Comparativo Kawasaki Z 900 RS vs Yamaha XSR 900

Comparativo Kawasaki Z 900 RS vs Yamaha XSR 900

Los fabricantes japoneses no cesan de materializar sus recuerdos del pasado en motos modernas y tecnológicamente actualizadas, en algunas ocasiones inspiradas en sus recuerdos de los años setenta. Las neoclásicas son una forma de interpretar su esencia, inspiración o filosofía, para poder seguir estando al día... Aquí va este comparativo Kawasaki Z 900 RS vs Yamaha XSR 900.

Me viene a la memoria la presentación de la Zephyr de Kawasaki en Malasia a principios de los años noventa. No voy a extenderme al respecto, pero no puedo evitar recordar cómo me sorprendió aquella primera neoclásica que pasó por mis manos en una carretera en la que los monos (sí, monos) nos asaltaban.

Os aseguro que nunca me habría imaginado que la moda de las neoclásicas llegaría tan lejos. Por aquel entonces la idea de recuperar la estética de los años setenta me pareció un acierto, pero jamás pensé que ese concepto tendría tan largo recorrido.

Lo tuvo y parece que lo seguirá teniendo. Han pasado casi treinta años de aquella presentación de Kawasaki, que entonces era importada por Derbi, y basta observar la realidad del mercado para confirmar que las motos retro son mucho más que una moda. Alcanza a todas las tipologías y estilos: roadster, scrambler, naked, scooters, trail, off-road. Las vemos en cualquier cilindrada.

Las motos que hoy nos ocupan también están inspiradas en el pasado. La Kawa es una réplica de la Z1 de los años setenta. Y la Yamaha es una Sport Heritage con un extraordinario motor tricilíndrico de base, derivada directamente de la MT-09, y que toma como referencia estética la icónica XS 650.

Sí conviene aclarar que si bien la Kawa se puede considerar una réplica con componentes calcados a la Z1, la Yamaha no es una copia de la XS, sino una moto que posiblemente tenga su propio estilo, en el que no faltan guiños al pasado que la hacen diferente.

Pero si, por ejemplo, la Kawa conserva la configuración de su tetracilíndrico en línea y chasis creado a base de tubos de acero, la Yamaha se presenta con un moderno tricilíndrico y un chasis tecnológicamente avanzado.

La Kawa se inspira en aquella Z1 que se presentó en sociedad en el Salón de Colonia de 1972, cuya intención era replicar la Honda 750 CB Four de 1968. Con la Z1, en Kawasaki quisieron superarla con una moto más atractiva, más potente y sofisticada.

En el caso de Yamaha y la XS 650, curiosamente también nació para dar réplica a otro fabricante, pero en este caso a la Bonneville de Triumph. De hecho cuando se presentó en sociedad en el Salón de Tokio de 1970 con su bicilíndrico vertical, la prensa Europa la bautizó la Bonneville japonesa.

Atractivas

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Cada una tiene su estilo, pero en ambos casos nos encontramos con dos motos muy atractivas. En la Kawa el magnetismo viene de la armonía del conjunto depósito-asiento, rematado por una cola muy personal. Todos sus elementos comparten el sabor de las motos de otros tiempos.

No sucede lo mismo en la Yamaha, que se presenta con un mix de componentes de nuestros días con otros (faro piloto, guardabarros…) más clásicos. El aspecto diferencial proviene del contraste de una carrocería actual con detalles en aluminio pulido que cobran un gran protagonismo.

El carácter y sensaciones que transmiten una y otra es muy diferente en todos lo sentidos. La Kawa es más alta, ancha y pesada. La Yamaha es más bajita, menos confortable y más estrechita.

La posición de conducción de la Kawa es en cierto modo más clásica y relajada, yo diría que más natural que la de la Yamaha, que con los brazos más abiertos es un poco más forzada, lo que se paga especialmente a la hora de hacer recorridos más o menos largos.

Ergonómicamente, la Kawa esta mejor desarrollada y en este sentido creo que la Yamaha es víctima de su estética. El asiento es más bajito y duro que el de aquella; pero, en favor de la Yamaha (importante), hay que decir que es más manejable a la hora de maniobrar en parado y más fácil de conducir a baja velocidad. No es que la Kawa sea torpe, pero sí que necesita más atención que la Yamaha a la hora de movernos entre el tráfico urbano.

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El distinto tacto de cada motor, del tetracilíndrico de la Kawa y el tri de la XSR, es sin duda otro aspecto que marca diferencias. El motor de la Kawa es suave, con buenas dosis de par a bajo y medio régimen, sacrificando potencia a un régimen elevado. Recupera bien y, entre las 3.000 y las 7.000 vueltas, es elástico, vibra poco y es placentero, con ese toque muy japonés que desde siempre han conseguido con sus tetracilíndricos en línea.

