Comparativo: Yamaha TMax vs Kymco AK 550

Comparativo: Yamaha TMax vs Kymco AK 550

La apuesta que Kymco hace con el AK 550 es todo o nada. El maxiscooter taiwanés nace con suficientes cualidades como para poner en aprietos al TMax, su rival natural, pero esto es sobre el papel. Hacía falta una primera prueba comparativa para ver las posibilidades de ambos, cara a cara, y lo hemos conseguido gracias a nuestros amigos de Scooter-Station

Probamos el AK 550 contra la versión base del TMax 530 2017 durante 300 kilómetros, y las conclusiones son contundentes: ¡el AK 550 tiene buen nivel!

Externamente el Kymco parece más estilizado, estrecho y ligero que el Yamaha. Los acabados y plásticos son muy buenos en ambos, aunque el AK está por detrás del TMax. Bajo el asiento en ambos hay espacio para un casco integral y algo más. En cuanto a la instrumentación, es 100 % digital en el AK, muy completa y visible, aunque a pleno sol se hace difícil de leer.

En el TMax, los diales son analógicos, acompañados de una pantalla LCD, muy visibles, completos y elegantes. Impecables. En cuanto a los pulsadores y botones, en el AK están colocados de una manera clásica, lo que permite una elevada facilidad de manejo. En el TMax hay más botones y a veces hay que mirar las piñas para seleccionar lo que quieres, y es que el 530 viene muy bien equipado, con muchos pequeños gadgets.

A la hora de arrancar, en ambos es por llave remota. La sonoridad de los motores bicilíndricos en línea twin es muy agradable, aunque diferente: el TMax calado a 360º suena ronco, mientras que el del AK, calado a 270º, suena a bicilíndrico en V. Nada más arrancar el motor del AK se nota más lleno en bajos y medios, más redondo que el del TMax, no en vano tiene unos 6 CV más.

Pero, curiosamente, a alto régimen –a partir de 140 km/h– el TMax da un estirón final que no tiene el AK, e incluso sube más alegremente de vueltas. Cada uno tiene su personalidad y están muy cercanos en prestaciones. El AK disfruta de dos modos de potencia, pero en el modo Touring, la respuesta del puño es demasiado lenta y no convence.

El Yamaha es más cómodo, con suspensiones más confortables, el asiento es más blandito y el pasajero dispone de más espacio. Es más burgués que el AK, que tiene suspensiones más duras y firmes, y un asiento más estrecho y duro. El TMax es ultraconfortable sin duda y ofrece más protección y comodidad que el AK por mayor anchura de escudo y por la cúpula más alta y ancha.

Con el AK hay molestas turbulencias en marcha. La postura de conducción del AK tiene el piloto más centrado, aunque en posición más deportiva que en el TMax; curiosamente, la posición es más deportiva en el Yamaha... En el AK se llega mejor al suelo que con el TMax, en parte por un mayor arco y altura de asiento.

La sorpresa llega al enfilar una carretera revirada: el Kymco es más manejable, se mete más fácilmente en las curvas. El reparto de pesos y suspensiones más firmes hacen su trabajo. El TMax parece más bonachón y es ligeramente menos veloz a la entrada del viraje, a pesar de que es 12 kilos más ligero que el AK. Y ambos van bien calzados: Metzeler FeelFree en el AK550 y Dunlop Roadsmart en el TMax.

Y a la hora de frenar, las pinzas radiales Brembo del AK 550 también aportan su buen tacto, aunque las Sumitomo del TMax no se quedan cortas.

Sí, el AK es un muy buen scooter, pero aún le falta para llegar al nivel del TMax.

Yamaha TMax

En ciudad: La ciudad está llena de ellos… Tiene las mismas limitaciones para moverse entre coches que el AK por longitud y anchura. Y pesa 12 kg menos...

En carretera: En tramos revirados, su mayor volumen y la suspensión posterior de tarado blando entorpecen ligeramente su marcha respecto al AK.

En autopista: Con buena protección aerodinámica, asiento amplio y mullido y potencia motor de sobra, se mueve bien en este terreno. Es el rey.

Kymco AK 550

En ciudad: No es un scooter pequeño, al igual que el TMax, por lo que le costará colarse entre coches. Par motor le sobra…

En carretera: Por sus buenos frenos, buena cantidad de par motor y excelente agilidad, se nota ligero y felino entre curvas.

En autopista: Aquí penaliza por su escasa protección aerodinámica, con turbulencias, asiento algo duro y estrecho y suspensiones de tarado duro.

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