Se acercaban a la costa y el Mar Cantábrico empezaba a azotar con sus vientos laterales y sus espectaculares vistas. Cudillero, Luarca, Navia y algunas pequeñas aldeas fueron algunos de los pueblos que atravesaron. En Navia descansaron unos minutos y aprovecharon para empaparse del buen ambiente reinante en la concentración motera "Apretaye el Corno".
Después de un merecido descanso reemprendieron ruta hacia Taramundi. Los 70 moteros del motoclub Asturguardianes dejaron a un lado la costa asturiana y se adentraron en la N-640 hacia la pequeña villa de Vegadeo, el antiguo paso y límite con Galicia. Allí enfocaron la AS 21 hacia Taramundi. Una carretera que atraviesa verdes pastos y donde las construcciones de pizarra negra típicas del occidente asturiano comienzan a hacerse visibles. ¡Y por fin Taramundi!
Una vez en la villa asturiana, el grupo comió en el Hotel La Rectoral, un hotel rural de lujo para unos moteros cansados que no les decepcionó. Entre otros lugares es recomendable la visita al Museo de la Navaja de Taramundi, donde se encuentra la navaja más grande del mundo. También es gratificante la visita al Museo Etnográfico de Teixois, donde se enseña la forma de vida tradicional de esta zona aislada durante siglos del resto de Asturias.
Entrada la tarde aparcaron sus monturas y se sentaron tranquilamente a degustar unas ricas empanadas de la zona, tomar algún que otro refrigerio y los aficionados al fútbol, a disfrutar del partido del Barça. Cenaron y se alojaron en otro hotel rural del pueblo, la Casa Paulino, un lugar agradable y tranquilo, ideal para reponer fuerzas.
El domingo tocaba madrugar, ya que quedaban otros 190 Kilómetros de vuelta a casa. El grupo deshizo el camino tomando algunas carreteras de montaña alternativas hasta Navia, donde visitaron su bonita playa, aunque dejaron el baño para otra ocasión. Del norte si, pero hasta cierto punto…
Por la tarde reemprendieron el camino de vuelta, después de comer en el Hotel-Spa Blanco, esta vez marchando a lo largo de toda la costa hasta Avilés. Playas, faros, pequeños pueblos de pescadores y mucho más. Finalmente el grupo empezó a separase rumbo a sus casas, con la sensación de haber vivido un gran fin de semana de convivencia, con motos y moto-turismo por una zona cercana pero a la vez desconocida.
Si Asturias os gusta, no os perdáis Taramundi y los Oscos…os encantará.