La entrada en escena de una superbike de la renovada firma austriaca no podía ser con una superbike al uso, ya que las motos naranjas siempre aportan un plus de originalidad en su concepto.
Con un nuevo motor bicilíndrico con 151 CV de potencia, un chasis multitubular y un buen equipo de suspensiones, la nueva RC 8, entre otras cosas, se presenta ergonómicamente muy bien resuelta y con la posibilidad de buscar una posición de conducción prácticamente a medida. Una moto sencilla en cuanto a concepto, que posiblemente se haya alimentado de la experiencia africana de KTM y que, trasladada al asfalto, ha dado muy buenos resultados: concentración de masas gracias a un motor con cárter seco (depósito de aceite delante del motor), ligero bastidor multitubular, toma de aire frontal que alimenta la caja de filtro colocada debajo del conjunto depósito-asiento y un enorme escape colocado en la parte baja, en el espacio que se gana gracias a la original ubicación del depósito de aceite.
Con un bicilíndrico en V a 75