Elena Myers explica la agresión sexual que le apartó de las motos

Desde 2015, Elena Myers no compite en motos. En enero de 2016 la joven piloto americana anunció que no correría más por falta de patrocinio. Algo que pilló a todos de improviso y más cuando Myers había dejado tan buen sabor de boca en sus actuaciones anteriores.

Elena Myers ha hablado para Philadelphia Magazine contando toda la verdad sobre su precoz retirada. “Un día después de la última carrera de 2014, fui agredida sexualmente por un masajista terapéutico en el spa del Loews Philadelphia Hotel. Informé de la agresión a varios empleados del spa y del hotel, pero nadie me ayudó”. En este artículo de la revista podemos leer detalladamente la situación que vivió la piloto americana en 2014.

Es habitual que los deportistas se hagan masajes para recuperar después de cada entrenamiento o carrera y esto es lo que hizo Elena Myers. La piloto sufrió un accidente y recurrió al spa del hotel para tratarse el dolor de espalda y la rodilla hinchada. El masajista que se encargó de la piloto se llama Jerome McNeill, acusado anteriormente de violar a una niña de 12 años que fue absuelto porque un testigo clave no se presentó en el juicio.

Myers no sabía el historial de McNeill y ella acudió a sus servicios para recuperarse después de la caída. Según comenta la piloto, el masajista comenzó a tocar sus genitales por encima de las bragas y a apretar sus nalgas. “Me he dado cientos de masajes y nada remotamente similar me había ocurrido antes. Me quedé en shock. Él era mucho más grande que yo y no quería que fuera a más. Fue terrorífico”, comenta la piloto.

Cuando Elena Myers se repuso de este sucio acto, el hotel lamentó que no quedara contenta con el servicio y le ofreció una invitación a una comida gratis para compensar a la piloto americana.

Una historia realmente aterradora que ha dejado grandes secuelas. “Solía ser una persona muy feliz. Me gustaba salir, nunca había tenido ningún problema. Pero me convertí en una persona muy temerosa, no me reconocía. Tenía ataques de ansiedad, lo que no cuadraba con mi carácter”, comenta Myers.

La piloto pensó en obviar el asunto, como si nada hubiera ocurrido y confiando que el tiempo le borraría ese recuerdo, pero la Myers no fue capaz de apartar ese episodio de su vida y le provocó apartarse del motociclismo por no estar completamente centrada en competir. Por el momento, Myers no tiene “ningún deseo de volver a subirse a la moto”.

Elena Myers no es la primera mujer víctima de Jerome McNeill, ya que semanas después salió a la luz el caso de otra mujer que pasó por lo mismo que la piloto californiana.

El último propósito de Elena Myers es que “esto ayude a que otros hombres y mujeres en circunstancias similares consigan la ayuda necesaria para lidiar con el trauma de una agresión sexual. Por favor, no os calléis”.

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