Daelim Daystar 250 FI: Un paso adelante

La Daelim Daystar 125 FI es una de las cus­tom más exitosas de la categoría A1; es sencilla, asequible, cómoda y con un buen funcionamiento. ¿Qué más se le puede pedir a una 125 cc? Con sus muchos años de servicio, sorprendía que la firma coreana no aprovechara un producto tan competitivo para dar el salto a la categoría A2 como algunos de sus rivales más directos, sobre todo teniendo en cuenta que desde hacía unos años tenía a su servicio un motor dos y medio que se lo permitía. Esta­mos hablando del monocilíndrico 4T refrigerado por líquido, con culata DOHC de cuatro válvu­las y alimentado por inyección electrónica de la Roadwin 250 R. Este motor, con 23 CV de potencia, aporta a la Daystar las prestaciones necesarias para poder ampliar notablemente su radio de acción y para que los usuarios del carné A2 puedan dar sus primeros pasos en la categoría de forma agradable y segura. Y es que, comparativamente, la Daystar no es muy diferente en cuanto a peso y proporciones de su hermana menor del octavo de litro, lo que nos propone una fórmula muy liviana y mane­jable para afrontar nuestros desplazamientos cotidianos. Como buena custom, en ella la al­tura del asiento al suelo es de sólo 720 mm, ideal para moverla cómodamente en parado y para proporcionar la máxima seguridad a con­ductores con poca experiencia y a las féminas, que encontrarán en la Daystar la moto fácil y segura que estaban buscando. De igual for­ma, el diseño de la parte ciclo aboga por una estabilidad total, conseguida en la custom de Daelim mediante unas llantas (en esta ocasión son de aleación) y neumáticos de 90/90 x 18” delante y 130/90 x 15” detrás, una distancia entre eje de unos 1.500 mm y una colocación del centro de gravedad muy baja. Todo ello le aporta un paso por curva muy estable y preci­so, ofreciéndonos un alto grado de confianza a la hora de gestionar todo tipo de curvas y, dado su ajustado peso de sólo 165 kg, una agilidad de movimientos prácticamente idéntica a la de su hermana de 125 cc. Cómoda En lo que se refiere a suspensiones, opta por la solución habitual, una horquilla convencional con un lanzamiento considerable y un doble amortiguador detrás con posibilidad de reglaje en su precarga de muelle. La diferencia de reco­rrido es apreciable entre ambos ejes; como de costumbre, detrás, una menor carrera aunque eso se ha compensado con un tacto un poco más duro para que en situaciones límite no lle­guemos al máximo de compresión con facilidad. Por lo general, el tacto de las suspensiones es bueno en ambos sentidos, se apuesta por el confort de marcha, aunque sobre asfalto muy ba­cheado su progresividad se vea algo afectada.

El incremento de cilindrada representa para la nueva Daystar un aumento de unos 10 CV, una notable diferencia que aportará un nivel de prestaciones mucho mayor. Con ella nos mo­veremos con mayor soltura, las aceleraciones son más fluidas y rápidas, lo mismo que a la hora de recuperar velocidad tras una disminución en la velocidad o una frenada. Del mismo modo, el uso del cambio y el embrague, aunque inferior que en la 125, seguirá siendo muy fre­cuente en nuestra invitada, por lo que se agrade­ce la suavidad de ambos dispositivos. En gene­ral, el motor se comporta con toda corrección a bajo y medio régimen; sólo cuando aumentamos el número de vueltas al acelerar con fuerza se in­crementa el nivel de vibraciones, que, eso sí, en ningún caso llega a ser excesivamente molesto.

Mejor en todo

Por esto y por otras muchas razones la Daelim Daystar 250 FI nos ofrece muchas más ventajas a la hora de salir del cobijo de la gran ciudad, ya que puede mantener unas medias de velocidad más altas a un ritmo relajado e, incluso, alcanzar una velocidad punta superior, que se sitúa hasta por encima de los 120 km/h legales. Al dispo­ner de un mayor potencial, resulta obvio que las exigencias en lo que a consumo de gasolina se refiere hayan aumentado, aunque gracias a la inyección electrónica se pueda mantener una media de 3,8 litros a los 100 km, siendo conservadores, que nos hará disfrutar de una autonomía teórica superior a los 400 km.

Puede que las similitudes entre nuestra invi­tada y su hermana menor sean muchas, pero a pesar de ello Daelim ha introducido una serie de cambios en cuanto a acabados, coloraciones o equipamiento, necesarios por otra parte para la valoración general del nuevo modelo. Los hay, como hemos dicho, que únicamente responden a una necesidad de diferenciarla de la 125, como por ejemplo un cuadro de instrumentos distinto, las llantas de aleación en lugar de ra­dios, etc., pero también encontramos otros que han sido muy necesarios, como sucede con el apartado de frenada, que en el caso de la dos y medio se ha visto ampliamente reforzado con la incorporación de un doble disco anterior de 290 mm con pinzas de dos pistones paralelos. Con esto, sumado al disco posterior de 218 mm (en la 125 es de tambor), la Daystar goza de una capacidad de frenada excelente, con un tacto bastante agradable y una potencia que se encuentra muy por encima de sus necesidades.

En resumen, esta nueva Daystar 250 ha crecido en todos los aspectos, más potencia, menor consumo, más frenada, menos, afortu­nadamente, en el que más suele preocupar­nos, su precio.

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