Uno de los grandes alicientes de la cita del WSBK de este fin de semana es ver en acción a Toprak Razgatlioglu.
Aunque Montmeló no es particularmente un “circuito Yamaha”, su pilotaje generoso y espectacular y sus celebres “Stoprak” le convierten en uno de los grandes favoritos del público… con permiso de Álvaro Bautista, por supuesto.
En este escenario ha habido nueve ganadores distintos a lo largo del paso de este campeonato por sus instalaciones. De las siete carreras de SBK que el turco ha vivido en el Circuit no consiguió ninguna victoria, aunque subió al pódium en tres ocasiones, siendo un segundo puesto en 2021 su mejor resultado en la pista catalana.
Álvaro y Toprak están separados por 56 puntos después de tres citas triples (Australia, Indonesia y Holanda). El de Ducati ha ganado todas las mangas disputadas hasta ahora en lo que va de temporada, excepto la Superpole Race de Mandalika donde su caída trajo la gran oportunidad a Razgatlioglu, que no la dejó escapar.
“Si yo no estuviera en la ecuación”, comenta el de Talavera, “una Yamaha estaría liderando ahora el campeonato, ya que es no solo una sino dos las motos de esta marca que tengo detrás en la clasificación, la de Toprak y la de Locatelli”.
La llamada de MotoGP
Pero el campeón mundial de 2021, el hombre que quebró la racha hegemónica de los títulos de Jonathan Rea en la categoría, es noticia en los últimos tiempos por algo más.
El discípulo de Kenan Sofuoglu ha venido sonando como posible compañero de Fabio Quartararo en el seno del equipo oficial Yamaha de MotoGP.
Toprak termina contrato al final de la presente temporada con el equipo oficial Pata Yamaha. Cuando ganó el título antepuso su deseo de desembarcar en los GP como condición obligatoria para renovar por dos años más con la estructura italiana.
“No hay nada que anunciar todavía, pero tengo el sueño de pilotar en MotoGP. En 2021 fui Campeón del Mundo de WorldSKB. Ahora miro hacia MotoGP, ¿por qué no intentarlo allí?”, declaró el turco a Speedweek.
Por ello ya ha tenido la ocasión de probar la YZR M1 en un par de ocasiones, que se sepa oficialmente. La primera fue el año pasado en Motorland (donde la climatología no fue demasiado propicia), y la última, a mediados de abril en Jerez, compartiendo pista con el veterano Cal Crutchlow, probador de la marca de los diapasones cruzados y ante la mirada de Lin Jarvis que quiso evaluar personalmente la prueba en cuestión.
Antes del test, Toprak dijo: “en este momento, estoy pensando en MotoGP para el año que viene. Si eso no funciona, entonces el tema quedará cerrado para mí. Me quedaré en Superbike«.
Y, al parecer, la cosa no chutó como todos esperaban, por lo que los planes para “desembarcar” en MotoGP podrían haber quedado aparcados… al menos sobre una Yamaha.
«Como piloto de Yamaha, tengo mi mejor oportunidad allí. Pero si eso no funciona, podríamos buscar en otros equipos. Mi plan y mi sueño es luchar por el título de MotoGP o por los podios”, lanzó el vigente subcampeón mundial, como preparándose para lo que pudiera suceder, y más después de los agrios comentarios de FQ24 a principio de temporada cuando el francés dijo que “con esta moto no podemos aspirar al título mundial”.
¿Qué es lo que falló?
En Jerez Toprak dio casi cien vueltas entre las dos jornadas de pruebas, que se desarrollaron en perfectas condiciones, a diferencia de lo que pasó en Alcañiz donde la lluvia caída condicionó sus evoluciones.
Este piloto, de 26 años, mide 1,85, y en una época de MotoGP en la que la aerodinámica está jugando un papel trascendente, esto significa un grave hándicap para sus propósitos. Lo que en SBK puede ser sólo un “inconveniente” -al contrario de lo que pasa con ‘Bati’ y que ha desatado algunas críticas poco acertadas e injustas a las supuestas ventajas del piloto español-, en MotoGP se convierte en un “problemón” de campeonato.
