Ambos fueron campeones del mundo en la máxima categoría. El italiano, en 1982, con Suzuki, y el español en 1999 , con Honda. Ahora, los dos entra a formar parte del selecto grupo de pilotos que tienen su rincón en el Salón de la Fama de MotoGP. Allí ya están pilotos como Giacomo Agostini, Ángel Nieto, Wayne Rainey, Mick Doohan, etc.
La trayectoria de Álex Crivillé es de sobra conocida. Llega al Mundial en 1987 de la mano de Derbi, en la categoría de 80 cc y como compañero de equipo de Aspar. Dos años después, con la JJ Cobas se alza con el campeonato en 125. Pero su aspiración siempre fue ganar en la categoría reina. Tras pasar dos temporada en 250 con más pena que gloria, le llega su oportunidad en 1992 de la mano de Honda. Comparte box con el australiano Mick Doohan, que durante aquellos años logra cinco campeonatos del mundo consecutivos (1994-1998). La relaciones entre ambos se deterioran con el paso del tiempo ya que el australiano ve en el español su enemigo más poderoso. Sin embargo, en 1999, Crivillé se proclama campeón del mundo en Brasil, el primer español campeón en la categoría reina.
Franco Uncini llegó al Mundial en 1976 y durante tres años compitió en 250 y 350, pero sus resultados nunca fueron demasiado buenos, aunque llegó a ganar un par de grandes premios en 250.
En 1979 se decidió a dar el salto a la categoría reina de la mano de Suzuki. Fue progresando poco a poco hasta que en 1982 logró el ansiado título mundial. El año siguiente sufrió un gravísimo accidente en Assen tras se atropellado por Wayne Gardner, que le golpeó arrancándole el casco. Uncini sufrió un como, del que se recuperó, y al año siguiente volvió a la competición. Se retiró en 1984. Ahora, el italiano es Oficial de Seguridad de la FIM.
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