Dos mejor que cuatro, ¿qué es mejor para moverse por ciudad?

Dos mejor que cuatro, ¿qué es mejor para moverse por ciudad?

No vamos a ser nosotros los descubridores de la sopa de ajo, eso está claro. El rápido incremento de las matriculaciones de scooters de 125 cc tras la aplicación de la convalidación del carné B por el A1 fue de por sí suficientemente explícito de las bondades de la moto en ciudad. No vamos a negar que todo tiene sus pros y sus contras, pero han sido miles los que han apostado por la moto para moverse en ciudad, dejando el coche aparcado. Si en Barcelona ciudad, todos los que vamos en moto cada día al trabajo fuésemos en coche, la ciudad se colapsaría…

Las ventas de nuestro mercado están formadas principalmente por scooters de 125 cc, un dato que confirma y respalda la enorme utilidad de las dos ruedas en ciudad. Pero si las ventas no fuesen ya un dato más que clarificador, hemos decidido volver a hacer la prueba de comparar la velocidad de varios medios de transporte, para ver cuál es el más rápido en ciudad.

La prueba

Para ver cuál es el medio de transporte más rápido en ciudad decidimos hacer una prueba. Verificaríamos lo que se tarda en desplazarse entre dos puntos de la ciudad de Barcelona en scooter, bicicleta, coche, metro y autobús. El recorrido sería ideado para que hubiese una buena red de carriles bici, paradas de metro y autobús, y no habría una ventaja clara para nadie. Además la planimetría del circuito favorecía a la bici, porque el recorrido sería totalmente plano. Para ello escogimos como punto de salida el Arco del Triunfo y el punto de llegada la redacción de Solo Moto, en total 6,4 km. El trayecto sería totalmente por el interior de la ciudad, en hora punta –las 9 de la mañana-, y todos deberíamos respetar las normas de tráfico.

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Partiríamos a pie desde el punto de reunión y cada uno iría a buscar su medio de transporte: el scooter estaría aparcado en el aparcamiento legal más cercano, el de la bici la llevaría consigo –plegable-, el del coche lo tendría aparcado en un parking o en zonal azul/verde y el que debería ir en metro y autobús, pues iría caminando hasta la parada más cercana. El cronómetro se pondría en marcha desde el primer paso y se pararía a la entrada del edificio de la redacción, o sea que el que fuese en scooter debería de aparcarlo –en una zona no prohibida- y dirigirse a pie hasta la entrada y ahí parar el cronómetro. Usaríamos nuestros smartphones para controlar el tiempo y el recorrido, con aplicaciones como Sportstracker.

Pros y contras

Cada uno de los medios de transporte tenía sus ventajas e inconvenientes. El scooter en principio parecía tenerlo más fácil, pero en hora punta, con todos los carriles de la calle Aragón llenos, y lo suficientemente estrechos como para no poder pasar entre coches, no eran ventajas precisamente. Además no podría pasar de 50 km/h y no podría circular por el carril bus.

La bici no tendría prácticamente ninguna restricción, no tendría ni subidas ni bajadas, y su recorrido sería ligeramente más corto que el del scooter y el coche; casi todo ventajas. El metro tendría una buena velocidad con el inconveniente de los transbordos o del desplazamiento a pie desde la parada hasta el punto de destino final. El autobús sufriría la velocidad de superficie, como el del automóvil… ¡que ni te cuento! Aunque éste pillaría por todos lados…

Con el scooter tienes libertad, y lo puedes usar para ir al trabajo y para lo que sea, todos los días de la semana. En su contra tienes el inconveniente de poder sufrir un accidente y de padecer las inclemencias del tiempo en invierno. Con el metro no te mojas ni pasas frío, pero no vas cómodo, no tienes privacidad y en hora punta vas de pie y apretujado todo el trayecto. Por no hablar de que sufre retrasos y averías de cuando en cuando. En autobús, otro tanto, con el agravante de que es mucho más lento que el metro. Y en coche disfrutas de tu espacio, pero lo pagas caro con una gran pérdida de tiempo y dinero. La bici es la que sale más barata de todos los medios de transporte, tienes toda la libertad del mundo, pero en su contra debes vigilar para no sufrir un accidente, sufres más las inclemencias del tiempo y llegas al trabajo sudado si vas a ritmo para no perder tiempo respecto a la moto…

3, 2, 1… ¡ya!

A la 9 de la mañana comenzamos la prueba. Yo me dirigí a la acera más cercana, donde tenía aparcado mi Honda Scoopy 125 -permitido-. Edu salió directamente sobre su bici plegable raudo y sin pérdida de tiempo. Judith caminó hasta la parada de metro más cercana –Línea 1, roja, parada de Arco de Triunfo-, a un minuto y medio de allí. Jordi se dirigió al aparcamiento donde tenía el coche, y Lluís se fue a tomar el autobús –el H12-. Alea jacta est.

