Cuando las trail eran sinónimo de aventura (y servían para todo)

El París-Dakar, que impulsó el malogrado Thierry Sabine, era el espejo donde muchos nos mirábamos, aquella aventura que todos queríamos realizar. Admirábamos y envidiábamos  a aquellos que salían desde la fría París, cruzando Francia hasta el puerto de Sete, donde embarcaban para África.

Las marcas supieron aprovechar ese tirón del Dakar y para suerte de los que vivimos aquella época llegó una pléyade de modelos, tanto japoneses como europeos, ya fuesen motos monocilíndricas de 600 ó 650 c.c. o bien grandes bicilíndricas de 750, 800 e incluso 900 c.c., como en el caso de las Cagiva Elephant. Pero algo tenían en común: todas servían para todo, y con ellas tanto íbamos cada día al trabajo, como el fin de semana nos marcábamos unas curvas con ellas o una excursión por campo, ya que la mayoría montaban neumáticos mixtos 50/50 y rueda delantera de 21", y en verano, atando todos los bultos con pulpos y cinchas, nos marcábamos de viaje con ellas. Todo lo hacían bien. La mayoría de los que ya tenemos unos cuantos años tuvimos alguna o varias trail.

La relevancia del Dakar fue cayendo, especialmente al abandonar África, y las trail fueron derivando hacia el asfalto, haciéndose más grandes, potentes, pesadas, sofisticadas… y caras. Actualmente se usan básicamente para viajar (en un 90%, según estadísticas), siendo las nuevas GT, aunque hay también quien se anima a realizar excursiones de off road.

Por suerte algunos fabricantes piensan que puede haber lugar para todo y motos para todos y están volviendo a ofrecernos trails con las que poder sentirnos aventureros de nuevo. Tras la excelente Honda CRF1000 Africa Twin, han llegado la Ducati Multistrada Enduro, la Yamaha Concept T7, las futuras KTM 390 y 700 Adventure, etc, motos que nos permitirán volver a tener una trail aventureras, de esas que sirven para todo.

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