Imagina una dash cam, una cámara para tu moto, que puedes llevar fácilmente como un collar, ligera, fácil de usar y que graba todo lo que ocurre por delante y por detrás, pues esta es la FITT360PBa.
La empresa coreana LinkFlow ha desarrollado una nueva webcam para moto que es muy innovadora, ya que no se parece, ni de lejos, a cualquier otra dashcam del mercado.
Y es que ha sido diseñada específicamente para nosotros los moteros, y no se ancla a la moto sino a nosotros, concretamente en nuestro cuello, como si fuese un collar, o un chocker si hablamos de bisutería femenina. Vale, también puede usarse con un patinete o una bicicleta…
La FITT360PBa es muy ligera y liviana, tiene una forma de letra U, es fácil de poner, en dos segundos, y se activa con la pulsación de un botón en el mismo dispositivo.

Esta dashcam se encaja en nuestro cuello con unas patillas flexibles -se incluyen varias guías para el cuello, con una medida mínima de 31 cm y máximo de 47-, como si fuesen las patillas de unas gafas, pero en lugar de rodear nuestra cabeza, rodean nuestro cuello.
La FITT360Pa es una dashcam muy ligera que se ancla en nuestro cuello
Está pensada para que pueda ir sobre nuestra chaqueta motorista, con las tres cámaras despejadas de cualquier obstáculo que le impida filmar.
Sí, dispone de dos cámaras frontales -una en cada extremo de las “patillas” frontales- y una cámara trasera, que graba todo lo que ocurra tras nosotros. Es casi una cámara que graba a 360º, pero no llega a ello a pesar de su denominación.
Los dos pulsadores de control se sitúan en las patillas y son fácilmente accesibles. Las cámaras pueden grabar en una resolución de 3.840 × 1.280 a 30 fps, dispone de una memoria interna de 64 Gb de capacidad -de los cuales están disponibles 46-, y puede admitir tarjetas microSD de hasta 128 Gb -menos de Huawei.
Su autonomía de funcionamiento continuado es de 3 horas y media, y se recarga a través de una toma USB C en 2 horas. Como dispone de micrófono y altavoz incorporado, puede grabar sonido y podemos reproducir sonido. Y, evidentemente, tiene conectividad inalámbrica por Bluetooth.

Como habrás adivinado se conjuga con una app, desde la que podrás controlar el dispositivo, así como manejar las grabaciones. Aunque tiene una certificación IPX4, es mejor que no se lleve en condiciones de lluvia intensa, y que evidentemente no se sumerja en agua.
Puede filmar video y disparar fotografías, aunque no dispone de ningún sistema de grabación automática en caso de accidente, porque no ha sido pensado para este cometido.
De momento solo se vende en Asia a un precio de 68.000 yenes, que son unos 430 euros al cambio, un precio elevado para un gadget que tiene buena pinta.
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