Comparativo Maxi-Naked: KTM 1290 Super Duke R

Marcando estilo

Por muy rápido que vayan los demás, con la Super Duke siempre parece que tengas un as debajo de la manga. ¿Por qué? Porque aunque lo hagas mal, ella siempre te saca del apuro. El motor empuja una barbaridad desde 4.000 rpm (bastante más de lo que te esperarías a ese régimen) y tiene una capacidad de giro que te hace salir de las curvas pensando que podrías haber entrado más rápido. El resultado es que puedes ir deprisa sin tener que esforzarte demasiado y, si te esfuerzas, entonces seguramente acabarás yendo más deprisa de lo que te esperas.

Su único pero es un cambio algo duro o tosco. Aunque modificamos la altura de la palanca, nos dimos cuenta de que la extensión donde va la goma y apoyamos el empeine para subir marchas es tan corta, que a veces te la clavas. Por suerte, con casi 14 kgm de par, no tendrás que utilizar demasiado el cambio de marchas. Eso sí, por o demás es tan confortable, que llegas a olvidar que sea tan deportiva.

En la entrada en curva ofrece mucha seguridad, lo que te permite tirar de freno hasta el último momento. Como estás cerca del manillar porque el depósito es corto, es fácil mantenerte en la posición correcta y girar en los ángulos en un santiamén.

Permite seleccionar entre tres modos de conducción (Sport, Street, Rain), los dos primeros con toda la caballería disponible, pero con algo más de suavidad en el segundo, y el tercero limitado a 100 CV. El control de tracción MTC –que hace a la vez de antiwheelie – no tiene niveles de regulación, pero es desconectable. El ABS tiene un modo Supermoto que deja libre la rueda trasera, muy útil en circuito y tremendamente divertido en cualquier situación.

- Potencia a todo régimen

- Capacidad de giro

- Efectividad

- Ergonomía

- Cambio duro

- Control de tracción sin niveles

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...