Comprar una moto de segunda mano no tiene por qué ser una mala idea. De hecho, en muchísimas ocasiones es la solución ideal a los problemas de desplazamiento.
Pero eso sí, antes de lanzarte a la compra de una moto de segunda mano, hay ciertos puntos que debes revisar y asegurarte que están como deben.
Existen muchos sitios de venta de motos de segunda mano de contratada reputación y que ofrecen garantía de calidad en sus productos. Pero no siempre es así, incluso si comprases la moto de un amigo o un conocido debes tener ciertos detalles en cuenta. No tiene por qué tener intención de engañarte, pero lo más seguro es que ni él mismo sea consciente de los posibles problemas de su ‘querida’ moto.
Los motivos que te lleven a comprar una moto de ocasión son indiferentes, o no ser que la quieras únicamente para exponer, en tal caso, podrás obviar la mayoría de consejos.
Ya decidas comprarla porque el modelo ya no se fabrica, o porque tu presupuesto no te permite comprar una nueva, si no quieres salir escaldado sigue estos simples consejos de compra para una moto o scooter de ocasión.
Y recordad. La mayoría de problemas tienen solución y, una vez lo hayas solucionado, sabrás que no volverá a ‘incordiarte’ en miles de kilómetros.
Consejos de compra para una moto de segunda mano
Nunca es fácil de determinar, pero sí hay ciertos aspectos que pueden darte unas pistas.
Una de ellas es que el cable de cuentakilómetros no se haya roto nunca. También se tiene que comprobar el estado de las gomas de los puños y de las estriberas.
El estado del asiento también os dará una idea general de si la moto ha tenido mucho o poco uso, al igual que las zonas donde rozan las botas.
Las llantas también guardan muchos secretos. Si ves que el aro exterior tiene muchas picadas, es que ha sufrido muchos cambios de rueda, lo que implica muchos kilómetros. Y fijaros también en que no tenga muchos contrapesos para equilibrar. De tenerlos, es que la moto ha tenido que pasar por el taller en repetidas ocasiones.
Comprobar los cojinetes de dirección y los cojinetes de las ruedas. Los discos de freno también un elemento importante a comprobar. En este caso, comprobar que su estado cuadra con los kilómetros que dice tener. Un cambio hecho antes de tiempo, puede esconder un accidente.
En el caso de ir a comprar una deportiva fijaros en dos detalles extra muy importantes. Uno que no haya marcas de picadas en las llantas o los bajos de basculante y chasis. Si además, os dais cuenta de que la moto tiene agujeritos diminutos en muchas piezas, es que se ha usado para correr en circuito.
Saberlo con seguridad sin desmontar es imposible, pero sí hay algunas cosas que pueden darte pistas.
En primer lugar, la moto tiene que arrancar en frío con facilidad. Si la moto está en caliente, espera el tiempo que sea necesario, pero comprueba tú mismo el arranque en frío.
Una vez en caliente, comprueba que no aparecen fugas de aceite o agua, y observa el humo del tubo del escape. Este tiene que ser casi transparente, si es muy blanco, algo le pasa.
Comprueba que las soldaduras y pintura estén bien y parezcan de fábrica. Si ves algo que no te encaja, o un color que no cuadra con el resto, es probable que oculten algún accidente.
El estado de las ruedas es fácil de ver. Pero si observas deformaciones en el desgaste, además de deberse a circular con la presión incorrecta, también podría ser por algún fallo de chasis o suspensiones.
Y por supuesto, chequea las suspensiones apretando y soltando en repetidas ocasiones, y revisa las barras de la horquilla.
Comprueba el recorrido de la maneta y pedal de freno, y el color del líquido de freno, que no debe ser muy oscuro. Evidentemente, y como ya os hemos mencionado anteriormente, revisar pastillas y discos de freno.
El Kit de transmisión es uno de los elementos más importantes a revisar. Fijaros en si éste es el original.
Son muy extraños los casos de usuarios que cambien el kit de transmisión por uno original. Si cuando vais a ver la moto, el kit de transmisión no es el original, pero no cuadra con el kilometraje, es muy probable que lo hayan cambiado por accidente. En caso de encontraros con uno original, pero que parezca excesivamente nuevo, huir igual. En ese caso aún es más probable que la moto haya necesitado una cirugía integral.
Sin duda, es muy importante poder probar la moto. Desafortunadamente, no es fácil conseguir probar una moto de segunda mano. Si la compras en tienda, porque suelen tenerlas sin seguro y, si la compras a un particular, porque ya se han robado muchas motos con esa excusa.
Saca tus dotes imaginativas para lograrlo. En el primer caso podrías preguntar si tienen al menos un parking donde probarla. En el segundo, podrías dejarle algo a vendedor como muestra de que volverás, o llevarlo contigo de paquete.
Tampoco necesitas hacer una ruta completa. Unos pocos metros serán suficientes para comprobar su funcionamiento general o si hace ruidos raros.
Antes de firmar, ni pagar nada, comprueba que el titular de la moto es quien dice ser, que el número de chasis concuerda con el de los papeles, que está libre de cargas y que no tenga reserva de dominio.
Y por supuesto... Nunca, jamás, compréis una moto con la ITV pendiente. Si el vendedor os dice que os descuenta el importe de la ITV para que ya vayáis vosotros cuando sea vuestra, lo mejor que podéis hacer es negaros.
Por último, antes de quedar con el vendedor, investigar un poco por internet sobre el modelo en cuestión, id informados sobre cuál es un precio justo y buscar posibles puntos críticos que pueda tener esa moto en concreto.