Probamos las nuevas e-bike de Yamaha. Con alma motera

Probamos las nuevas e-bike de Yamaha. Con alma motera

Para entrar en el mundo de las e-bike, Yamaha no ha dudado en buscar un paralelismo entre las sensaciones de las cada día más populares e-bike y algunos de sus modelos de motocicleta. Las nuevas e-bike se venderán online, pero siempre con la gestión y seguimiento de un concesionario de la marca y es lógico que ésta obligada aventura de Yamaha en el mundo de las e-bike, se apoye en su propia red.

En el caso de nuestro país, de los 120 concesionarios que hay en España, un total de 70 fueron candidatos a ofrecer este nuevo servicio para las e-bike y finalmente, 50 han sido los elegidos.

El porqué de este paralelismo en esta nueva experiencia de Yamaha - entre e-bike y motocicleta tradicional - hay que buscarlo en que para esta nueva práctica consideran, entre otras cosas, que el futuro usuario de sus e-bike, lo es también de una de las motocicletas de su gama.

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Se trata de un ambicioso proyecto que tiene vital importancia en el futuro de la marca japonesa.

Entrar en el mundo de las e-bike de la mano de las motos consideran que le dará valor a este proyecto a través de una red que cuidará el servicio, el Yamaha e-bike Experiencie Center.

Es decir, puntos donde probar la e-bike con servicio post venta, mantenimiento y garantías. Puntos especializados de la propia Yamaha.

El objetivo es que cuando el cliente lleve su e-bike al concesionario, tenga claro que este es el mejor punto donde llevarla. No quieren entrar en las guerras de precios de otras marcas, sino crear un valor que vaya de la mano de las motocicletas de la firma de Hamamatsu.

Inicios

Yamaha ya creó una primera bicicleta eléctrica, o asistida, en el año 1989 y la comenzó a comercializar en 1993 en Japón. Asimismo, suministra a otras marcas su unidad motriz.

En esta nueva etapa, durante el primer año tendrán trabajo en lo relativo a hacer entender y dar a conocer que Yamaha es una opción dentro del mundo de las e-bike, con sus tres modelos: Crosscore, Wabash y Moro.

Tres modelos que no cabe situarlos en el nivel “top” sino un poquito por debajo, siguiendo la filosofía de Yamaha de aprender desde la modestia y la experiencia.

Todas las ventas se realizarán a través de un canal online de Yamaha y se asignará un concesionario oficial de la marca de referencia.

Esta política permite estabilizar precios y entrar en el mundo Yamaha por su propio valor y no por una posible guerra de precios. No veremos Yamaha en otras tiendas que no sean de la marca y en el momento que se compre una e-bike, el concesionario es consciente de que tendrá que hacer un seguimiento y cubrir las garantías.

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Se considera que estos tres primeros modelos serán un buen aprendizaje para los propios concesionarios, que, sin experiencia previa en este tipo de vehículos, necesitan conocer el producto y el mercado.

En el futuro llegarán nuevas propuestas y la idea es crecer en los próximos años. Es este un proyecto a largo plazo con mucho recorrido por delante y con la idea de asentar unas bases.

Con respecto a la previsión de ventas de este primer año en España, hay que señalar que en cierto modo dependerá de cómo funcione el mercado más fuerte de Europa que es Alemania y en función de sus ventas, se asignarán unidades al resto de países europeos. En cualquier caso, en nuestro país se cifrará entre 1.500 y 2000 unidades.

Tres modelos

El desembarco de Yamaha en el mundo de las e-bike se lleva a cabo con tres modelos bien diferenciados. Crosscore, Wabash y Moro. Es decir, un modelo urbano del que se espera más volumen de ventas; una gravel, especialidad que combina pistas y carretera y una auténtica mountain bike denominada Moro. Las dos primeras comparten motor, batería, cuadro y display.

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Cuadro: aluminio

Motor: Yamaha PWSeries ST-3, 70 Nm

Batería: 500 Wh

Peso: 23’9 kg

Precio: 2.999 €

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Un modelo urbano cuya unidad motriz es capaz de producir 70 Nm de par. El chasis de aluminio y la suspensión delantera forman un conjunto sencillo y funcional con el que moverse entre el tráfico urbano o hacer largos paseos para desconectar.

Sencilla, cómoda y versátil, es el modelo con el que Yamaha espera llegar a un mayor número de usuarios.

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Cuadro: aluminio

Motor: Yamaha PWSeries ST-3, 70 Nm

Batería: 500 Wh

Peso: 21’4 kg

Precio: 3.999 €

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El gravel combina, bajo el diseño de una bicicleta de carretera adaptada y con neumáticos más anchos, la posibilidad de simultanear pistas y asfalto. La Wabash llega bien preparada, con una tija de asiento entre 40 mm. y 60 mm., horquilla de aluminio, frenos de disco Shimano y bielas de aluminio.

Su display, común a la Crosscore, incorpora velocímetro, indicador de carga de la batería, ajuste, modo de asistencia, indicador de autonomía, cuentakilómetros total y parcial.

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Cuadro: aluminio

Motor: Yamaha PWSeries  X-3, 85 Nm

Batería: 500 Wh, 36 W, 13.4 Ah

Peso: 23’9 kg

Precio: 5.499 €

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Es el tope de gama, un “aparato” que sorprende con un chasis formado por una doble viga con dos tubos simétricos, inspirado en sus motocicletas. Monta la unidad motriz más pequeña y ligera de Yamaha, ruedas de 27’5” con neumáticos Maxxis, suspensiones RockShox con 150 mm. detrás y 160 mm. delante, tija de aluminio, frenos Magura y cambio Shimano de 12 velocidades.