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Edu parecía coger ventaja al principio porque mientras que el resto aún caminaba hacia sus medios de transporte, él con la bici ya había tomado unos buenos centenares de metros de ventaja. Judit fue la segunda en llegar a su medio de transporte, el metro, empatada conmigo, ya que mi Scoopy estaba muy cerca, aunque ella debió esperar en el andén tres minutos hasta que llegó el convoy. Lluís se fue caminando un buen trecho hasta la parada del autobús -11 minutos-, y una vez allí debió esperar unos 5 minutos a que llegase el H12. Y Jordi estaba caminando hasta donde estaba aparcado el coche… La bici iba primera, seguida del Scoopy y el metro, y el automóvil iba por delante del autobús.

En cinco minutos yo ya estaba entrando en la calle Aragón con mi Scoopy. Edu con su bicicleta Brompton estaba en la Gran Vía, Judit en la parada de Urquinaona, mientras tanto Lluís seguía caminando hacia la parada y Jordi ya estaba enfilando la Ronda San Pedro. A los diez minutos, el Scoopy estaba casi a mitad de trayecto, pero Judit, con el metro, lideraba y estaba en la parada de España. Edu estaba algo por delante del Scoopy, y había llegado al Paseo de Gracia. Jordi y su coche no iban mal; ya estaba en la calle Aragón, algo por detrás del scooter. Y Lluís aún estaba esperando el autobús…

Quince minutos después de la salida, Judit con el metro ya estaba a una parada de su destino, yo con el Scoopy estaba llegando a plaza España, mientras que Edu y su Brompton estaba en la calle Urgel. Jordi, en coche, estaba en la calle Aragón, a la altura de la calle Urgel, y Lluís en autobús estaba en la Gran Vía.

A los 21 minutos, el Scoopy ya había llegado a la entrada del edificio de la redacción, mientras que Judit estaba llegando, ahora caminando desde la parada de metro; Edu estaba aún en plaza España, Lluís en la plaza Universidad -muy retrasado- y Jordi en la calle Tarragona, cerca de plaza España. ¿Quién sería el segundo? Por escaso margen, Edu fue el segundo; Judit, la tercera; Jordi, el 4º -que a pesar de llegar en 33 minutos a destino, el 3º, perdió todo el tiempo ganado buscando aparcamiento-. El quinto y último fue Lluís con el autobús.

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Conclusión

Queda claro que el método de transporte más rápido para la ciudad sigue siendo el scooter, pero sorprende que la bicicleta sea la segunda, superando al metro, por poco, aunque Edu llegó sudado del esfuerzo... Estaba claro que el autobús y el coche serían los últimos destacados, ya que dependen de las condiciones del tráfico de superficie, aunque el coche se ve penalizado por el tiempo de búsqueda de aparcamiento.

Por segunda vez hemos vuelto a demostrar que un sencillo scooter de 125 cc es la herramienta ideal para ciudad, es el medio más veloz, su mantenimiento no es caro, ya que se amortiza por el tiempo que se gana, y puedes usarlo para ir donde quieras, cuando quieras. El metro y la bici también son prácticos, pero en nuestra prueba han tardado seis y doce minutos más que el scooter, un 28 y un 57 % más de tiempo… O sea que suponiendo que cada día hagas en moto dos veces nuestro trayecto de prueba, cada día disfrutarías de 24 minutos libres más que yendo en metro, 52 minutos más que yendo en coche y de una hora más que desplazándote en autobús. Tu tiempo vale mucho más que dinero… QED –quod erat demonstrandum.

LOS RESULTADOS CLAVE

Aquí se refleja el tiempo total empleado con cada medio de transporte, el porcentaje de tiempo extra empleado respecto al más veloz, su velocidad media y el coste del desplazamiento. También se realiza un cálculo del coste del trayecto con cada vehículo. En el caso de la bici despreciaremos su coste monetario y lo centraremos en el consumo energético, en este caso, equivalente a un bocadillo de jamón de York… En el caso del transporte público hemos calculado la tarifa ateniéndonos a la tarjeta de 10 viajes, cuyo coste es de 9,8 euros, mucho más barato que el billete sencillo, que cuesta 2 euros.

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*El coste/km se ha calculado para una titularidad del scooter/coche de 4 años, a 4.000 km/año, incluyendo gastos de mantenimiento, revisiones, gasolina, seguro e impuestos, deduciendo el valor de la venta del scooter/coche a los 4 años y dividiendo el monto resultante entre los kilómetros recorridos. **Para recorrer la distancia de 6,4 km entre el Arco del Triunfo y la redacción de Solo Moto, sita en Gran Vía 8-10, de l’Hospitalet. La bici, por su mayor libertad, haría unos 400 metros menos. ***Se ha escogido un tipo de coche medio, con un precio de 15.000 euros, con 90 CV y un consumo urbano de 7 l/100 km.

Con la colaboración de @Edu_Parellada y @JuditFlorensa.

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