La retirada sin previo aviso del equipo Suzuki de MotoGP ha pillado a la comunidad motera totalmente por sorpresa, aunque si echamos un vistazo en perspectiva a todo lo que engloba el entorno de Suzuki, puede no ser tan casual. La marca de Hamamatsu ha ido desapareciendo -siempre con discreción, pero sin pausa- de todos los campeonatos importantes.
En 2017 abandonó el Campeonato del Mundo de MXGP y en 2018 la última GSX-R1000R hizo lo propio en el Mundial de SBK. En MotoGP, ésta es la segunda vez que la marca japonesa se retira del campeonato, puesto que ya lo hiciera en 2011. En el Dakar hace muchos más años que no participa de manera oficial. Únicamente podemos ver a sus GSX-R1000R luchando por un título mundial en el marco de la Resistencia.
A diferencia de las otras marcas -también las europeas- Suzuki no ha usado sus éxitos en las carreras a nivel comercial. Especialmente en el caso de sus victorias en MotoGP y del título logrado por Joan Mir, estos no han sido utilizados a nivel de marketing, como sí ha hecho el resto de sus rivales. De hecho y a nivel de impacto visual, el titulo de Mir ha sido de lo más discreto. Y el presupuesto anual para mantener un equipo de MotoGP es muy elevado como para no rentabilizarlo.
Sin modelos verdaderamente nuevos
A nivel de producto, la firma japonesa ha ido quedando claramente por detrás de sus rivales desde hace mucho tiempo. Lejos quedan aquellos años donde Suzuki sorprendía con novedosos y atrevidos modelos como la DR Big, GSX-R750, Hayabusa, TL1000S, etc. En los últimos años Suzuki se ha dedicado a actualizar sus motos de siempre, sin ofrecer nada verdaderamente nuevo, atractivo y rompedor como solía hacer antes. Sus proyectos más innovadores, como aquella Recursion con motor bicilíndrico turbo, presentada en 2014 en el Salón de Tokio, nunca han visto la luz.
La esperada nueva Hayabusa es demasiado parecida a la que nos sorprendió hace 23 años ya. La nueva ‘Busa’ debería de haber sido más revolucionaria y potente… y no lo es. Y, aun así, posiblemente tampoco sería la moto que demanda el mercado, es decir, una MT-07, una Africa Twin, una Z900 o una Ténéré 700, por poner sólo algunos ejemplos, motos queridas por el público y que se venden como rosquillas. Es evidente que la división de motos cada vez ha ido perdiendo más peso dentro del gran holding de la empresa japonesa.
‘Dieselgate’
Otro factor que puede haber influido en esta inesperada retirada de MotoGP es el escándalo que ha generado el descubrimiento de que Suzuki, como Volkswagen, había hecho ‘trampa’ con los motores diésel de sus automóviles. Por lo visto, Suzuki evadió las regulaciones de emisiones europeas de sus automóviles con motor de gasoil gracias a un dispositivo que podía desconectarse para ganar prestaciones. Esto afectaría a 22.000 vehículos. Se procedió a registrar diversas sedes de la marca en toda Europa, en una investigación de la Fiscalía de Frankfurt y que posiblemente acarreará elevadas multas.
A todo esto, seguimos esperando un comunicado oficial de la marca japonesa. Es sabido que el presidente de Suzuki Motor Corporation, Hiroshi Tsuda, se opuso a la retirada del equipo de MotoGP, pero la junta directiva llevó a cabo su radical decisión, comunicándola al equipo tras el test de Jerez de este pasado lunes. ¿La puntilla?