A diferencia de los otros modelos monta un display Interface X, con luces de lead y conectividad para smartphone o GPS.

Lógicamente es la más cara por la cantidad y el nivel de componentes y muy recomendable para aquellos a los que una moto de enduro se les empieza a quedar grande en cuanto a peso, volumen o prestaciones.

¿Un tipo cómo yo en un sitio cómo este?

Algunos de vosotros me conoceréis por mi larga experiencia en pruebas de casi todo estilo de motos.

Pero… ¿qué hago probando las nuevas e-bike de Yamaha? Todo tiene su explicación.

En primer lugar, quiero aclarar que soy aficionado al ciclismo tanto de carretera, como de mountain bike. Y al decir aficionado, me refiero a un modesto practicante habitual con bicicleta pulmonar. Salgo todas las semanas a mi ritmo. No puedo negar que me encanta rodar en bicicleta.

Con las e-bike apenas tengo experiencia así que la oportunidad que nos brindó Yamaha con sus tres diferentes modelos fue una excusa perfecta para conocer más de cerca las sensaciones sobre una e-bike. Y eso es precisamente lo que buscaban en esta presentación: el punto de vista de un motorista sobre sus nuevas e-bike, considerando que muchos de sus futuros clientes vendrán precisamente del mundo de la moto.

Comenzamos esta toma de contacto con la urbana CrossCore cuando el sol empezaba a esconderse en un rincón de la Costa Brava. Una e-bike fácil y manejable para el día a día. Además, cuenta con una larga serie de accesorios que merece la pena conocer, puesto que se puede aumentar la capacidad de carga (bolsas) y también usarla en plan excursión o incluso cicloturismo.

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Al día siguiente la cosa fue más en serio. Nos esperaba un recorrido de 40 km. con la Wabash y por la tarde, con sus respectivas sesiones de foto y video, de 20 km. con la Moro. ¡Planazo!

La verdad es que tenía muchas ganas de descubrir tanto las posibilidades de la Wabash como el gravel, una modalidad que me parece muy atractiva. En una ruta bien escogida me encontré muy cómodo sobre una Wabash que presenta la posición de conducción de una bicicleta de carretera, pero bastante más confortable puesto que el manillar es más grande, más abierto.

Además, la tija regulable te permite subir o bajar el asiento en función de tus necesidades, lo cual - repito que no soy un experto - me parece un lujo.

Con sus tres diferentes niveles de intervención, el “motorcito” de la Yamaha es una delicia. La asistencia PW-ST incluye la denominada Zero Candence y un modo de asistencia automático, con sensor de inclinación que supone una potencia suplementaria en fuertes subidas.

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Inexperto en este tipo de vehículos, me sorprendió que el cambio fuese más lento que en una bicicleta pulmonar. Y por otra parte, no me dio la sensación de ser un vehículo muy pesado, a pesar de todo su equipamiento, motor y batería.

El hecho de montar neumáticos más anchos que en las bicicletas y perder agilidad en carretera con respecto a mi bicicleta convencional “de toda la vida”, creo que queda sobradamente compensado con la alternativa de poder hacer pistas y caminos.

Como referencia y tomando este dato “con pinzas” pues hay un montón de factores que condicionan el consumo de la batería, en los 40 km. de recorrido no llegué a la mitad del consumo. Así que creo que poder hacer casi 100 kilómetros sin problemas y sin estar muy pendiente de economizar, es de verdad…! un buen descubrimiento!

Moro

En primer lugar, creo que conviene aclarar que el nombre de Moro de esta nueva e-bike hace referencia a Mons Moro, un macizo lunar bautizado como el científico italiano Antonio Moro Lazzaro. También en Los Alpes hay una montaña con este nombre. Dicho esto vamos al lío.

Buscando ese paralelismo entre las motos y las e-bike de Yamaha, podríamos decir que la Wasahb sería como una moto para todo, una trail como la Ténéré y la Moro, una moto de cross o enduro como las YZF.

Como motorista metido en faena con una e-bike, la Moro me pareció un aparato muy divertido y creo que puede resultar una buena alternativa a los endureros venidos a menos.

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Sus sensaciones son muy excitantes. Subiendo sorprende su facilidad para superar obstáculos sin apenas inercia y a golpe de pedal, gracias a la asistencia de su grupo motriz. Y bajando… !agárrate fuerte! Se puede ir pero que muy deprisa, las suspensiones se lo tragan todo, la posición de conducción con el asiento bajado (tija regulable) transmite una enorme confianza.

Casi sin darme cuenta parece que estoy escribiendo de motos, pero no es así, es que el feeling de la Moro es el de una moto de enduro mucho más ligera y manejable.

En las subidas se requiere un poco de técnica o más bien práctica para sacarle todo su partido… !pasa por todas partes!

Algo que me llamó la atención es que el pedalier toca en escalones o raíces, como cierta facilidad. Consultando a los “expertos” en este tipo de e-bike que nos acompañaron, me confirmaron que posiblemente el pedalier queda demasiado bajo.

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Pero al margen de este detalle, la asistencia de la unidad motriz PW-X3 - en este caso de 85 Nm - es toda una garantía.

La ruta, muy bien escogida, se desarrolló prácticamente en su totalidad por senderos en medio del bosque con subidas, bajadas y bastantes raíces y en este escenario las posibilidades de una e-bike como la Moro son casi infinitas.

En definitiva, Yamaha entra con muy buen pie en este mundo electrificado de las e-bike y nos aseguran que en el futuro tendremos una amplia oferta y grandes proyectos.

Los motoristas y los que no, seguiremos muy atentos. ¡Bienvenidos!

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