Comparativo Scooter GT: Sym Joymax 300i vs. Sym Maxsym 400i

Comparativo Scooter GT: Sym Joymax 300i vs. Sym Maxsym 400i
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Los principales carnets disponibles en el mundo del scooter son el A1 y el A2, ya que no suele ser frecuente que un mega scooter, por muy grande que sea, llegue a superar los 47,6 caballos de potencia máximos exigidos por el carnet A2. Y es que de ser así, en cierto modo limitaría muchísimo sus po­sibilidades de venta, pues no debemos olvidar que la mayor parte de los usuarios que compran un scooter, sea cual sea su cilindrada, dos de las principales cualidades que busca en ellos son, casi siempre, su funcionalidad y practicidad. Dejando un poco de lado la categoría A1 limitada exclusiva­mente a modelos de hasta 125 c.c., es la A2 la que alberga las opciones más interesantes si ya somos usuarios con cierta experiencia y queremos un vehículo que no solo nos permita circular desahogadamente por ciudad. En el mundo scooter, las cilindradas amparadas por este carnet van desde los 200 c.c. hasta incluso los 600 c.c.; sin duda, un amplísimo abanico donde buscar y encontrar nuestro futuro scooter será una labor complicada De todos los fabricantes que operan en esta categoría, Sym es una de las más y mejor representadas; de hecho, su oferta es tan extensa en algunos segmentos que incluso existe una cierta rivalidad entre sus propios modelos, lo que lleva a muchos usuarios a dudar sobre cuál de ellos com­prar. Hoy, en respuesta a las muchas consultas recibidas, os ofrecemos esta respuesta en forma de comparativo en la que vamos a enfrentar, por un lado, al Sym Joymax 300i ABS S&S Confort y, por el otro, a su hermano mayor y más veterano, el Sym Maxsym 400i ABS. Y es que la aparición del carnet A2 y la evolución del merca­do ha dado lugar a este tipo de enfrentamientos fratricidas, por lo que es normal que muchos futuros compradores tengan serias dudas; comprar un modelo mayor y más apto para carretera o apostar por un tamaño más compacto con buen desempeño interurbano. La firma taiwanesa tiene bien cubierto este segmento, los dos están muy bien considerados por el respetable, por lo que sea cual sea nuestra elección, podemos estar seguros de que, de una u otra manera, siempre acertaremos. El primer punto en desacuerdo en el que nos vamos a fijar será en el tamaño, es cierto que la diferencia de cilindrada no es mucha, pero en el mundo del scooter esto no debe ser una referencia. El Maxsym es mucho más grande que el Joymax, de largo le saca unos 10 cm, mientras que de ancho poco más de seis. Sorprendentemente, el asiento del 400 c.c. está a solo 770 mm del suelo, mientras que en el 300 c.c. se eleva un poco hasta los 775 mm; las diferencias saltan a la vista. Aunque el Joymax es un scooter comodísimo, su compa­ñero de gama cumple con un estándar ergonómicamente hablando muy superior, el tamaño del asiento con genero­sos respaldos para conductor –regulable en posición– y el acompañante, la distancia de este hasta la plataforma que nos permite estirar perfectamente las piernas y la coloca­ción y distancia del manillar nos aportan una mayor sensa­ción de espacio y habitabilidad en el Maxsym. A pesar de ello, el Joymax es un scooter con un alto nivel de confort comparado con sus iguales, pero si ha de medir fuerzas con el espacioso 400, es lógico que encontremos alguna que otra estrechez más; lo que no tiene por qué ser precisamen­te un inconveniente, como veremos más adelante. Sin miedo Y es que, a pesar de esta diferencia de talla, no penséis que el Joymax se amedrenta frente a su hermano mayor; ser un poco más pequeño es un buen argumento para los usuarios de menor estatura o que buscan un vehículo más ligero, ya que, a pesar de tener un asiento unos milímetros más alto, no solo se encontrarán más confiados, sino que su capaci­dad y facilidad de maniobra también serán mucho mejores. En ciudad no hay color, es cierto que el Joymax no es un ratonero scooter urbano y que sus retrovisores sobresalen demasiado al pasar entre las filas de coches atascados, pero a pesar de ello se las arregla para desenvolverse con mucha mayor soltura entre el caos urbano que el Maxsym. En este último, tener el asiento tan bajo ayuda en las maniobras en parado, pero el volumen y unos 15 kilos de diferencia que hay entre uno y otro se notan al maniobrar... y mucho. A la hora de esgrimir su faceta más práctica para tomar el papel de scooter de diario, como bueno GT, nos pue­de obsequiar con un nivel de equipamiento simplemente brutal. Muchos ya sabréis que cuando se trata de valorar el equipamiento en un comparativo, raro es que un Sym no se encuentre entre los mejor dotados. Muy completos Un magnífico ejemplo son nuestros invitados, con detalles tan sorprendentes como los sistemas de calefacción para las piernas, las estriberas escamoteables, las luces antinie­bla del Joymax o el práctico freno de estacionamiento en el Maxsym, esencial en un scooter de este tipo y que se echa mucho de menos en su hermano menor.

