Ducati Hypermotard 796

Recuerdo cómo en la presentación de esta Hypermotard en versión 796, un responsable de Ducati Ibérica me insistía en que ésta era una moto fácil de conducir que, por carácter, podía inmiscuirse en el sector de las naked de media cilindrada.

Lo cierto es que esta teoría me pareció correcta tras una breve toma de contacto que tuve la oportunidad de llevar a cabo en las cercanías de Bolonia. Pero cuando la semana pasada dispusimos de nuestra propia unidad de pruebas y trabajé con la Hypermotard en mi propio terreno, es decir, usándola por ciudad, carretera y también autopista, me quedé completamente convencido de que efectivamente esta 796 es una moto con estética hypermotard, con el comportamiento y sobre todo la polivalencia y facilidad de conducción de una naked de cilindrada media. Un sector que, scooters al margen, es el que menos bajadas de ventas ha sufrido en estos últimos y difíciles tiempos que estamos viviendo.

Aunque a tiene un manillar excesivamente ancho, se mueve bien por ciudad; en carreteras reviradas es divertida y muy eficaz, y en autopista se comporta, a velocidades legales, pese a que su autonomía es algo justa.

El secreto de la 796 es que monta el bicilíndrico de dos válvulas de la Monster 696, acertadamente modificado y adaptado al estilo de la HM 796. Ha subido hasta los 803 cc y tiene una progresividad y un tacto exquisito tanto entre el tráfico urbano como en las carreteras reviradas, en las que disfruté de una moto muy divertida y controlable.

El chasis –como no podía ser de otra forma tratándose de una Ducati– es una estructura multitubular de acero con basculante monobrazo, con la parte delantera muy ligera y una buena horquilla Marzocchi a la que en una conducción deportiva yo le pondría más precarga de muelle, opción que no se contempla (no es regulable). No obstante, recordando trucos de mi época como piloto de rallys, se puede recurrir a unos casquillos interiores (apuntaos el dato los interesados en la Challenge si el reglamento lo permite…), además de trabajar con los muelles o la densidad del aceite. No es que la suspensión en su estado original no sea acertada, pero si buscas ese poquito más que parece querer pedir la 796 en una conducción deportiva, mejoraría mucho en las frenadas y absorbería mejor los parches de asfalto que a veces encontramos (cada vez menos) en las carreteras de segundo orden y también las profundas tapas que hay en algunas ciudades como Bachelona, donde con la HM 796 se hacen demasiado evidentes.

Detrás se monta un único amortiguador Sachs regulable en precarga de muelle y extensión que me gustó, y por lo que respecta a la frenada, es potente y progresiva y ha sido un acierto el incluir unas pinzas Brembo de cuatro pistones en lugar de las monoblock que equipa la 1100. Soy de los que opina que este tipo de pinza, especialmente con discos de 310 mm, puede llegar a ofrecer una frenada demasiado agresiva en carretera abierta. O sea, que aunque te sorprenda, desde mi punto de vista, hay algunas Ducati que… ¡frenan demasiado en un uso diario! Algo que no sucede en esta HM 796.

El disco de 245 mm trasero no es precisamente un ejemplo de progresividad, pero con él se puede conducir timoneando, es decir, frenando y encarando la rueda trasera a la entrada de las curvas, un tipo de conducción que también encaja con la Hypermotard 796…

Sin insistir en sus características, puesto que ya lo hicimos en la presentación (octubre 2009), sí quiero resaltar que sus modificaciones con respecto a la Monster (1,2 kg más ligera, radiador de aceite, cigüeñal, airbox, embrague con sistema APTC) han sido todo un acierto.

Todo uso

No me cansaré de elogiar esta versión del bicilíndrico italiano porque su suavidad, progresividad y tacto destacan sobremanera. Y no exagero. Un carácter que se agradece en todos los ambientes.

Empezando por la ciudad, que inevitablemente hay que torear o cruzar en busca de la libertad, a bajas vueltas responde muy bien y no hace falta subirlo hasta más allá de las 5.000 rpm para moverte entre el tráfico urbano. Un poco alta de asiento, pues con 1,79 m llego algo justo con los dos pies en el suelo.

El tacto del embrague también es sobresaliente: por ciudad y carretera abierta, a mí que no me den un embrague en seco, sino uno como éste, con sus 21 discos bañados en aceite, que es una delicia. Además, el sistema antibloqueo es efectivo incluso en las frenadas más salvajes, que no se pueden hacer por ciudad… y que me tomé la licencia de probar un día frío y soleado en una solitaria carretera revirada en la que a medida que subía la temperatura del asfalto, más me calentaba…

Calentones al margen y volviendo a la gran ciudad, tengo que apuntar que desgraciadamente en Ducati insisten con unos retrovisores escamoteables que sólo se salvan porque se pueden desmontar y tirar a la basura para colocar un retrovisor convencional que se sirve como opción. Los originales (escamoteables) y sus pesados soportes ensanchan el manillar casi 4 cm por cada lado estando doblados y 42 cm cuando están desplegados, es decir, una exageración. Además, quedan justo a la altura de los retrovisores de los coches, así que me parecen muy poco recomendables.

