Eugenia Doménech nos recibía, acabada la rueda de prensa sobre la Operación Salida de Agosto, donde hacía su presentación en sociedad y ofrecía una valoración de los accidentes del primer semestre del año.
La primera pregunta, con las cifras recién salidas del horno, resultaba evidente. Valoración de los seis primeros meses de 2015.
“En el global de Catalunya ha habido un incremento de 9 personas muertas en el primer semestre, pero además también hemos tenido un aumento de heridos graves de 39 personas”.
Estas cifras son todavía provisionales y solo corresponden a las víctimas de carretera, pero luego hay que añadir a las definitivas las de zona urbana. La siguiente pregunta concierne estrictamente al universo de las dos ruedas. Balance sobre los motoristas.
“En víctimas mortales es de una persona más en motos, pero de heridos graves hemos pasado de 133 a 180”. Realmente preocupante este último dato, le repreguntamos a la máxima autoridad del tráfico en Catalunya sobre la posible causa de este incremento tan acusado, y nos explica que todavía es demasiado pronto para tener un análisis más profundo.
En todo caso nos asegura: “El incremento no se produce por un cambio de metodología”. Vamos que se sigue el mismo sistema de datos –para entendernos, no estamos comparando peras con manzanas– y clasificación que en el año 2014; por cierto, los datos también incluyen ciclomotores.
Incluso sobre la cifra de víctimas mortales, que no nos parecía alarmante, Eugenia Doménech nos hacía la siguiente precisión: “Tampoco nos parece buena, porque venimos de un dato anterior malo, también de crecimiento. El primer semestre de 2014 tuvo un incremento importante y nos estamos comparando con ese período”.
“La movilidad general, contando nada más el área metropolitana, nos da un aumento del 2,8 % en el primer semestre. Si nos centramos en el fin de semana, el aumento de la movilidad llega al 4,2 %. Es un aumento que es una buena noticia, pues nos indica que hay una cierta recuperación económica, y esto es bueno para los ciudadanos”.
Sobre este punto nos matizaba: “No queremos dar por bueno que a mayor movilidad, más accidentes. Por ejemplo en el período de 2000 a 2010 hubo un 60 % de descenso de las víctimas de tráfico, coincidiendo con un incremento continuo de la movilidad. No nos resignamos a que a mayor movilidad, más accidentes”.
Sobre posibles causas de los actuales repuntes nos decía: “Es posible que todos nos hayamos relajado un poco. Hemos tenido otras preocupaciones, la crisis, la economía, que nos han llevado a este repunte, aunque todavía es pronto para calificarlo de tendencia”.
Finalmente, nos hacía la siguiente reflexión: “La seguridad del tráfico está en nuestras manos, en nuestras decisiones. Nosotros podemos decidir ser prudentes, si cumplimos la norma, si contestamos al teléfono o a un mensaje del WhatsApp. Esta decisión es la diferencia entre tener un accidente o no”.
Sobre el particular de la moto concretaba los siguientes puntos: “Tenemos que dar un paso más, por ejemplo nos hemos encontrado –la Policía– con cascos que han saltado. Esto puede deberse a que se encontraba mal abrochado o que no eran el adecuado, por ejemplo, por un tema de talla.
La siguiente medida es la equipación. Los guantes, aunque vayas por ciudad, son muy importantes. La gente más motera, aficionada, que va sobre todo por carretera, va bien equipada, pero en recorridos cortos, los motoristas que van por ejemplo con un scooter por Barcelona no van tan bien equipados”.
El móvil ha invadido nuestras vidas y nos ha aportado grandes cambios, pero todo tiene su aspecto negativo. El uso de engendros electrónicos (inclúyase también navegadores, MP3, incluso tablets en modo vídeo), se está convirtiendo en causa de accidente. Quizás los motoristas aquí no somos los líderes, por la dificultad que entraña conducir y hablar por el móvil, pero tampoco estamos exentos. ¿Quién no ha visto un conductor de moto con el móvil metido entre la oreja y el casco?, peor aún, motoristas contestando mensajes de WhatsApp aprovechando el disco rojo del semáforo.
Las distracciones están ya presentes en el 23 % de los accidentes, siendo el factor concurrente más importante, por delante de las infracciones de tráfico (20 %), o la velocidad inadecuada (11,2 %). Por este motivo, la telefonía móvil se convierte en una parte central de las campañas de concienciación del Servei Català de Trànsit: “Del 2013 al 2015, las distracciones han aumentado un 6,6 %, y eso es muchísimo, siendo el primer factor concurrente en la siniestralidad. Lo dicen los datos, pero si vas por la calle, lo ves continuamente. Hay una incompatibilidad absoluta entre la conducción y el móvil”.
“El tema de alcohol y drogas ha vuelto a aumentar (4,7 %), pero nos preocupa especialmente la velocidad (incremento de un 11,2 % en el primer semestre del año), pues es un factor determinante de la lesividad del accidente. La velocidad inadecuada determina la gravedad de las lesiones. La misma situación de riesgo a la velocidad adecuada puede garantizarte poder reaccionar a tiempo y salvar la situación, o en todo caso que el accidente no sea tan grave.
Así como en el tema de alcohol y drogas, todo el mundo lo tiene muy claro y se ha mejorado. En el tema velocidad no es lo mismo, tenemos esta asignatura pendiente, tenemos que tener muy claro que la velocidad mata”.
Aquí la nueva directora no se andaba con rodeos: “Tenemos la parte sancionadora, y no hay que esconderse, vamos a ser firmes. Nuestra obligación es proteger a los ciudadanos, y si hay gente que toma la decisión de correr más de la cuenta, conducir habiendo bebido, o de utilizar el móvil, está poniendo en peligro al resto de los conductores que circulan correctamente. Tenemos la obligación de proteger al que lo hace bien, y por tanto todo el tema sancionador, que es una parte incómoda, que muchas veces está mal vista, la vamos a seguir utilizando. Vamos a ser aún más exigentes, especialmente en aquellas infracciones que intervienen en los accidentes más graves”.
A buen entendedor…, la determinación y firmeza está clara, quedamos avisados.