En realidad es, pese a su juventud, el máximo responsable de todo el grupo industrial Eicher Motors LTD, compañía con sede en Chennai dedicada al transporte industrial por un lado y a las motocicletas por otro.
Siddharta Lal, CEO de Royal Enfield, es un personaje cercano y simpático, está dispuesto a hablar de verdad, no con un discurso programado, y en cualquier momento.
Durante los días de la presentación tuvimos la oportunidad de charlar en diversas ocasiones con él, pero las mejores confesiones nos las hizo frente a un refresco de cola y una hamburguesa en un bar motero, en un alto en la ruta que compartía esa mañana con nuestro grupo circulando a buen ritmo: es un hombre que disfruta de sus motos como lo haríamos cualquiera de nosotros.
A los 26 años, en 2000, se convirtió en CEO de una Royal Enfield que acumulaba cuantiosas pérdidas, algo a lo que dio un vuelco hasta llegar al punto en que estamos, cuando ha conseguido que la producción mensual de las tres plantas existentes en la actualidad sea del doble de lo producido entonces en un año…
Los números asustan: en 2016-2017 fabricaron un total de 666.490 unidades, mientras que en el ejercicio 2017-2018 han llegado a las 820.492… Y esperan acabar el ejercicio 2018-2019 con… ¡cerca de 950.000! Estamos hablando de producir casi un millón de motos exclusivamente de media cilindrada.
Los números del mercado interno impresionan: hasta ahora India consumía más del 95% de la producción y la exportación era prácticamente una anécdota:
“Por ello haremos nuevos modelos que se puedan vender bien en todo el mundo, especialmente partiendo del motor twin, pero siempre teniendo en cuenta que sean vendibles en la India. Pensando de ese modo, conseguimos los ingresos necesarios para construir nuevas plantas más modernas y aumentar la producción, y ahora, la capacidad de inversión necesaria para desarrollar nuevos modelos”.
Le preguntamos qué será lo próximo y, tras decirnos, sin entrar en muchos detalles, que se puede deducir que de esta plataforma es fácil extrapolar otros modelos, también afirmó:
“Corrientes de corte scrambler o retro entran en nuestra filosofía, pero tenemos claro qué haremos y qué no haremos nunca. Y siempre que sea un modelo global, lo haremos pensando en una única homologación para todo el planeta, fichando a quien sea necesario y poniendo los medios que haga falta para crear productos de la mejor calidad, y teniendo claro siempre que sean modelos que sigan vendiéndose bien en India”.
Tras esa charla, se volvió a enfundar el barbour de la nueva línea de ropa de su marca, el casco, y siguió dando gas y tumbando su Interceptor con alegría por las sinuosas carreteras que surcan los bosques de Portola y Big Basin Redwoods State Parks. Un tipo curioso, extremadamente apasionado con lo que hace y un genio de los negocios, sin duda.