El Papa Francisco I, con las Harley Davidson

La agenda para la prensa internacional, llegada a Roma desde todas las partes del mundo, estaba ajustada al máximo para poder estar en el mayor de actos posibles durante el fin de semana de eventos, celebraciones y ruedas de prensa.

El viernes por la tarde, en el Estadio Olímpico de Roma, nos esperaba la cúpula de Harley-Davidson al completo para ofrecer  una conferencia a una sala repleta de periodistas, cámaras de fotos y de vídeo. Aquí fue cuando Willie G. Davidson, con el puño en alto y, cómo no, con su inseparable gorra negra, arengó a los presentes lanzando el grito de guerra de Harley, mientras la sala entera rompía en aplausos.

Al día siguiente llegaba la acción de verdad. Desde Ostia, conocida como el puerto de Roma, partimos 30.000 motos formando una comitiva que pasó  por lugares tan representativos como el Coliseo.

El domingo nos esperaban unas 20.000 personas en la Plaza de San Pedro del Vaticano, entre moteros y no moteros. Todos querían ver al Papa. Y Francisco I salió finalmente con su Papamóvil  -a eso de las  10.30h de la mañana- dio una vuelta a la plaza y bajó unos 50m por Via Conciliazione, para recogerse en la basílica. El estruendo provocado a su paso, con todas las motos en marcha y cada owner dando gas, erizaba la piel.

Fue un evento muy especial, y aunque la bendición de Francisco I fue la guinda de un fin de semana con motos y espectáculo, la fiesta siguió aún en la capital italiana.

  • Os dejamos un enlace con las fotos que hicimos durante el evento...
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