Imagina una moto de agua que pudiese elevarse sobre el agua diez metros, hacer piruetas en el aire o mantenerse estática planeando sobre las olas.
Pues esto es lo que hace la FlyRide de Franky Zapata -el padre de la FlyBoard-, una especie de moto de agua ultraligera -33 kg-, impulsada por chorros de agua… ¡de una segunda moto de agua!
Se impulsa con la potencia de otra moto de agua, tomando su fuerza a través de un “cordón umbilical de potencia”, una manguera flexible conectada a su turbina.
Pero la FlyRide no es tan simple porque también incorpora electrónica.
Y es que monta sensores, giróscopos y demás electrónica, con cuatro modos de conducción que permiten un vuelo seguro a los inexpertos, hacer piruetas e incluso que la lleven niños.
Estos sensores auto estabilizan la moto -controlan la dirección de las toberas y la fuerza de los chorros de agua-.
La FlyRide es una moto de agua que vuela, eso sí, con la ayuda d euna segunda moto de agua...
Es tuya por 7.200 euros... más el precio de una segunda moto de agua, que aconsejan que sea de 300 CV.