Ahora que los carburantes alcanzan precios nunca vistos, el coste de llenar el depósito es protagonista destacado, por lo que muchos se preguntan cuánto costaría la gasolina sin impuestos.
Todo depende, una aseveración que no hay que tomar como cuña habitual, y es que son muchos los factores que determinan el coste de ese preciado oro líquido que vertemos en nuestros depósitos.
Para comenzar, evidentemente, está el precio del barril de crudo -159 litros-, que es el petróleo extraído sin procesar; cuanta menor es la producción, más se encarece. Cuanta mayor es la producción menor es su precio. Y con estos detalles se especula bastante...
Aparte de esto, hay que añadir los costes de transporte, crackeado, refinado y comercialización, evidentemente, que conlleva que cada compañía petrolífera tenga unos precios ligeramente diferentes en el surtidor.
Pero tras todo ello llegan los impuestos; con la madre Hacienda topamos… Y es que el estado carga una barbaridad de impuestos por cada litro de carburante.
Al no tratarse de un producto esencial -esto es lo que ellos dicen- se puede aplicar el impuesto habitual, el conocido IVA que en este caso es del 21%, y el impuesto “especial”.
Una gran mayoría del precio de la gasolina son impuestos
Y aquí es donde entra la cuestión planteada en el titular de la noticia… Y es que este impuesto especial es el que más lastra el precio final de cada litro de gasolina.
Gracias a la excelente fuente de información de El Economista, sabemos que se trata de una cantidad fija que siempre se aplica, cueste lo que cueste la gasolina, por lo que no es un porcentaje sobre su precio, no depende del precio del barril de crudo y, por lo tanto, no fluctúa.
Este “recargo” es el denominado Impuesto Especial de Hidrocarburos -de aplicación nacional, en vigor desde el 1 de enero de 2019-, y consta de un tramo general y de un tramo especial.
El tramo general es un recargo de 400,69 euros por cada 1.000 litros de gasolina y el tramo especial es de 72 euros por cada 1.000 litros.
Una vez se ha aplicado este IEH entonces se remata con el añadido de un 21% de IVA. Curioso porque se aplica un impuesto sobre otro impuesto, algo que no debería ser legal.
Tras todo este meollo el resultado es que el total de impuestos aplicados sobre la gasolina está en torno al ¡50%!, por lo que, si ahora pagamos 2 euros por un litro de gasolina, 1 euro se lo lleva íntegro el estado. ¡Hora de ir a buscar las gasolineras más baratas!
Más de uno se ha preguntado cuánto costaría la gasolina sin impuestos...
Sí, has leído bien, un 50%, pero tranquilos, que el Gobierno aún tiene margen de “mejora”… Y es que Europa ya ha conminado al ejecutivo a aplicar más impuestos sobre los carburantes…
Ello es porque nuestro país es el que ¡menos! impuestos aplica a la gasolina, ya que la media europea se cifra en torno a un 55%, y algunos alcanzan hasta el 60%.
Ello explica el por qué en nuestro país no han querido aplicar un IVA reducido temporal a la gasolina, que ahora vive máximos históricos por el conflicto en Ucrania, ya que nuestro IHE es el más bajo de Europa.
Pero se avecinan novedades: cuando la situación internacional se normalice -esperemos que sea pronto-, el Gobierno ya tiene en cartera una nueva subida del impuesto sobre los carburantes, por lo que este desorbitado coste añadido seguirá existiendo, lastrando nuestra pasión favorita.
Por ello no está de más comenzar a acostumbrarse a ahorrar gasolina practicando una conducción responsable y manteniendo nuestra moto al 100%.