El Yamaha T-Max, según Marcus Walz

El primero en mostrar los resultados de su trabajo ha sido Walz. “He intentado que la moto quede muy despejada y que se reconozca que es una T-Max... ¡No quería que pareciera una nave espacial!”, explica Walz.

“Me centré en mantener las líneas de fábrica y mejorar todos los detalles al tiempo que iba reduciendo el peso de la moto”. Su creación pesa 14 kg menos que el scooter original. ¿Cómo? Cambiando el escape, instalando una batería ligera de litio de competición y eliminando el máximo posible de piezas de plástico, como asideros y demás accesorios.

Además, el alemán ha hecho los paneles de carbono de alto brillo de la carrocería él mismo. “Necesité mucho tiempo para perfeccionarlos, pero sin duda dan al conjunto una apariencia más agresiva y deportiva sin perder la esencia del modelo”.

También ha modificado la zona del manillar “para que tenga una imagen más radical, al estilo de las naked”, y ha montado unos espejos en los puños para que la moto tenga la personalidad en marcha de una Café Racer. El asiento, de perfil deportivo, toma como base su V-Max Hyper Modified de 2011.

Por cierto, el color elegido: el azul del equipo Red Bull de F1. En la web de Marcus Walz ( www.marcus-walz.com) encontrarás toda la información.

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