Pero la lista de equipamiento en ambos modelos es prácticamente infinita; de hecho, coinciden en muchísimos elementos como el clausor multifunción, el desconecta­dor de encendido bajo el asiento, la apertura eléctrica del asiento; también hay detalles enfocados a mejorar el confort de marcha, como las manetas regulables del Maxsym, los respaldos de serie en ambos, vaya, que, miremos donde mi­remos, tienen algo preparado para hacernos la vida mucho más fácil.

Capaces de todo

Y no hay nada que nos facilite más las cosas que gozar de una buena capacidad de carga como la que poseen nuestros amigos taiwaneses. Como se espera de un GT de gama alta como ellos, bajo sus asientos encontramos dos habitáculos sobradamente capaces del albergar dos cascos integrales, pero, además, poseen unas bien dispuestas luces de corte­sía, pisos tapizados para no rayar los cascos y amortiguado­res que sujetan los pesados asientos cuando están abiertos.

Por si fuera poco, el Maxsym además actualmente se vende con un baúl de 48 litros de regalo, un punto más a tener en cuenta si queremos viajar con nuestro maxiscooter.

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Por último, el modelo 400 también dispone de dos bue­nas guanteras, por una en el caso del Joymax, y el interior de una de ellas, por supuesto, da cobijo a unas tomas de corriente para que nuestros dispositivos móviles siempre vayan a plena carga.

Siendo dos modelos tan bien dotados y con un estándar de calidad tan alto, sorprende un poco que los cuadros de instrumentos no sean un poco más competitivos. Y es que si bien es cierto que en cuanto a visibilidad y diseño no hay nada que objetar en ninguno de los dos, sí que se echa en falta un pequeño ordenador de a bordo que complemente su información con algún que otro consumo, como hacen muchos competidores.

Como colofón del excelente nivel de equipamiento exhibido, no podemos dejar de hablar del sistema Start & Stop de paro al ralentí del Joymax, un dispositivo que, como ya sa­béis de pruebas anteriores, permite al maxiscooter de Sym ahorrar en combustible y contaminar mucho menos en un uso convencional que cualquier scooter de su clase.

¡En marcha!

Junto con la funcionalidad, la facilidad de manejo es otra de las virtudes importantes en un scooter, algo en lo que también destacan los maxiscooters comparados, aunque, sobre todo en el caso del Maxsym, estemos hablando de un scooter relativamente grande.

Como hemos comentado, el tamaño es un detalle dife­rencial entre ambos, es más fácil y rápido hacerse con el Joymax, ya que es menos exigente en cuanto a conducción y sus cotas resultan más controlables en cualquier circuns­tancia. Dejando un poco la ciudad de lado, hay que destacar el comportamiento de los dos en carretera, pues aunque no son ni de lejos unos vehículos pensados para dar la vuelta al mundo, sí que tienen mucho que ofrecernos en este escenario.

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Para comenzar son comodísimos y la protección que ofre­cen es excelente en todos los sentidos, los dos tapan de maravilla y en sus habitáculos no hemos detectado molestas turbulencias que muevan nuestro casco cuando circula­mos a altas velocidades.

Aunque los dos son GT, en el Maxsym se mantiene una pos­tura más acomodada, quizás demasiado apoltronada. Esto no sucede en el Joymax, en el que quizás no vayamos tan integrados, pero su postura, un poco más elevada, nos sitúa en una posición de mayor control.

Su comportamiento en carretera es definido por sus diseños y por la edad de estos. El Maxsym es un modelo más vete­rano, con el estilo acomodado de la época, que se basa en una distancia entre ejes enorme para garantizar una mayor estabilidad. Por su parte, el Joymax tiene una construcción más moderna, en la que se busca un mejor equilibrio entre estabilidad y agilidad de movimientos con una batalla más corta.

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Esto les confiere comportamientos radicalmente distintos. Por un lado tenemos al Maxsym, con una estabilidad genial en cualquier circunstancia, aunque con unos movimientos más lentos y menos intuitivos en los tramos virados.

Por su parte, el Joymax es un GT muy rápido, entra mejor en curva y en los cambios de peso vapulea a su hermano mayor de una forma insultante. Por si fuera poco, el paso por curva no es para nada nervioso, todo lo contrario, puede que no goce de la extrema estabilidad del Maxsym, pero en plena trazada se siente seguro y muy bien aplomado.

Confianza plena

Parte de su buen comportamiento hay que reconocérselo al apartado de suspensiones, especialmente en el caso del Maxsym, que, como en las motos, recordaremos que cuenta con una horquilla telehidráulica con anclaje de doble tija –con barras de 41 mm–, que es fundamental para poder exhibir el aplomo y nobleza de la que disfruta su tren delan­tero.

Detrás no se han complicado mucho la vida, se han montado dos amortiguadores convencionales regulables en precarga con resultados destacables y muy confortables tanto en compresión como extensión.

