Las cifras de potencia desarrolladas por los propulsores de estas 450 son impresionantes, y ello lo hemos podido comprobar con las lecturas obtenidas en el banco de pruebas. Sin duda, el que más nos ha sorprendido es el bloque de Husqvarna, que ha alcanzado unos extraordinarios 58,53 CV, con los que supera en casi 4 a su inmediato perseguidor, el motor de la nueva KTM. Es un valor espectacular para una 450 de enduro, pero más aún si tenemos en cuenta que la Husky recibe una nueva alimentación por medio de la inyección Mikuni, que habitualmente hace que la potencia sea más reducida. La cifra de par es igualmente sensacional, con sus 5,4 kgm, dignos de las mejores 500.
El XC4 de KTM sorprende por sus 54,23 CV de potencia máxima, que mejoran impresionantemente los registros obtenidos por la mecánica anterior. Además, ello se produce con una entrega de potencia impecable, y con una capacidad de estirada igualmente buena. Su cifra de par máximo resulta también excelente, ya que registra unos magníficos 5,2 kgm.
Gas Gas ha mostrado una mejora espectacular en el banco, pues supera ampliamente las cifras registradas por el modelo anterior, alcanzando unos excelentes 54,06 CV. La potencia a bajo y medio régimen es un tanto inferior a la de sus competidoras, pero en régimen de potencia máxima se sitúa al nivel de las mejores. La cifra de par en cambio se queda un tanto corta con sus 4,4 kgm.
Del propulsor de Husaberg destacaríamos sus excelentes valores de potencia (51,21 CV) y par (5 kgm), aunque es uno de los que menos se estira, por lo que exige utilizar más el cambio. La motorización Honda de la HM se ve limitada por el silenciador y el escape que le permiten superar las homologaciones. Aún así, su curva es muy buena por su amplitud, y sus 50,64 CV de potencia nos parecen sobrados para una enduro. Desde luego que la enorme potencia del bloque de la CRF 450 R
queda civilizada en gran medida, por lo que ahora es mucho más aprovechable.
La Sherco dispone de un nivel de potencia similar a la de la HM, con unos buenos 50,25 CV de potencia máxima. Su capacidad de estirada se queda un tanto corta, pero por otro lado cabe resaltar la progresividad en la entrega de potencia a bajo y medio régimen.
Yamaha roza los 50 CV (49,88 exactamente), cifra que consideramos espectacular si tenemos en cuenta lo tapado que va el silencioso.
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