Aprovechar la energía cinética de cualquier vehículo en movimiento para convertirla en energía reutilizable es uno de los campos en los que más avances se están experimentando. Uno de los últimos experimentos llevados a cabo ha sido el de aprovechar el rozamiento de los neumáticos contra el asfalto o el rozamiento entre dos materiales.
Gracias al efecto triboeléctrico, electricidad producida cuando dos materiales diferentes rozan entre sí –como cuando pasamos un peine de plástico por el cabello–, en la Universidad de Wisconsin han conseguido crear electricidad de una rueda en movimiento sin pérdidas. Han aprovechado el giro de una rueda, forrada con un material en varios puntos, para generar electricidad, directamente en proporción a su peso y velocidad de giro, gracias al rozamiento de este material –no se han dado más detalles–.
Los resultados son prometedores, ya que dicen poder ganar un 10 % de la autonomía del vehículo; una cantidad nada desdeñable. La palabra triboeléctrico proviene de la desinencia griega tribos, que significa ‘rozar. Electricidad por rozamiento.