Empezando por la versión naked, vemos que se han reducido los aletines laterales del depósito y se ha modificado el remate de la parte frontal con un derivabrisas, logrando con todo ello un conjunto que aporta mayor sensación visual de ligereza.
Ambas versiones adoptan tecnología full led para los equipos delantero y trasero, y mejoran la posición de conducción reubicando al piloto sobre una posición más adelantada y haciendo que cargue más peso en el tren delantero y adopte una postura más dominante sobre el manillar. Por cierto, un manillar que en el caso de la naked, que es de tubo, dispondrá ahora de enlaces de goma para minimizar el efecto de las vibraciones en trayectos de larga distancia; el asiento también se apoya sobre unos tacos de goma que están destinados a la misma función.
Tanto el chasis como el basculante se han mantenido respecto a los modelos actuales –con una distancia entre ejes de 1.450 mm y una geometría de dirección de 25,5° y 101 mm- pero se ha cambiado la horquilla delantera, que ahora es una Showa SDBV (con doble válvula) y se han revisado las pinzas de freno delanteras (Nissin).
En cuanto al motor, aquí sí se ha trabajado a conciencia para poder superar la Euro 4 sin que ello haya supuesto una merma en las prestaciones. En realidad ha sido todo lo contrario, puesto que las nuevas 650 tetracilíndricas desarrollarán a partir de ahora 4 CV más de potencia a partir de las 5.000 rpm, lo cual eleva la cifra de potencia máxima hasta los 91 CV a 11.000 rpm.
Para lograr esta mejora en prestaciones Honda ha trabajado en el sistema de admisión y en la gestión de gases de escape. La marca japonesa anuncia que el consumo medio estará en los 4,7 litros (menos que antes), con lo cual, si el depósito carga 17,3 litros, estaríamos hablando de una autonomía teórica superior a los 350 km.
A este incremento de prestaciones le tenemos que sumar que las relaciones de cambio que van de 2ª a 5ª son ahora más cortas, favoreciendo de esta manera las aceleraciones y las recuperaciones, algo que sobre el papel le deberá otorgar algo más de nervio a este tetracilíndrico.
En cuanto a la CBR 650F, esta adquiere los mismos cambios técnicos que la versión naked, solo que en su caso las gráficas de su carenado es donde más se pueden notar los cambios, puesto que adquiere una línea algo más agresiva y en consonancia con la CBR 1000 RR presentada en el pasado Salón de Colonia.