Fun&Go, patrocinador principal de los proyectos de MotoGP y Moto3, comunicó ya hace unas semanas a Fausto Gresini que no estaban en situación de continuar apoyando su proyecto en el Campeonato del Mundo. Una decisión que ha abierto un enorme interrogante en el futuro de la escuadra italiana, una de las más veterana del campeonato y la única junto con el Team Aspar, presentes en las tres categorías.
La primera consecuencia de esta inesperada situación es que Gresini no ha podido darle a HRC las garantías exigidas para suministrarle la moto oficial de la que ha dispuesto prácticamente desde que llegara a la categoría reina. Esto no quiere decir que a lo largo del invierno Fausto no pueda encontrar sustituto de Fun&Go en sus carenados y sus camiones, pero como quiera que Honda exige esos avales para empezar a fabricar las motos para los equipos satélite. Y en este sentido, la posición de los japoneses con Gresini ha sido estricta: si no hay aval, no hay motos.
En Brno hace quince días Shuhei Nakamoto, vicepresidente de HRC y figura que en la praxis dirige el departamento de carreras de Honda, le dio plazo a Gresini para encontrar la financiación que necesita hasta el GP de Inglaterra que comienza mañana aquí en Silverstone. El domingo, como tarde, sabremos si Gresini sigue, si sigue con Honda, si lo hace con una sola moto en MotoGP, si de ser así ésta sería Open o de fábrica… si acepta una oferta de ¡Aprilia! para ayudar en el desarrollo de sus nuevas MotoGP… con quién correrá en Moto3… Son muchas preguntas, y algunas a modo de dardos envenenados que tienen que ser contestadas.
Porque la continuidad de Gresini con Honda pasa inevitablemente por la buena voluntad de HRC a modo de aplazamiento de garantías, ayuda económica -léase rebaja en el precio de las motos- o de cualquier otra forma. Sin este apoyo Gresini no podrá seguir. Fausto apela al largo historial de colaboración entre ambas partes. Pero por otro lado no hay que perder de vista que estamos hablando de millones de euros. Lo de las buenas relaciones está muy bien… hasta un punto.
El no a Gresini por parte de Honda significaría, obviamente que tampoco en Moto3 correrían con la marca japonesa. Una opción que se estaba estudiando -el Team Gresini corre ahora con KTM- porque el joven Bastianini gusta mucho en HRC. Pero si no hay MotoGP, muy difícilmente habrá Moto3. Es una de «las armas» que Gresini blandirá durante las negociaciones que tendrán lugar a lo largo del fin de semana. La opción del Team Gresini es, como ya hemos apuntado, vincularse con Aprilia y su nuevo proyecto de MotoGP.
Un factor que puede hacer caer la balanza de un lado o de otro es la entrada en escena de Michel Bartolemi, mánager del equipo Marc VDS de Moto2 y mánager privado de Scott Redding. En cuanto supo por los problemas económicos que estaba pasando el italiano -en cuyo equipo, por cierto, corre su representado- se ofreció a HRC para llevar la moto de fábrica que hasta ahora ha sido de Gresini. En ese caso montaría una estructura para su piloto.
Como podéis ver, el paddock del Mundial es tierra de lobos. En el momento que alguien flaquea, los fuertes se le echan encima. Una forma de proceder, por cierto, que no sorprende, porque ¿no es precisamente este el espíritu de las carreras.
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