Según declaró Jarvis tras la prueba: «Toprak mide 1,85 y tiene una complexión similar a la de Valentino. Es quizás 1 o 2 kg más pesado que Vale, y 2 cm más alto que Fabio, por lo que tuvimos que hacer algunos ajustes para mejorar la posición de conducción de Toprak”.
Nos pusimos al habla con Remy Gardner -rookie esta temporada en SBK, procedente de los GGPP y que ha cambiado una KTM en MotoGP el año pasado por una Yamaha de SBK este- porque el testimonio del piloto australiano era muy interesante, ya que su altura y constitución es muy parecida a la del turco, y nos dijo: “Es un tío súper amable. Me contó que la posición de conducción sobre la M1 le parecía muy rara, porque llevaba el culo mucho más alto que con la SBK y, acostumbrado a una posición más parecida a una moto de calle que a una de carreras, se le hacía muy extraño. Pero sabiendo lo rápido que puede llegar a ser, yo creo que si decide hacer el cambio lo seguirá haciendo muy bien allí cuando logre adaptarse a esta posición”.
Cabeza de ratón o cola de león
El punto de vista de alguien con tanta experiencia como Álvaro Bautista es bastante distinto: “La Yamaha de SBK es una moto muy fácil de llevar, bastante más que la Ducati. Gira muy bien, no hay que forzar la conducción, ni hacerla girar con la rueda trasera. Cuando frena es muy estable y constante… por eso hay tantos pilotos en SBK que lo hacen bien con esta moto, que te permite muchas cosas. Pero la de MotoGP ya es otro rollo…”
“Antes de que hiciera el primer test el año pasado estuvimos hablando sobre el tema, y ahora lo hemos hecho a su vuelta de Jerez. Y le he visto algo más frío con la idea de cambiar a MotoGP. No le vi nada convencido, porque me contó lo muy diferente que era la moto, la obligatoriedad de cambiar su modo de pilotar para sacarle rendimiento… Le he visto más dubitativo que hace un año, y sinceramente, no se qué hará…”
La honestidad del bicampeón mundial español (de 125 en 2006 y de SBK en 2022) es tan grande que en lugar de seguir el dictado del adagio que dice “enemigo que huye, puente de plata”, su recomendación es que siga en SBK y que no haga el traspaso: “En MotoGP parece que sólo esté la élite y que sean los dueños del mundo de la moto. Pero yo te digo y le dije a él que este campeonato, SBK, no tiene nada que envidiar al otro. Al contrario: hay tres carreras cada fin de semana, la igualdad es máxima. Las motos se parecen a las que un espectador pude comprarse en la tienda”.
“SBK es un campeonato mucho más “real”, pero hay gente que quiere ir allí para probarlo, y es lógico que suceda. Pero yo le he dicho que aquí él es alguien, todo un campeón, una estrella que sigue luchando por el titulo… y en cambio allí puede que solo sea uno más, y que si no se adapta bien a la categoría eso puede suponer el final de su carrera deportiva… Yo en su lugar me lo pensaría mucho…”.
Y en la misma línea que el piloto de Ducati se expresa Kenan Sofuoglu:
“Toprak ha crecido en el paddock de las SBK. Y creo que debe continuar aquí y hacerlo con Yamaha. Si se va a MotoGP, donde yo no le veo, siempre será “el chico que vino de las SBK”… y difícilmente podrá librase de esta etiqueta, por muy bien que lograra hacerlo.”
Pues si lo dice alguien con tanto poder de convicción -lo ha demostrado también en el terreno de la política- como Kenan… Este fin de semana, en Montmeló, podríamos saber el desenlace de este idilio de Toprak con MotoGP. Pero, por si acaso, yo si fuera el del camión de las mudanzas, me buscaría otro cliente.
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