Dentro del mundo del scooter, la cilindrada de 300 c.c. es en cierto modo la más equilibrada para los que buscan un vehículo versátil y práctico con un radio de acción que vaya más allá de las grandes ciudades. Dentro de ella, los ruedas altas son toda una referencia en cuanto a movilidad y estabilidad, gracias, sobre todo, a modelos como el Honda SH 300i, que es, desde hace 11 años, no solo el precursor de la cilindrada, sino también el rey indiscutible. Frente a frente con él, el Piaggio Beverly siempre ha sido uno de sus principales rivales, al crecer desde los 200 c.c. iniciales hasta los 350 c.c. actuales y buscar, siempre, una superioridad en cuanto a cilindrada. En este comparativo se dan cita las versiones más sofisticadas y mejor dotadas que jamás han existido; por un poco más de 5.000 euros tendremos a nuestra disposición dos ruedas altas de gama premium que, lejos de conformarse con ser rápidos y funcionales dentro de los núcleos urbanos, demuestran un comportamiento excepcional por carretera.
Puede que los scooters de ruedas altas no sean un éxito generalizado en nuestro país, pero lo que es innegable es que gracias al incondicional apoyo recibido en algunas ciudades estratégicas, cumplen un papel muy relevante en él. Obviamente, la cilindrada de 125 c.c. es la que más volumen de ventas mueve, pero cuando nos trasladamos al carnet A2, hay modelos como los que toman parte en este comparativo que ganan protagonismo. El Honda SH 300i y el Piaggio Beverly 350 i.e. Sport Touring son la punta de lanza de una categoría que, si bien es cierto que tiene muy pocos integrantes, está muy presente en las listas de los más vendidos gracias a integrantes como el SH 300i, que, de hecho, fue el precursor tanto de la categoría como de la cilindrada.
La verdad es que el éxito del scooter japonés está muy bien merecido; con él, muy acertadamente, Honda sigue la fórmula que tantas alegrías le ha deparado en la cilindrada del octavo de litro, en busca de un vehículo que fuera muy efectivo en ciudad, pero que, a diferencia de su hermano menor, dispusiera de unas aptitudes interurbanas mucho mayores.
El Beverly 350 lleva un poco más allá esta propuesta, ya que si bien es cierto que el SH no se diferencia demasiado del tamaño de un 125 c.c., el italiano sí que lo hace y lo aprovecha para intentar seducirnos con un producto que pretende ser la repuesta para los que a lo largo del año circulan mucho más tiempo fuera de los límites de las grandes ciudades. El Beverly tiene más cuerpo de megascooter, eso se nota desde el primer momento en el que vamos a levantarlo del caballete lateral y notamos todo el peso de sus 190 kg (en vacío). Al tiempo, todo es más grande y envolvente, a lo que también ayuda la existencia del parabrisas que viene de serie. En los dos mantendremos una postura muy natural, con el tronco, los brazos y las piernas muy relajados, pero siempre algo mejor tapados en el caso del transalpino, que frontalmente nos protege mejor del frío, la suciedad o el viento.
Por su parte, en el SH 300i obtendremos una sensación total de control, pronto nos dejará sentir que se aposenta mejor sobre el asfalto que el SH 125, aunque en marcha goza de una capacidad de maniobra y facilidad de manejo prácticamente similares.
En ciudad, el Piaggio tiene una menor agilidad, la dirección es un poco más pesada, pero, eso sí, goza de un magnífico radio de giro y una agilidad similares a los del Honda.
Con cualquiera de los dos, los núcleos urbanos formarán parte de nuestros dominios, ya que gozaremos prácticamente de las mismas ventajas de un scooter urbano de 125 c.c., solo que con unas mecánicas con el doble de potencia y unas prestaciones muy superiores. Así que será precisamente fuera de ellos donde ambos marcarán las diferencias, pues como estáis a punto de leer, tanto el SH 300i como el Beverly 350 Sport Touring tienen un potencial espectacular.
