Vuelvo al Dakar para seguir sus huellas, al igual que hice en el 2006 en África y en el 2010 en Argentina. En moto y en solitario. Como a mi me gusta. Será este un viaje siguiendo la carrera en paralelo para explicaros en primera persona un aventura al margen de la competición, pero sin renunciar a vivir en directo las grandeza de los auténticos protagonistas del Dakar: los pilotos de motos.
Desde estas mismas páginas Pep Segalés cubrirá la competición. Mi historia será otra. Yo no voy a competir, sino que mi modesto objetivo es llegar a los finales de etapa fuera de la carrera, completar el recorrido al completo, salir desde Rosario (Argentina) y llegar a Valparaíso (Chile). Un pequeño reto personal en el que viviré de cerca la dureza de la carrera más dura del mundo. Trataré de seguir a la caravana del rally para escribir mi propia historia, mi particular viaje que debe de llevarme por rutas alternativas y los mismo enlaces que la caravana del rally.
Quiero demostrar como con una moto de serie, sólo maletas laterales, GPS y la pantalla alta del catálogo “Power Parts” de KTM, se pueden vivir grandes aventuras sin la necesidad de entrar en la competición pura y dura. Recorrer en solitario 9.000 kilómetros en apenas dos semanas al endiablado ritmo de la carrera; cruzar los Andes, comprobar si mi KTM y yo somos capaces de seguir adelante a 4.500 metros de altura; dormir bajo las estrellas, tocar el cielo; tragar polvo, vivir en el desierto y en definitiva tratar de superar las etapas día a día, transmitirlo y comunicarlo. Ese mi objetivo. Ese es mi pequeño reto, mi gran aventura. Y como siempre, la quiero compartir con vosotros...