Ligera y resistente, la fibra de carbono es posiblemente el material que más efecto imán genera entre los moteros, almenos entre los amantes de las R. Sus múltiples aplicaciones lo han convertido en pieza clave para la industria de la automoción, y buena muestra de ello es esta noticia que nos llega desde Alemania.
Respondiendo a la alta demanda de la fibra de carbono en la producción de automóviles, SGL Automotive Carbon Fibers ha decidido triplicar su producción. Así, en la planta de Moses Lake, exclusiva para BMW, se generan, en dos líneas de producción, 3.000 toneladas de fibra de carbono al año. Con la inauguración de la expansión que se finalizará en 2015, esta empresa del grupo BMW espera llegar a producir 9.000 toneladas cada año de firbra de carbono, convirtiéndose en la planta de fabricación de fibra de carbono más grande del mundo. Se generarán 120 puestos de trabajo.
El responsable de Compras y Red de Proveedores de BMW AG, Klaus Draeger, afirma que: “La fibra de carbono es un material clave para la industria del automóvil del siglo XXI. En nuestro esfuerzo para identificar los materiales cada vez más ligeros para reducir el peso de los vehículos y por tanto su consumo de combustible y las emisiones de CO2, este material juega un papel crucial. “