Yendo punto por punto, en el apartado motor, hay bastante igualdad, aunque el Piaggio, con su motor de algo más de 30 CV con embrague multidisco en baño de aceite, es puro músculo, ya que ofrece un empuje bestial de principio a fin del cuentarrevoluciones, aunque vibre un poco más y su tacto sea algo más tosco. En contrapartida, cuenta con la ayuda del sistema ASC (control de tracción), diseñado para controlar los posibles derrapes o deslizamientos de la rueda trasera a la hora de acelerar sobre superficies deslizantes, puede que a veces lo haga de una forma un poco intrusiva, cierto, pero en circunstancias normales, siempre podremos desactivarlo muy fácilmente.
El propulsor del SH 300i es algo menos potente y rápido acelerando, pero funciona con una mayor suavidad y el tacto del puño del gas es mucho más preciso y agradable. Una de las bazas más importantes son sus consumos medios, de solo 4,4 litros, que, a pesar de alimentarse de un depósito de solo 9 litros, nos confiere una muy buena autonomía. Respecto a la parte ciclo sucede algo similar a la ciudad, el SH 300i se muestra más ágil y mejor balanceado, mientras que el Beverly 350 ie, aunque bien equilibrado, carga más peso atrás y provoca que la dirección se aligere.
Entrando en curva y cambiando de peso, el japonés tiene las de ganar; en ambas situaciones, la dirección nos aporta mayor confianza y la ligereza lo hace ser más rápido de reacciones.
El paso por curva es impecable en los dos, la selección de llantas y suspensiones en ambos casos ha resultado ser la idónea para que, indistintamente de la velocidad o radio del viraje, nuestros invitados demuestren una estabilidad y seguridad intachables.
En frenos no hay nada que objetar, en potencia alcanzan unos resultados muy destacables, así como en precisión; solo en el caso del Beverly se podría pedir un mejor tacto, ya que el tamaño y la lejanía de las levas no resultan tan agradables para conductores/as con las manos pequeñas.
En definitiva, elegir entre cualquiera de los dos nunca va a ser tarea fácil. Son, tanto el Honda SH 300i como el Piaggio beverly 350 i.e. Sport Touring, con diferencia, los mejor ruedas altas de la cilindrada media y la igualdad entre ellos es total. Así que, como a menudo decimos, la última palabra la tenéis vosotros...
Esta tercera generación del SH 300i nació, en parte, con el fin de dar el obligatorio salto a la normativa Euro 4. Para ello, se optimizaron ciertos aspectos en cuanto a admisión y electrónica del motor, con lo que se redujeron drásticamente las emisiones, se bajaron los consumos y, muy importante, sin afectar de manera importante a las prestaciones. También recibió un nuevo bastidor, una nueva carrocería con un diseño más elegante y mejores acabados, así como un equipamiento de alta gama con elementos tan destacados como el cofre para un casco integral bajo el asiento o el comodísimo sistema Smart Key sin llave.
A favor: Excelentes suspensiones, cómodas y efectivas. Buen radio de giro y un más que correcto equipamiento.
En contra: La guantera es demasiado pequeña y la capacidad del depósito algo escasa.
El Piaggio Beverly 350 i.e. Sport Touring es un ruedas altas creado con una sola intención, batir a su rival de hoy. La apuesta de la firma italiana es ofrecernos siempre un plus en todo, como por ejemplo un conjunto de talla L, más espacioso, pero también con algo más de volumen y un poco más de peso. El motor, 4T LC SOHC 4V, eleva su cilindrada hasta los 330 c.c. y disfruta de avances únicos en el sector, como el embrague multidisco en baño de aceite. La parte ciclo también alcanza un buen nivel, pero en lo que verdaderamente destaca es en seguridad, ya que de serie llega con el conjunto ABS y ASC (control de tracción), que supone un argumento muy importante.
A favor: Bravo por el embrague multidisco en aceite. Buenas prestaciones y equipa ASR y ABS. Buena protección arodinámica.
En contra: El tacto del acelerador no es tan preciso como en el Honda y el peso en parado se nota bastante.