El gran desafío de Jorge Lorenzo

Para Jorge Lorenzo el parón de mitad de temporada que comenzó tras el pasado GP de Alemania ha sido algo así como el gong de final de asalto para un boxeador al borde de caer en la lona. Conociendo a Lorenzo, después del 0 de Montmeló y del sufrimiento psicológico que fue para él Assen, llegaba a Alemania muy presionado. Un nuevo fiasco sería un duro revés, pero retomar la iniciativa en el campeonato en el que es su peor circuito del calendario parecía muy complicado… Y los pronósticos se cumplieron a pies juntillas.

Cuando Jorge se fue al suelo en la rapidísima curva #11 a los 8 minutos de haber comenzado la primera sesión de entrenamientos del viernes, su GP quedó sentenciado: partir de ese momento nunca volvió a estar en Sachsenring. En ninguna de las sesiones que se dieron a lo largo del fin de semana, salvo en la Q1 nunca rodó entre los 10 primeros; algo completamente fuera de lo normal. “Tengo que hacer algo”, confesaba Lorenzo el domingo por la tarde después de haber acabado la carrera en la 15ª posición. “No sé qué, pero algo tengo que hacer”.

El “algo” al que se refería era básicamente a ser capaz de sentirse los suficientemente seguro sobre su M1 sobre asfalto mojado como para poder competir. “Necesito hacer algo al respecto. Y no sé si va a resultar, pero es mejor que no hacer nada y entrenar sólo en el gimnasio esperando que se solucione solo. En este momento creo que hay que volver a entrenar en agua. No sé todavía de qué forma, si mojando la pista y entrenando con motos pequeñas… No se si eso ayudará, pero es la única solución que veo ahora para ganar sensaciones”.

Comparando la situación de Jorge Lorenzo con la del pasado año a la misma altura de la temporada, nos encontramos con que no hay diferencia en lo que a su puesto en la clasificación general se refiere. Entonces llegó al ecuador de la temporada también segundo en la provisional, aunque por detrás de Valentino Rossi y no de Marc Márquez. Pero los números si que son bien diferentes: en 2015 sumaba 166 puntos y su diferencia con respecto al líder era de 13 puntos; esta temporada los números son 122 y… ¡-48 puntos!

¿Campeonato finiquitado?... “No, yo creo que el campeonato no está terminado. Faltando nueve carreras y a menos de 50 puntos, pueden pasar muchas cosas. Más ahora, con la nueva electrónica y los nuevos neumáticos que hacen que se generen  más errores de lo habitual. Hay que seguir teniendo fe, pero sobre todo pensar en que podemos mejorar, que trabajando sobre los problemas que tenemos volver a ser  competitivos. No me esperaba encontrar tantas dificultades con los Michelín, pero en circunstancias anormales y las estoy teniendo. Estoy teniendo muchos problemas, sobre todo para encontrar el feeling delantero que me permita frenar con confianza y rodar por las curvas con confianza, pierdo mucho tiempo”.

Las “circunstancias anormales” para Jorge Lorenzo son todas aquellas que exigen la toma de decisiones sobre la marcha. Y es que imparable cuando tiene todo en su sitio, el tres veces Campeón del Mundo de MotoGP se descentra cuando se encuentra con situaciones como las que se dieron en Assen o en Alemania. Por su forma de pilotar, Jorge necesita tener máxima confianza en sus neumáticos, especialmente el delantero. Y esa confianza en mojado y con asfalto frío no la tiene con los Michelin. Todo una paradoja, porque él fue en un primer momento el máximo valedor de la vuelta del fabricante francés al Mundial.

Sí, al principio de temporada dije que con los Michelin me veía más confiado, con más fuerza y con más velocidad que con el Bridgestone. Pero se ha complicado todo, sobre todo en condiciones especiales, con lluvia, con frío... El fin de semana de Sachsenring fue en este aspecto desastroso por diversos motivos. Hay que trabajar, ser positivos y tratar de ser más completos, ser más veloces en todas las condiciones”.

Alemania… Holanda… Los dos últimos GGPP han sido una pesadilla para Jorge Lorenzo: en Assen sumó los 6 puntos del 10º puesto; en Sachsenring 1 de la 15ª plaza. La imagen de Marc Márquez superando como un rayo al campeón del mundo arrastrándose por la pista con sus neumáticos de lluvia fue demoledora. “Bueno, el Márquez que me pasó iba con slicks mientras yo iba con agua”, se defiende, añadiendo con tranquilidad: “Es el mismo Márquez que batí en Mugello. Las circunstancias a lo largo del campeonato pueden cambiar… La verdad, como he dicho antes, no me esperaba encontrarme tan mal con los Michelin en agua y en frío. Me estoy encontrando con problemas de confianza en la rueda delantera, cuando intento ir más rápido me meto sustos que me impiden ir más rápido. Tengo que entender si es un problema de mi estilo de pilotaje, que es bastante diferente al resto, o es algo más. Si es así, un tipo de entrenamiento específico te puede ayudar un poco, aunque la moto que utilices esté muy lejos de una MotoGP. Pero puedes coger sensaciones rápidamente… A veces en la vida te encuentras con problemas que son inesperados. Puedes dejarlo pasar y no hacer nada y esperar mejores circunstancias, o afrontarlos e intentar hacer algo”.

Tocado pero ni mucho menos hundido, así se ha ido Jorge Lorenzo al parón veraniego. Así las cosas, para el actual Campeón del Mundo no habrá vacaciones sino la búsqueda de la salida a sus problemas. No es la primera vez que el piloto español se ve ante una situación aparentemente límite. Volviendo al símil pugilístico con el que hemos empezado este artículo, Jorge ha dejado varias muestras de que es capaz de salir peleando y golpeando duro cuando ha estado acorralado contra cuerdas… Es mejor que nadie dé a Jorge Lorenzo por batido.

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