Ducati Multistrada 1200 ¡La moto total!

Y tal es así, que por primera vez tenía serias dudas sobre qué equipamiento llevarme a Lanzarote para la presentación de la MTS 1200. Normalmente lo tengo claro: mono entero para hiperdeportivas y supermotards; cordura para trail y turísticas; chaqueta de piel y Draggin’ jeans (vaqueros reforzados y con protecciones, especiales para ir en moto) para naked y custom. Pero ¿y para la Multistrada? Para esta moto inclasificable, mezcla de deportiva/supermoto/trail/rutera, todo en uno, no lo tenía nada meridiano.

Tuve la suerte de asistir a la presentación de la primera Multistrada en Cerdeña, hará casi ocho años. Me encantó la propuesta de Ducati: una moto ideal par cualquier tipo de carretera, no importa en qué estado, una máquina rápida y segura, pero también con una aceptable vertiente turística, aunque penalizada por un asiento de serie algo duro (que luego se modificó) y una estética demasiado particular, fruto del lápiz del entonces diseñador de Ducati, el sudafricano Pierre Terblanche. La nueva MTS 1200 retoma aquel espíritu, pero lo lleva a otra dimensión, a otro nivel… también en cuanto al diseño, y nadie podrá decir que la Multistrada 2010 es una moto fea.

Nada se conserva de aquella primera Multistrada 1000, salvo el concepto, y todo es absolutamente nuevo, empezando por el nuevo motor, que si antes era el 1000 (y luego el 1100) con culatas de 2V, refrigeración por aire y 95 CV, ahora pasamos a un 1198 LC, con culatas de 4V y nada menos que 150 CV -un 60 % más que en la anterior MTS-. Cuenta, además, con un selector de cuatro modos (Sport, Touring, Urban y Enduro) de conducción, un sofisticado sistema que os detallamos en un recuadro aparte. Además, el motor dispone de embrague deslizante (antirrebote), acelerador ride by wire, 6ª overdrive, etc. El arranque es sin llave, siendo ésta electrónica.

El chasis es también nuevo, casi un 20 % más rígido que el anterior, que no andaba precisamente manco en rigidez, y consta de una parte delantera multitubular en acero anclada al motor y a piezas de fundición de aluminio que sujetan tanto el basculante como el subchasis.

Si la versión estándar usa suspensiones Marzocchi y Sachs delante y detrás respectivamente, la S Sport y la S Touring utilizan elementos de Öhlins con la posibilidad de ajustarlos electrónicamente mediante el sistema DES (Ducati Electronic Suspension), que permite elegir entre los modos conductor, conductor + carga, conductor + pasajero y conductor + pasajero + carga, con un ajuste instantáneo. Los frenos son los conocidos Brembo de 320 mm, con pinzas de anclaje radial y ABS opcional.

En cuanto a equipamiento, cuenta con una cúpula ajustable mecánicamente (60 mm) y una pequeña guantera. La instrumentación es nueva, totalmente digital, con una esfera que indica los modos de conducción, ordenador de a bordo de serie y un indicador de marcha engranada. El frontal dispone de cuatro faros, dos para cada haz de luz, con tecnología Multiconvex, y diodos led para la posición y el piloto trasero.

Lo dicho: más tecnología, imposible. ¡Ah! Y con todo eso, la MTS 1200 tan sólo pesa 189 kg.

Cuatro motos en una

El empleo masivo de la electrónica ha conseguido lo que la primera Multistrada no llegó a conseguir plenamente: que la MTS 1200 se adapte perfectamente a cada condición con sólo pulsar un botón, cambiando su carácter y mutando como un camaleón según lo que le pidamos y dónde la metamos.

Partimos del hotel con el modo Sport tomando mentalmente nota de las sensaciones que íbamos filtrando. El motor, por ejemplo, tiene mucha potencia (nada menos que 20 CV más que una 999) y una respuesta al gas muy rápida. Acelerando fuerte en 1ª o 2ª, la rueda delantera quiere levantarse, y el empuje no cesa hasta el final. Rodando fuerte por las bellísimas carreteras de Lanzarote, de impecable asfalto, las suspensiones tampoco parecían muy duras y la estabilidad era siempre impecable, pero aún lo era más la facilidad para inclinar la Multistrada gracias a su bajo peso y ancho manillar. No existían meneos, ni siquiera en curvas rápidas (empecé a notar algunas imprecisiones a velocidades tan escandalosas que no voy a reproducir aquí). El tren delantero se mantiene firme y se puede apoyar bien la rueda delantera en curva, transmitiendo siempre confianza y sensación de solidez. Los frenos… uno piensa al ver el impresionante conjunto que equipa la MTS, que habrá que ir con cuidado a la hora de apretar la maneta, pero nada de esto: la potencia no es nunca excesiva, ni el tacto al inicio es brusco. Sin ser frenos de la muerte, cumplen con su cometido.

Con la llegada de un tramo bacheado, introdujimos la opción Touring, apreciando un claro cambio en toda la moto. La agradable respuesta del motor era realmente más suave, y las suspensiones perdieron dureza para adaptarse al terreno, Aprovechamos para comentar que nos gustó la ergonomía, ya que todo cae en su sitio, el manillar es ancho, el asiento es por fin confortable (no encantó a lo largo de todo el trayecto, de más de 220 km por carreteras de todo tipo). La cúpula, en su ajuste más elevado, desvía el aire del casco lo suficiente como para rodar muy rápido sin rompernos el cuello. Con algo más de altura sería aún mejor, pero perdería notablemente en estética. La damos por buena.

El modo Urban lo utilizamos sólo una vez, en el interior de un pueblo, para probar. Bueno, la moto realmente no asusta, con un motor que nada tiene que ver con el del modo Sport. Con el DTC a nivel alto, no habrá problemas al acelerar sobre un paso cebra mojado o una calle en obras.

La última parte de nuestro periplo por la isla nos llevó hasta la playa de Papagayo, por una bacheada pista de unos 3 km (que luego había que deshacer), donde, desde luego, utilizamos el modo Enduro. Ya teníamos claro de antemano que los milagros no existen y que la Multistrada no se iba a transformar por arte de magia en la moto de Marc Coma, por ejemplo, pero sí que funcionó mejor de lo que esperábamos, incluso con los nuevos y comprometidos Pirelli Scorpion Trail, desarrollados expresamente para la MTS, codo a codo con la gente de Ducati. Superamos los 100 km/h sobre la pista, contando con una excelente tracción y una notable absorción por parte de las suspensiones, limitadas por el recorrido de 170 mm, pero que se comportaron más que bien.

Bueno, queda claro que la nueva Multistrada profundiza, gracias a su sofisticada electrónica, en el concepto de moto para todo, de moto universal, que busca la marca de Borgo Panigale.

La verdad es que nos ha gustado, y mucho, porque tiene un lado salvaje y divertido, porque puede ser una notable viajera, la puedes usar a diario por ciudad (¡cómo gira!) y te permitirá hacer excursiones por pistas fáciles sin ninguna queja.

¿La moto total? Quizás.

Toma de contacto publicada en el Solo Moto Actual 1761, en tu quiosco desde el 9 de marzo de 2010.

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