Volviendo a mi solitaria escapada una soleada mañana del mes de enero; entre curvas, la HM 796 es muy divertida. Extremadamente ágil, ligera y sencilla de conducir, entra en los virajes con facilidad y no tiene la tendencia a sacarte hacia el exterior a la salida de los mismos, como sí sucede ligeramente en algunas deportivas de la casa.

Entre las 4.000 y las 7.000 rpm tenemos una respuesta fantástica, suave, nada agresiva y muy efectiva. No hace falta llevarlo más allá de las 7.000 vueltas y a partir de esas 4.000 vueltas los silenciosos que asoman por debajo del culo emiten un sonido grave que es música celestial…

Insisto. Tacto de motor ejemplar. Parte ciclo eficaz. Buena frenada y una posición de conducción relajada. Todo ello hace de esta HM 796 una moto poco estresante, con la que llegar de curva a curva se convierte en algo realmente placentero, con la sensación de tener la situación controlada: una moto antiestrés.

Autopista

Tantas ganas tenía de explicaros lo que me gustó esta 796 entre curvas, que casi me olvido de que viviendo en Barcelona, a no ser que salgas por Vallvidrera, La Rabassada o Flor de Maig, es obligado ir a buscar una autopista. En este ambiente, la falta de protección aerodinámica es soportable si tenemos en cuenta las velocidades legales a las que nos someten nuestros amigos de la Administración. El otro día leí que en Italia se están planteando aumentar el límite hasta los 140 km/hora, tras llevar a cabo un estudio en el que se demuestra que a 120 km/hora no se baja la siniestralidad, sino que por la falta de concentración y la supuesta superior sensación de control que ésta otorga, los accidentes aumentan especialmente entre los coches porque los conductores se toman más libertades, tales como hablar por teléfono o pulsar los botones de la radio…

Italianos al margen, volviendo a la italiana que nos ocupa, a 80 km/h, el motor gira a 2.500 rpm con algunas vibraciones en los pies y a 120 km/h está sobre las 4.300 rpm, subiendo hasta las 4.700 (aprox.) si vas a 150 km/h de marcador (es muy optimista). Progresivamente, las vibraciones parecen trasladarse al asiento, pero no son exageradas.

Un aspecto que hay que tener en cuenta es que su autonomía es limitada, por lo que conviene controlar que después de que se encienda el chivato de la reserva y el trip se ponga a cero automáticamente, la gasolinera más cercana no esté a más de 20 km porque puedes palmar…

En definitiva. Una moto atractiva, fácil de conducir y muy polivalente, que con sus 80 caballos de potencia para unos 170 kilos de peso representa una muy interesante alternativa.

La versión en blanco o negro opaco cuesta 8.995 euros, pero si la quieres en color rojo Ducati el precio sube hasta los 9.225 euros.

Solo +

- Estética

- Motor progresivo

- Tacto general

- Polivalencia

Solo –

- Autonomía

- Precio

Como va en

Ciudad

La progresividad del motor, un embrague exquisito, un consumo razonable y su agilidad y ligereza están por encima de un ángulo de giro un poco limitado y los desacertados retrovisores.

Carretera

Buena estabilidad y también en este terreno destaca el comportamiento del motor, que la hace fácil y efectiva. Frenos potentes y con buen tacto, posición de conducción acertada. Diversión asegurada.

Autopista

La protección aerodinámica es nula, pero a velocidades legales, incluso a unos 140 km/h, se viaja sin problema y con algunas vibraciones. Su instrumentación es completa. Su autonomía, escasa. Poco espacio para el equipaje.

Ficha técnica de la Ducati Hypermotard 796

Motor

Tipo de motor

2 cil. V90 4T aire/aceite DOHC 4 V

Cilindrada

803 cc

Diám. X carrera

88 x 66 mm x 2

Compresión

11:1

Potencia máx.

81 CV a 8.000 rpm

Par máximo

7,7 kgm a 6.250 rpm

Alimentación

Inyección electrónica Siemens, 45 mm

Encendido

Electrónico digital CDI

Arranque

Motor eléctrico

Embrague

Multidisco APTC en aceite, bomba hidráulica

Cambio

De 6 relaciones

Transmisión

Por cadena sellada

Parte ciclo

Tipo chasis

Multitubular Trellis en acero Cr-Mo

Basculante

Monobrazo en aluminio

Geometrías

24°/n.d.

Susp. Delantera

Horquilla invertida Marzocchi con barras 43/165 mm, sin regulación

Susp. Trasera

Amortiguador Sachs multiajustable con sistema de bieletas, 141 mm

Freno delantero

2 discos de 305 mm, pinzas Brembo de 4 pist.

Freno trasero

1 disco de 245 mm, pinza Brembo de 2 pist.

Neumáticos

120/70-17 y 180/55-17

Pesos y dimensiones

Peso declarado

167 kg

Largo x alto x ancho

2.120 x 1.155 x n.d.

Distancia entre ejes

1.455 mm

Altura asiento

825 mm

Cap. Depósito

12,4 l

Consumo medio

6,7 l/100 km

Autonomía teórica

185 km

Guía del comprador

Precio

8.995 euros

Garantía

2 años

Importador

Desmotrón, S.L.

Tel.

96 153 93 32

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