Hace algunas semanas os hablamos de la sorprendente Damon Hypersport Pro, la deportiva eléctrica canadiense que con tan solo pulsar un botón puede cambiar totalmente la posición de conducción, moviendo la posición de las estriberas, del manillar y del asiento, adaptándola al tipo de conducción requerido. ç
Fue presentada anteayer en el Consumer Electronics Show de Las Vegas y por fin sabemos sus cifras, que son impresionantes: 200 CV, un brutal par motor de 200 Nm, y una autonomía de 320 km nada menos.
Más datos: acelera de 0 a 95 km/h en menos de 3 segundos, la recarga total es de 3 horas y el precio es el de una deportiva de gasolina: 20.000 €, unos 23.600 €.
Los primeros 25 modelos que saldrán de la línea de producción estarán equipados con frenos Brembo Stylema, suspensiones Ohlins y un basculante monobrazo de fibra de carbono, y se venderán en edición limitada.
El sistema CoPilot
Pero hoy queremos extendernos más en el sistema de detección de posibles peligros.
El sistema de cambio de posición viene acompañado de otro muy distinto, el CoPilot, que utiliza una aplicación creada por BlackBerry (la misma empresa que fabrica móviles) combinada con cámaras y sensores para detectar la velocidad y dirección de docenas de otros vehículos que estén en el entorno de la moto. Todo esto es procesado por una IMU para anticipar amenazas y advertir al conductor a través de LED, vibraciones o bien visualmente en un espejo retrovisor digital.

Además, cada vez que un piloto reacciona a un aviso, bien frenando o apartándose, los datos se transmiten a la nube para permitir que el sistema aprenda y se adapte al estilo del conductor.
Estos tipos de sistema, conocidos por AWSM (An Accident Warning System for Motorcycles), son sistemas de aviso de posibles peligros para motos, avisando del riesgo percibido, asociado éste a las motos.
Tres niveles de detección de peligros
Con su particular CoPilot, Damon ofrece tres niveles de AWSM disponibles, a escoger:
Nivel 1 – Detección básica: la moto está equipada con los sensores necesarios para detectar una posible colisión desde todos los lados y advertir al conductor.
Nivel 2 – Anticipatorio: la moto está equipada con los sensores y las cámaras necesarios para detectar la dirección y la velocidad propia, así como la de los vehículos circundantes, para anticipar sus movimientos y su potencial para poder llegar a ser un peligro.
Nivel 3 – Automatización máxima: la moto está equipada con los sensores y la IMU necesarios para comprender las habilidades e intenciones del conductor.
Este tercer nivel utilizará información ambiental y de las condiciones de la ruta en tiempo real para ajustar el gas, el freno y otras funciones, para asegurar que la moto no sea conducida de un modo que exceda el nivel de habilidad del conductor y / o de las condiciones de la ruta.
Este sistema avanzado puede incluir el agarre de los neumáticos, el radio de una curva concreta o la distancia de frenado disponible frente a un objeto que está parado o se está parando.
Se acabará imponiendo

Frente a los que no se fían de este tipo de sistemas, Damon cree que “No estando controlados por distracciones emocionales o reacciones irracionales, los ordenadores reaccionan mucho más rápido que los humanos”.
“A medida que el mundo cambie hacia la conducción autónoma -especialmente en los automóviles-, la necesidad de motos más seguras y con sistemas inteligentes crecerá al mismo ritmo”.
“Por tanto y para las motos, un sistema similar de seguridad se convertirá en un factor crítico para su crecimiento continuo, como medio viable para el transporte interurbano”.
La Damon Hypersport Pro se presentó en el Consumer Electronics Show de Las Vegas este mismo día 7 de enero.