¿Cuántas veces hemos necesitado un impulso para realizar algo que nos daba miedo? Seguramente no seréis los únicos, ni tampoco los únicos que os identificáis con el chico que se cae en el rio. El motorista, en un intento de levantar rueda, le sirve de ayuda a su amigo para que salte.
Seguramente el chico no tenía intención de saltar, pero para esto ya está su amigo motorista que le ayuda a quitarse los miedos. El chico que se cae al rio puede que, algún día, le agradezca a su amigo ese ‘impulso’ para tirarse. A veces, como menos se piensan las cosas, menos miedo tenemos.