Vivadén. Así se llaman estos badenes inteligentes desarrollados por Isastur que se levantan del firme si se excede la velocidad permitida en dicha vía. Asimismo, también se pueden activar a voluntad en función de otros factores, como la situación del tráfico rodado, horas punta, las salidas de los colegios, etc.
Los badenes convencionales, cuya instalación penaliza a todos los usuarios de la vía por igual independientemente de su velocidad, generan, asimismo, ruido de rodadura añadidos en horarios de descanso y terminan causando averías en diferentes elementos mecánicos de los vehículos, tales como los amortiguadores, trapecios, guardabarros, spoilers o escapes. Además, son especialmente denostados por los servicios de emergencias que, como ocurre en el caso de las ambulancias, transportan heridos en situación crítica.
Otra de las ventajas de Vivadén con respecto a sus homólogos estándars es que su instalación requiere de una mínima obra civil. Su coste, una vez puesto, ronda los 20.000 euros.
Por cierto, el primer Vivadén ya se ha instalado con éxito en Asturias y está plenamente operativo. Más detalles en http://www.grupoisastur.com.