco esta semana, no se va a imponer una electrónica única, sino que será libre pero ligada a la electrónica que cada constructor tiene en sus motos de producción.
Hay prisa por cerrar y firmar el nuevo reglamento. En Monza se espera una nueva reunión y podría firmarse en Donington…si es que se llega a un consenso.