El Joymax es aún muy menos complejo en este sentido, lo que no significa una menor efectividad de cara a realizar su trabajo. Monta un conjunto formado por una horquilla convencional de 33/88 mm y un par de amortiguadores de 89 mm que también son regulables en precarga. En general, tiene un tacto más rígido que el de su hermano, se notan algo más duras sobre terreno bacheado, aunque no se les puede acusar de ser muy bruscas a pesar de no tener un recorrido demasiado extenso.

Sea como sea, gracias a ello, el Joymax se comporta de forma fantástica en curva; si para ello se ha de ver un poco afectado el confort, seguro que a la mayoría estará de acuerdo en que es un mal menor a pagar.

Respecto a la frenada, tenemos las espaldas muy bien cubiertas, cada uno dispone de lo necesario para garantizar unas prestaciones dignas a su propietarios. A decir verdad, si tuviéramos que decantarnos por uno de ellos, sería una tarea muy difícil, pues ambos están muy bien servidos en este sentido.

Dado su mayor peso y tamaño, el Maxsym monta delante dos discos de 275 mm que son mordidos por unas po­derosas pinzas de anclaje radial de dos pistones; detrás emplea un tercer disco de 275 mm, aunque en este caso con una pinza convencional, también de dos pistones. Mientras, su hermano menor tiene suficiente con un disco delante de 260 mm y uno detrás de 240 mm, ambos, con pinzas axiales de dos y un pistón, respectivamente, para prácticamente igualar su frenada.

De potencia, como os hemos dicho, vamos bien servidos. En el Maxsym hay que aplicarse un poco más, pero los resultados son buenos. Un inconveniente es el tacto, sobre todo en el 400, porque las manetas, a pesar de ser regulables, quedan un poco lejos, en especial ahora con los gruesos guantes de invierno, por lo que el tacto en ocasiones se ve afectado.

Pero no debemos preocuparnos en exceso por ello. En la frenada de nuestros invitados la seguridad corre a cargo del ABS Bosch 9M que ambos equipan en estas versio­nes –el ABS se vende en una versión aparte–, que, como en todos los modelos que hemos probado, funcionan de forma impecable y son toda una garantía de calidad.

Cuestión de CV

La diferencia generacional entre uno y otro modelo es algo que se ha de tener en cuenta cuando nos fijemos en ciertos aspectos, como por ejemplo el motor. Cuando se lanzó el Maxsym 400, los maxiscooters de 250 y 300 c.c. se movían en los 20 CV, pero ahora un 300 c.c. como el Joymax es raro que baje de los 30 CV.

Por ello entre nuestros invitados existe únicamente una escasa diferencia de 4 CV a favor del Maxsym, pero si sumamos su peso y su tamaño, nos daremos cuenta de que no son suficientes para imponerse con claridad a su compañero de gama. Pero no solo eso, el Joymax tiene un tacto excelente, muy suave y agradable a cualquier régi­men, mientras que el del Maxsym a veces resulta un poco más tosco, menos refinado.

Por si fuera poco, la batalla de los consumos también se decanta del lado del Joymax, con poco más de 4 litros a los 100 km de media está en casi todos los escenarios, como poco, un litro por debajo en consumo de su musculoso rival.

El tema está claro, Sym pone a nuestra disposición dos modelos que puede que compitan en una misma catego­ría, pero que, en realidad, poco tienen en común. Como se suele decir, tenemos un maxiscooter GT para todos los gustos, además, actualmente con precios en oferta muy bajos, regalos y algo que es ya una seña de identidad de la marca: una garantía de cinco años.

Sym Joymax 300i ABS S&S Confort

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El exitoso Joymax ha ampliado gama esta temporada con las versiones Sport y Confort dotadas con el sistema Start&Stop. Sin ser voluminoso como su hermano mayor, es amplio para uno o dos usuarios, tiene un amplio cofre y un equipamiento de excepción, mayor aún que el del 400.

Su precio, una vez incluidas las continuas promociones, se queda en 4.099 euros, poco más que lo que cuesta un 125 de corte premium...

Precio sin promos: 5.399 € 

- Comportamiento en curva

- Sistema Stop & Start

- Respuesta motor

- Equipamiento completo

- Colocación de retrovisores

- Información de tablier algo justa

Sym Maxsym 400i ABS

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Si buscas un maxiscooter con una enorme capacidad de carga y solvente incluso a dúo en vías rápidas, pero con un precio de derribo, el Maxsym 400i ABS puede ser la mejor opción del mercado.

Su precio, incluyendo promociones en vigor, se queda en unos exiguos 5.899 euros, a lo que hay que añadir que se incluye sin coste el baúl de 48 litros de capacidad y, como en todos los Sym de más de 50 c.c., cinco años de garantía.

Precio sin promos: 6.799 € 

- Comportamiento en carretera

- Espacio con pasajero

- Estabilidad general

- Equipamiento

- Giro en espacios cerrados

- Movilidad en parado

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