El scooter y la moto son el mejor medio de transporte individual para movernos por la ciudad. Tener en cuenta una serie de consejos, como contratar un buen seguro, llevar la equipación adecuada o ser precavidos, nos ayudará a circular más seguros.
Los scooters son los reyes de la ciudad. Cada vez somos más los usuarios seducidos por todas sus ventajas a la hora de afrontar el día a día, por la libertad que otorgan y hasta por su filosofía eminentemente práctica.
Pero nunca hay que olvidar que nos movemos por una jungla urbana y nuestra seguridad es lo primero.
Este decálogo nos ayudará a mejorar nuestra seguridad y minimizar los riesgos.
La anticipación no es la primera regla, sencillamente es la regla de oro. Saber anticiparnos a los problemas y a los peligros de la ciudad será la clave, y en este artículo te explicamos cómo
1. Equípate
Tan sencillo como esencial, vístete para la ocasión. No te diremos que vayas con unos vaqueros de kevlar, pero la chaqueta sí que debería llevar unas protecciones. Ya no hay excusa, la oferta de las marcas es tan extensa que hasta puedes ir a un cóctel con una elegante parka motera.
¿Los guantes? Obligatorios; por un lado por seguridad, si nos vamos al suelo lo primero que sueles apoyar son las manos; después por higiene, para no agarrarnos directamente a unos puños que se habrán ido ensuciando con el paso de los kilómetros.

Y el casco. No es que sea obligatorio, sino que debe estar en buen estado, ser de tu talla y llevarlo atado porque, en caso de accidente, si no es así será como si no lo llevaras puesto.
Además de la equipación propiamente dicha, sobre todo si os inicias en el mundo de commuting en dos ruedas, recordad tener todos los papeles en regla (seguro, permiso de circulación…).
2. Antes de arrancar…
Sin prisa pero sin pausa… Arranca tu scooter o moto mientras te pones los guantes y el casco, así das tiempo a que el motor coja algo de temperatura y no sales en frío.
Comprobar que los retrovisores están bien graduados nos evitará algún sobresalto a la primera de cambio cuando empecemos a circular.
3. Vamos allá
Al incorporarnos a la circulación debemos hacerlo con los seis sentidos, es decir, con los cinco más el sentido común.
Ya sea desde la salida del parking de casa, desde un punto de estacionamiento de motos o desde una acera donde esté permitido aparcar, deberemos mirar dos veces para cerciorarnos de que no venga nadie.
Si el carril está ocupado con los coches parados, no debemos olvidar que otra moto o un peatón nos puede salir de cualquier sitio.

4. Precaución
No nos cansaremos de decir que la precaución será nuestra mejor compañera de viaje. Incluso cuando pasemos por un semáforo en verde, nunca está de más barrer con la vista el cruce por si alguien se lo pasara en rojo, vehículo o peatón.
En muchas ocasiones da igual que cumplamos a rajatabla el código de circulación, porque el peligro lo puede causar un tercero. De ahí la precaución y nunca confiarse.
5. Trampas
La ciudad es la jungla y alguna trampa encontraremos, trampas como las propias tapas de alcantarilla y cierto tipo de pintura, que resultan deslizantes, más todavía cuando llueve; así que en mojado, mucha precaución.
La proliferación de los carriles bici ha traído consigo un sistema de separación con el resto de los carriles que pueden ser una trampa. También los baches nos pueden desequilibrar.
Las rotondas, con tranquilidad, porque pueden ser deslizantes o alguien no respetar nuestra prioridad de paso. Y ojo con las zonas de obras.
6. Peatones y bicis
El peatón es sagrado, pero siempre te puede dar un susto. De ahí que se debe extremar la precaución si pasamos cerca de un colegio o de un centro comercial donde podrían invadir la calzada sin querer.
También habrá que estar siempre atento a que no se nos cruce una bici cuando menos nos lo esperemos.
7. Respeta las señales

A veces tendemos a hacer de un stop un ceda el paso gracias a la agilidad de la moto, pero nos ponemos en riesgo por muy poca ganancia.
De la misma manera, no apures un semáforo, ni al parar ni al salir cuando todavía no esté en verde.
Circular por la acera está prohibido… Y si te subes, hazlo empujando siempre con el máximo respeto a los peatones.
8. Circular con cabeza
La movilidad de la moto es adictiva. Poder pasar entre coches y dejar atrás los atascos es una gran ventaja. Si te vas a meter entre dos carriles de coches, hazlo cuando estén parados, nunca en marcha, porque resulta más que peligroso.
De la misma manera, piensa que la rapidez de una moto al cambiar de carril y circular entre líneas nos convierte en invisibles para muchos vehículos que no nos verán llegar, así que en un cambio de carril asegúrate de que el coche de al lado ha visto que estás allí.
9. No te relajes
Según un estudio, muchos accidentes en la ciudad se producen cuando el usuario está cerca del destino de su desplazamiento. Es como si al ver que llegamos, nos relajáramos. Así que ya sabes, hasta que no pares, no bajes nunca la guardia.
10. Aparca bien
Te puede parecer una tontería, pero aparcar bien nos hará dar una imagen más cívica.
No bloquees con tu moto los pasos de peatones ni los accesos a los contenedores de reciclaje, por ejemplo.
Y no pienses en dejar espacio solo para una persona, piensa que también pueda pasar un carrito de niño o una persona en silla de ruedas.
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