En la Yamaha el propulsor es original y divertido. En marchas cortas tiene un punto agresivo que nos gustó y que encaja con esa posición de conducción en cierto moto un poco canalla… Nos gusta su carácter a medio régimen y también su capacidad y prestaciones en las aceleraciones más o menos agresivas. Realmente, con respecto a la Kawa, el carácter de este tricilíndrico es muy diferente. La Yamaha es suave abajo, recupera bien, se encuentra cómoda sobre las 4.000 rpm, pero tiene un punch más allá de las 7.000 rpm. La Kawa es más lineal y suave, vibra menos y creo que decidirse por uno u otro es una cuestión de gustos, pues se parecen muy poco o más bien nada…

Hay aspectos que conviene tener en cuenta en cuanto a funcionamiento, y uno de ellos es que en la Kawa el control de tracción de dos niveles (el 2, más intrusivo) se puede regular o incluso desconectar, en orden de marcha. No sucede lo mismo en la Yamaha, que requiere hacerlo en parado. En el nivel 1 es muy poco intrusivo e incluso te permite algunas licencias (¡wheelies!).

En el segundo nivel tal vez entre en acción con demasiada contundencia.

Con una concepción distinta en cuanto a la parte ciclo, ambas motos son manejables y fáciles de conducir, aunque tal vez la Yamaha destaque en ciudad.

En carreteras reviradas, en la Kawa nos encontramos con unas suspensiones que están a buen nivel y que creo que superan al de la mayoría de las neoclásicas. Delante la horquilla regulable trabaja bien al inicio de su recorrido y parece endurecerse progresivamente.

En la Yamaha, el tren delantero es más ligero con respecto a la MT09, algo que se nota en los cambios de dirección, pero por otra parte hay que reconocer que es más rápida y ágil que

la Kawa, a pesar de que requiere más atención. Creo que en cierto modo esta versión XSR tiene un comportamiento más nervioso que la Kawa y también que la MT-09 estándar, porque el peso del cuerpo queda un poco retrasado.

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En realidad, el comportamiento de ambas es en cierto modo el reflejo de su apariencia y concepción; son el reflejo de su alma.

La Kawa es más seria y elegante. Se conduce con un estilo más próximo a la vieja escuela y su posición de conducción, con los pies más adelantados, parece trasladarnos en el tiempo…

En la Yamaha, con su aspecto entre moto manga y neorretro, la vida es muy diferente, pues parece invitar a una conducción más anárquica y, gracias a su agilidad y posición de conducción

con el cuerpo más retrasado y los brazos abiertos, te puedes tomar ciertas licencias como sacar la pierna o inspirarte en la escuela del dirt-track…

La Kawa es más neutra y, en las frenadas, la transferencia de masas entre ejes es menos apreciable que en la más “salvaje” (entre comillas) Yamaha XSR. Si buscas en aquella sus límites, puedes llegar a rozar la pata de cabra y, sobre la Yamaha, uno se siente más libre…

En la entrada de las curvas es un poco más lenta que la Yamaha y parece que prefiere las trazadas limpias y redondeadas.

En cierto modo, creo que la Yamaha acepta más errores o correcciones. En la Kawa conviene frenar, sacar marcha y girar, de forma más suave. La Yamaha te permite ser algo más salvaje. En las primeras velocidades es más extrema. La Kawa tiene las tres primeras marchas muy juntas y una sexta que parece una “overdrive”, y la verdad es que en las largas distancias es más relajada en todos los aspectos y cuenta con un depósito de combustible con 17 litros de capacidad frente a los 14 litros de la Yamaha, lo que nos proporciona una superior autonomía, puesto que también tiene un consumo ligeramente más bajo. Como media, la Kawa nos ha dado 5,7 litros frente a los 5,9 litros a los 100 kilómetros de la Yamaha.

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Donde ambas penalizan es a la hora de colocar el equipaje, porque apenas hay espacio para colocarlo. En la Kawa es un poco más fácil, pero en cualquier caso si queremos ir de excursión o de viaje, tenemos que pasar sí o sí por comprar alforjas o maletas…

¿El pasajero? Pues en la Kawa viajará de forma más confortable gracias al asiento, pero las piernas le quedarán muy flexionadas. Pese a todo es más cómoda, para el acompañante, que la XSR, que en cierto modo es víctima de su estética y de la moda… En ninguna de ellas se encuentran más asideros que las respectivas cintas de asiento, muy fieles a la estética retro, pero en absoluto prácticas, eso sí.

Si hablamos de precios, la Kawasaki está por encima, lo que merece un par de apuntes. La Z 900 RS está por encima de su rival en cuanto a la calidad de sus componentes y acabados.

Pero eso es tan cierto como que en Yamaha hacen, desde que lanzaron al mercado su gama MT-09 (algo análogo a las MT-07 y XSR 700), un gran esfuerzo por ofrecer un buen producto a

un precio muy competitivo. Y lo cierto es que lo consiguen.

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En definitiva, parece que para estar al día se puede recurrir a motos como la Z900RS o la XSR de Kawasaki y Yamaha… ¡bendito dilema!

Kawasaki Kawasaki Z 900 RS ficha y fotos

Cilindrada: 948 c.c.

Potencia: 111 CV

Peso: 207 kg

Precio: 12.975 €

Yamaha XSR 900 ficha y fotos

Cilindrada: 847 c.c.

Potencia: 115 CV

Peso: 177,5 kg

Precio: 10.499 €

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